¡PERRAS! Nuevo comienzo. (P#2) (BORRADOR)

Visita inesperada.

¿Saben que es peor que una mujer temperamental en sus días?

Pues dos mujeres temperamentales en sus días.

Lloramos, reímos y odiamos a la par mientras veíamos maratones de película y comíamos pura chatarra.

Sin importar que día fuese, no había nada mejor que hacer el vago por un día entero.

—Pasame el helado, eres un imbécil William ¿como me haces llorar así? ¿¿Que?? ¿Ese es el final? ¿Me estas jodiendo? ¿Donde esta el cianuro? No puedo vivir así —mientras lloraba también en silencio ya que conocía a la perfección la historia, me había leído el libro y había permanecido llorando todo el día, Camila señalaba la televisión con su cucharilla mientras lloraba y llevaba un gran bocado de helado a la boca.

—No se porque me convencí de ver esto, eres cruel Kiara...¡CRU-EL! —dejo el bol de helado sobre mi pecho y se levanto sorbiendo sus mocos, yo también estaba un poco mocosa así que deje a un lado el bol y me levante para tomar un paño donde sonar mis mocos y buscar entre mi lista de series para colocar la serie de 10 cosas que amo y odio de ti, que bien no la continuaron, me gusta mucho y ya la había visto unas tres veces y nunca me cansaba.

—Camila vuelve, no terminamos —le grite para que me escuchara del baño de la sala.

—Dame respiro —Suena el timbre llamando mi atención.

—Timbre —avise.

—¡Abre! —"que obviedad."

Con molestia me levante del suelo de la alfombra y camine con fastidio hacia la puerta, al abrirla me lleve una grata sorpresa al ver a mi mejor amigo Jonatha.

—¡Ey! ¿Que haces por estos lares? —se acercó y me abrazo con un poco de dificultad ya que tenia las manos ocupadas con bolsas llenas de dulces, comida y bebidas gaseosas.

—Leí el desahogo en tu estado de whatsApp y supe de inmediato que solicitabas de mi sensualidad.

—Te adoro —Le dejé pasar y le ayudé cuando el guardaespalda llego de la nada y nos detuvo.

—¿Todo bien señorita? —Le mire y sonrei asintiendo.

—Si descuida, es solo un amigo, no tiene de que preocuparse —el asintió y se relajo volviendo a darse la vuelta e irse.

—¿Cuando esta casa fue nombrada como el olimpo?

—Ja, ¿por que lo dices? ¿Por el guardaespalda de camila?. —lleve las cosas a la sala y luego corrí a la cocina por mas envases para repartir lo que se trajo.

—Mis ojos vieron a un dios de la mitología griega.

—¡Estas desatado ahora! Ten en cuenta que aun no lo asimilo, aparte parece un cascarrabias, que gustos los tuyos.

—No tienes porque mostrar tu actitud celosa —sentí sus manos en mi cintura y me reí.

—No estoy celosa, solo te protejo... Bueno puede que solo un poco celosa, no quiero que tengas un novio porque siento que te alejaras, como han hecho todos.

—¿Te refieres de una manera puntual a...? —Me di la vuelta quedado frente a él.

—Sussy y Matias, Michelle y Marc ahora de casados, ¿sigo?

—Exageras —me suelta y me ayuda con los vasos y salimos.

—Exagerar nada.

—Oh vaya Jonatha que sorpresa, no sabía que teníamos visitas, toma asientos, estas en la destrucción de dos chicas hormonales, ¿estas preparado?

—Si, antes de venir previne con una vacuna.

—En ese caso, toma asiento, solo ten cuidado con la alfombra, ¿podrías quitarte los zapatos? sino es mucho pedir. —me reí mientras Camila parecía dar ordenes a Jonatha de que hacer y el las acataba al pie de la letra, una vez deje los platos sobre la mesa central, me acerque a la televisión para poner a rodar así mi serie.

Entre bromas, enamoramiento y odio por diversos personajes, Camila le da pausa a la televisión cuando aun faltaban cuatro capítulos por acaban.

—Me has arruinado la película, ¡¡no tiene nada que ver!!

—¿Y que? A ti te gusta Pretty Little Liar y tampoco es que tenga mucho que ver con su libro.

—Yo... No lo consiento —se cruzo de brazos mientras Jonatha reía a mi lado comiendo una patatas.

Me acerque a Camila y le arrebate el control.

—¡Deja la quejadera! —reclame empezando a sentir dolores en el vientre, cuando me alteraba solían darme puntadas.

—¡Me quejo lo que quiero! —rodee los ojos y deje el capitulo seguir su curso.

—Ten, un chocolate, dicen que es bueno para los nervios —Jonatha estiro su brazo por mi cuello y le paso el tarro de chocolate y yo me sentí celosa por no tener uno también.

—A claro para ella si pero a mi que me parta un... —Fui callada cuando Jonatha introdujo de forma brusca un pedazo de chocolate y no me quedo de otra que morderla y disfrutar de su sabor. —Tes alba for eta —trate de decir con la boca llena.

No sabia cuanto había pasado sentada sin moverme, pero la roja (y no me refiero a Camila) no se detuvo por nadie cuando bajo de manera abrupta dándome a entender que había pasado mas del tiempo estipulado para dejarle correr.

—Mierda —Me levanté con sumo cuidado despertándome por completo y me di la vuelta quedando sobre el mueble y mis dos amigos.

—¡Mierda! —volví a expresar moviendo a Jonatha de lugar y obligándole a no ver la ahora formada mancha sobre el sofá.

—¡Mierda! —exclamo esta vez Camila dándose cuenta.

—Jonatha acompañame a la cocina ¿si?

—¿Que sucedió? —el hizo el amago de ver pero me interpuse rápidamente.

—¡¡Noo!! Nada, ve con Camila.

—No, debes decírmelo, lo deduzco... Puede ser que mi amiga a...

—¡¡Callate!! Camila llevatelo —Camila se levantó y jalo de su brazo obligándole a levantar.

—Vale, vale, iré contigo, deja el drama Kiara, es normal en la mujer.

—¡Que te calles! —Una vez salieron corrí al baño y me asegure de cambiarme tanto la ropa interior como la toalla sanitaria.

¡Que vergüenza por dios! Como no me di cuenta a tiempo, pude haberlo prevenido, ahora como podría volver a ver a mi amigo a la cara sin acordarme de esto.

Lave mi ropa interior a mano y luego tome un trapo y  limpiador para ocuparme del manchón que había dejado sobre el sofá.

Una vez eliminado aquello, respire agotada y fui hacia el baño para tomar mi ropa interior mojada y salir con intensión de subir a mi cuarto cuando el timbre volvió a sonar.

Espere solo para ver si Camila salia a abrir, pero no fue así, bueno, de la cocina era complicado escuchar el timbre.

Corrí hacia la puerta y al abrirla casi se me caer las bragas que cargaba puestas de la sorpresa, ¿que demonios hacia aquí Luke? ¿Como sabia donde vivía?

—Vaya recibimiento —Su mirada estaba dirigida hacia mi braga en la mano y al notarlo la oculte tras mi espalda.

—¿Que haces aquí? —trato de detener su risa cubriéndola y yo solté la puerta para recostarme de ella.

—No se, eso preguntárselo a Jonatha que me llamo...no sabía que estarías aquí.

—¡¡JONATHA!! es que cuando vengas veras como lo mato ¡¡JONATHA!! —Este apareció unos segundos después riéndose y acercándose a nosotros.

—Luke amigo, que alegría, ahora si pueden contarme como era eso de que tu eras el famoso Damian.

¡Mierda! Definitivamente no conté con eso, ni recordaba que él no sabía de eso.

MARATÓN 1/10