No puede ser verdad.

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7 meses después.

Aun no podía creer que habían pasado siete meses desde aquella vez, no podía creer que habían pasado siete meses de la ultima vez que vi a Santiago, hace siete meses que tome la decisión mas difícil y a la vez mas sencilla del mundo que era ser feliz con el hombre que quería, nunca pensé que lo iba a conseguir, nunca creí encontrar a alguien así, y no es en si él, sino lo que siento cuando y lo que soy cuando estoy a su lado, me hace bien.

Aunque todo esto lo digo con el aire de una enamorada que me nubla la vista, porque nada parece estar bien, el ambiente esta muy tenso desde que la enfermedad de Michelle empeoro, y desde que ella tomo la decisión de no someterse a tratamiento, cada noche lloraba por ella, y no podía verla, me derrumbaba verla en tan mal estado, pero ella solo piensa en su bebe y es lo que la hace resistir, sin embargo tengo miedo que no pueda salir del parto, tengo miedo de que las cosas no funcionen, el doctor hablo de que su enfermedad la esta consumiendo demasiado rápido y mas al estar en estado, y aunque tratamos hacerla entrar en razón y casi que obligarla a someterse al tratamiento, ella se resistió, hacemos todo lo posible por hacerle pasar los mejores momento y que olvide o se aleje de lo malo, sin embargo muchas veces la enfermedad la tumba por completo en una cama.

Marc esta desesperado, el pobre no sabe que hacer para ver a su mujer contenta, para estar bien sabiendo el daño que se hace, no sabe como sostenerse a pie día a día.

Camila se había ido, había vuelto a Los Ángeles, ella tampoco estaba del todo bien, y quiso mantener su mente ocupada atareada de trabajo, no quería saber mas de Sebastian, no quería ver como su mejor amiga se hacia daño, todos conocemos su carácter, y cuando se enoja prefiere alejarse antes de hacer mas daño con sus palabras a otros, pero también es débil en ciertos aspectos, y volvió a los meses, nadie era capaz de abandonar cuando sabíamos del estado de Michelle.

Jonatha... Jonatha... era el único que estaba conmigo el mayor tiempo posible, sabia que pronto debía volver a Italia, pero me rehusaba a la idea de perderle a él también, era como un hermano, ese hermano que nunca tuve, con quien puedo desahogarme, a quien le puedo contar todos mis problemas y juntos nos apoyamos en todo y nos escuchamos.

Por eso él era la única persona sentada a mi lado en la sala de espera de una clínica, esperando mi turno para pasar y que mi hicieran los análisis de sangre, no había hablado con nadie mas que con él de esto, nadie sabia de mis sospechas de embarazo, salvo él, el único que estuvo conmigo desde el día que me debió bajar y no lo hizo.

No he querido hablar de esto con nadie mas porque asumía que no era el mejor momento por la situación de Michelle,  Luke por eso mismo no esta del mejor animo, al contrario, de hace un par de semanas para acá ha estado de muy mal humor, casi no habla, y su rostro endurece cada que intento hablar con él de cualquier tema, me ha estado evitando, ya no se queda en casa a dormir conmigo, y se que tampoco va a dormir a casa, pero no he querido hablar del tema, supuse que estaba así por la situación de su prima así que solo le di su espacio, y trato de no agobiarle demasiado con mis tontos problemas, después de todo aun no estaba segura, puede ser una falsa alarma.

—Tienes que dejar de temblar de esa forma, veras que todo saldrá bien —asenti no muy segura de ello cuando tomo mi mano y la apreté para tomar confianza.

—Siento que si llega a ser...joder pero que mal momento de verdad —Me tomo del hombro y me abrazo, deje caer mi cabeza en su pecho y mis ojos se cristalizaron, no quería llorar, pero me encontraba mas sensible de lo normal últimamente, detestaba sentirme así, y detestaba que fuera justo en estas circunstancias.

—Señorita Mckenzie, ya puede pasar a hacerle la prueba de sangre —asenti y me levante temeraria, mire por ultima vez a mi amigo y apreté fuertemente su mano, no quería soltarle, tenia mucho miedo, pero lo hice.

No se en que momento sucedieron las cosas, nunca lo espere, no se en que momento se empezó a derrumbar esa torre que fuimos construyendo con los años, no se en que momento llegamos hasta acá, todo es un desastre, la perdida es dolorosa, ya nada es igual, nada sera igual.

Me encuentro al lado de la cama, en el suelo, con el celular aun entre mis manos, Luke había salido apresurado dejando la puerta abierta, podía escucharle gruñir desde el piso, escuchaba sus ultimas pisadas, escuchaba sus golpes a la pared, nunca pensé que esto fuera a terminar así.

La puerta se cerro y a lo lejos el sonido del auto encender, Jonatha llego hacia mi, pero no podía escuchar nada, estaba absorta de este mundo, esto tiene que ser una muy mala broma.

Me sujeto con fuerza y me ayudo a mantenerme de pie, Camilia también bajaba junto a nosotros y al salir nos adentramos al auto de Luke, estaba tenso, muy tenso, preocupado, enojado.

—No puede estar pasando... ¡¡arranca de una vez!! —escuche los gritos de Camila a un lado de Luke, este no contestó, solo obedeció.

—Hay que guardar la calma, enojarnos con el otro no cambiara la situación. —La lágrima corrió por mi mejilla y mis manos viajaron a mi vientre ejerciendo fuerza.

Aun no podía creer tanta injusticia, tanta tristeza, tanto dolor.

Todo el camino fue igual, una inmensa furia y tristeza rodeaba el ambiente, al llegar a hospital Luke fue el primero en salir disparado y perderse al entrar al hospital.

Tambalee al marearme y Jonatha me atajo, Camila enfurecida apresuró su paso y yo trate de mantenerme en pie y no caer en llanto, esto no podía ser real, no podía.

La imagen al llegar termino por destrozarme por completo, me quede de piedra al llegar a la sala, Jonatha a mi lado no manifestó nada, Camila cayo en el suelo golpeando su cabeza en la pared, todos a mi alrededor estaban conmocionados, familiares abrazados y llorando, Cassandra estaba ahí, junto a Sussy con una expresión difícil de interpretar, Luke corrió a abrazar a Marc, Marc quien caminaba de un lado a otro desesperado cogiéndose del cabello.

El doctor salió de la habitación y obtuvo la atención de todos en el pasillo, muchos se levantaron y comenzaron a a bombardear al doctor de preguntas, este a su vez se veía un tanto incomodo por la situación.

—Pudimos estabilizar al bebé, en este momento esta siendo atendido, sin embargo me temo que la madre no corrió con la misma suerte.

—¿¿A que se refiere con eso doctor?? ¡¡Hable!! ¿Que ha pasado con mi esposa? —Marc se aferro a la manga del doctor cuando Luke le aparto tratando de calmar sus nervios.

—Lo sentimos mucho, hicimos todo lo que estuvo en nuestro alcance, pero no pudimos salvarla.

—¡¡¡NOOO!!! —el puñal en mi pecho al ver a Marc desesperado y llorando tratando de zafarse del agarre de luke para poder entrar a la habitación me desgarro.

—¡Esto no puede ser cierto! ¡¡Sueltame!! ¡¡Tengo derecho a verla!! —el doctor se aparto aprobando el acceso, y sin pensarlo dos veces este entro y corrió a su camilla.

Ahí estaba Michelle, nuestra gritona, dulce y alocada Michelle, mi mejor amiga, con sus ojos cerrados y el alma fuera de su cuerpo, esto no podía ser real, simplemente me negaba a pensar que la habíamos perdido y que este era un adiós.

—¡Mi amor! No me dejes por favor te lo ruego, ¡¡no me dejes!! —las lágrimas salieron sin poder evitarlo, Marc lloraba aferrándose al cuerpo de su esposa, del amor de su vida.

—Para Marc... —El padre de Michelle intento darle fuerzas y apartarlo pero este no se rindió soltandose de su agarre y abrazo el cuerpo de su esposa.

—Te amo, ¿me escuchas? ¡¡Te amo!! Y eso no va a cambiar amor, te amo... —Su voz se fue perdiendo en el sollozo.

Amiga ¿por que te nos fuiste? ¿Por que?

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No se como pude hacerlo...
Hasta aquí el capitulo de hoy, nos leemos en el próximo.

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¡PERRAS! Nuevo comienzo. (P#2) (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora