Luke.
Soy un imbécil, un gran imbécil, un imbécil con todas las letras y repetidas y multiplicadas por mil.
¿Que mierda hice?
Acabo realmente de apartar a Kiara de mi vida.
Era un estúpido... Luke vete a la mierda por imbécil.
Pero ¿que podía decir? Era competir con el amor de su vida, ¿que tenía yo para ofrecerle si no soy un chico de compromisos?
Aunque por ella yo era capaz de dar mi vida.
Me encontraba sentado frente a una barra de un bar de mala muerte, esperando solo que este día acabara y ella ya no estuviera.
Me estoy conteniendo jodidamente para no ir tras ella y llevarmela lejos, pero antes encargarme del cara de torta de Pascuali por haberse atrevido a tocar a mi chica.
Si, mi chica, mi Daisy, mi Kiara, solo mía ¡¡maldita sea!!
Tomé otro trago de tequila y deje el vaso sobre la mesa contrayendome del asco, no me gustaba tomar, lo detestaba, pero era lo único que podía hacer así no me entrometía en la vida de Kiara.
Yo no era para ella, no valía nada, yo no podía darle toda la felicidad que merece, porque soy un mierda mujeriego que nunca se ha comprometido a nada ni a nadie, tampoco hablo de mis sentimientos... Y Kiara... Mi princesa... Ella era frágil, muy emocional y no tenía miedo de decir lo que sentía, si tan solo fuera mas como ella la tendría aquí conmigo, ¡maldita sea!
Otro trago lleve a mi boca y deje que me quemara por dentro, quería ponerme lo suficientemente mal como para no tener fuerzas ni de levantarme de la silla.
—Hola guapo —Me di la vuelta y una morena con grandes curvas y ropa ajustada me tomaba del brazo y me sonreía, fastidiado aparté mi brazo y la ignore.
—¿Por que tan triste? ¿Necesitas consuelo? —lleve otro trago sin prestar atención.
¿Que estaría haciendo mi princesa ahora? Sonreí como idiota recordando todos los momentos juntos, los besos tan rico que nos dábamos, besos que hacían volar mi cabeza y me hacia olvida del mundo, solo existimos ella y yo, nadie mas.
—Mal de amores —sentí su palmada en mi espalda y luego la morena tomo lugar a mi lado. —¡Paul! Preparate algo fuerte —Le dijo al camarero para luego tomar mi brazo de vuelta.
—No quiero ser grosero, pero no estoy interesado en nada ahora. —Dije para dejar en claro a tiempo, que no quería sexo, sólo que me dejaran tranquilo.
—Lo entiendo, no estoy solo para eso, puedes contarme de esa chica —La miré y ella sonrió —La chica por la que estas así y aquí.
—Se llama Kiara —volví a llevar mis ojos a la bebida —Aunque me gusta llamarla Daisy, siento que es mas intimo ¿sabes? De la forma que solo yo puedo llamarle y nadie mas.
—Daisy, que divertido —se rió y tomo al igual que yo del trago que ella había pedido. Un asco, y muy fuerte.
—Si bueno, era el nombre que usaba cuando viajaba, cuando la conocí, y yo me llamaba Damian, eran nuestros nombres para ser quien éramos en realidad, y para poder querernos de verdad —Sonreí al simple recuerdo, pero pensar que ahora era otro el que la apartaba de mi vida, me ponía de muy mala leche.
—todo muy bonito, pero por algo estas aquí, ¿que paso? —asenti perdido en mis recuerdo y volví a tomar de la bebida asquerosa, aunque en cada probada le iba agarrando gusto.
—Paso que la cague... La deje ir y la perdí. —eso me dolía mas que una patadas en las bolas, no quería perderla, no ahora que creí haber encontrado realmente a la indicada para mi.
—Y si estas tan enamorado, ¿por que no vas por ella?
—Por que se va con otro... Otro que realmente vale la pena para ella aunque... —me tense y tuve que apretar mis manos para sacar esa imagen de mi chica besando a ese bastardo. — ¡¡es un cabrón!! ¡¡Y desearía matarlo!! Pero ellos tuvieron una historia antes de que yo llegara a su vida, y muy intensa, así que yo no pinto nada ahí. —volví a llevar el trago a mi boca y esta vez no me desagrado, quería mas, quería tomar hasta olvidarme de ella y sacarla de mi vida y de mi corazón.
—Si es la mujer para ti descuida que volverá, y sino... Quiere decir que nunca lo fue y lo superarás —Me pasó su trago y lo acepte rindiendome por completo.
—¿Como te llamas por cierto? —pregunte realmente apenado por mantenerla escuchando mis problemas amorosos sin saber de ella.
—Eliza ¿y tu? —me tendió la mano y la cogí.
—Luke —asintió y luego se fue para continuar con su trabajo, la mire y negué volviendo a mi alcohol.
Por mas que lo intenté, el alcohol seguía sin darme el efecto esperado, caminaba por las calles del centro bajo la lluvia de camino a casa.
Por lo menos mantuve mi promesa y no fui tras ella, lo mas probable es que ya estuviera con ese idiota y...¡NO! deja de torturarte, hiciste lo que debías hacer, ya no hay tiempo de lamentaciones, te jodiste y no hay marcha atrás.
Me estaba mojando y no me importaba una mierda, ya nada parecía demasiado emocionante y menos importante, mi única emoción era mi Daisy, verla enojar era la mejor parte, y besarla, besarla todo el día, besarla hasta que me perdonara, besarla y hacerla desear tanto como yo la deseo, no había nada mejor que eso, y la extrañaba, maldita sea, la extrañaba como un loco, y no sabía como controlar mi corazón, dolía, y nunca antes me había sentido así, yo no era así.
¿Que me hiciste mujer?
Volví a la residencia donde estaba viviendo, en un cómodo apartamento de un edificio de veinte pisos, no estaba nada mal, aunque supongo que ya no hacia falta quedarme, mi única razón de estar acá... se había ido, no tenia que mas hacer, debía tomar mis cosas y volver a viajar.
Me apresure a llegar al edificio y resguardarme de la lluvia aunque eso ya era estúpido, estaba empapado, pero me detuve en la puerta y no me pude mover, siquiera pestañear, no podía ser verdad lo que estaba viendo, tenia que ser una broma.
—¿Y tu que haces aquí?.
Aquí Luke para sus fieles amores.
Por hoy sera esto nada mas.
Instagram: zakyeeb
Nos leeremos en el próximo capítulo.
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¡PERRAS! Nuevo comienzo. (P#2) (BORRADOR)
RomanceCorazones que se mantenían unidos a pesar de la distancia por el recuerdo, volverán a encontrarse, pero no todo volverá a ser como una vez lo fue, el tiempo ha pasado, con ello la madurez toca la puerta, aunque se aferren al pasado, hay un presente...