Reparar el pasado.

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Tres días, Tres días habían pasado desde aquello, aun no podía concentrarme en el trabajo ya que no paraba de pensar en aquello, Michelle, mi mejor amiga, mi hermana, enferma, esto debía ser una broma, Pero no lo era y me molestaba la postura que estaba tomando con todo esto, lo se, capaz porque no estoy en su lugar no lo entiendo, pero me parece insensato que arriesgue su vida de esa forma por el bebe, podría no soportarlo, incluso podría no soportarlo el bebe tampoco, era un riesgo demasiado grande, y realmente no podía entenderlo.

Por otra parte me encontraba en la empresa, vestida formal y encerrada en estas cuatro paredes sin saber realmente que hacer salvo jugar con una pelota de goma y mirar por el gran ventanal cuando recibo una llamada a mi celular.

Santiago.

Casi me atraganto con la saliva y tomo el celular.

¿Que hago? ¿contesto o mejor no? Dios mio ¿por que mi corazón tenía que ir este ritmo?, no me dejaba concentrar.

Respire profundo y trate de ser madura, sabia que aun tenia cosas que aclarar y todo estaba muy inconcluso.

—Dime. —Dije sin mas realmente nerviosa, me sudaban las manos y me dolía el estómago, esto no era bueno.

—¿A que hora sales? —Mire confundida hacia fuera pero todos parecían estar muy concentrados en su trabajo.

—¿Por que lo preguntas?

—Solo contesta —me recargue del asiento y tuve que morder mi labio antes de contestar, ¿mentir o decir la verdad?

—Técnicamente ya puedo irme —La verdad aunque me temblara todo.

—Perfecto, porque estoy abajo esperándote. —Me levanté de golpe y fui hacia el ventanal, no se distinguía una mierda por la altura pero mi corazón si pareció creerle porque se acelero como nunca.

—¿Que haces aquí Santiago? ¿Estas loco?

—Si, por ti, te espero, deseo salir contigo hoy sino tienes planes —Escuche su risa tras la linea y colgué la llamada.

Encima se divertía con todo esto, para mi no era nada divertido.

Tome mi cartera y el celular y salí disparada de la oficina sin despedirme de los que lo hacían.

Mi corazón iba a mil y debía controlarme sino quería parecer una desesperada frente a él.

Una vez fuera resople, era cierto, ahí estaba junto a su auto esperando por mi.

—¿Subes? —Le miré mientras me acercaba a la puerta que me abría.

—¿Tengo opción? —Me tomó la mano y la beso riendo.

—Era esto o el secuestro, me alegra que hayas accedido por tu cuenta.

—Vaya muy psicópata lo tuyo ¿no? —no contestó cuando cerró la puerta y rodeo el carro para subirse de piloto y reír. —¿A donde vamos?

—Es una sorpresa —rodee los ojos y le miré.

—Dime o me bajo rompiendo el vidrio.

—Cariño esta blindada, así que te toca quedarte con la duda.

El se encargó de colocar música para el recorrido mientras manejaba fuera del centro de la ciudad ¿a donde se dirigía?

Bufé y supuse que solo tocaba esperar y no fuera un secuestro esto.

Sin quererlo me quede dormida en el trayecto cuando sentí sus delicados dedos sobre mi piel y me Exalté brincando del susto.

—Vaya forma de despertar —Sin prestar demasiada atención a su risa limpie los bordes en busca de saliva y por suerte no tenía, no tenia intensiones de que me viese así.

¡PERRAS! Nuevo comienzo. (P#2) (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora