Espero que te cuiden como yo no pude.

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Negro.

Hoy era un día bañado de negro, resultaba irónico que el cielo estuviera igual de oscura que mi alma en este momento, aun no superaba la muerte de mi gran amiga, ¿por que tuvo que irse de esa forma? ¿por que? A veces simplemente no entiendo los planes de la vida, no entiendo el propósito de la muerte, y menos la de buenas personas, existiendo tanta mierda a nuestro alrededor que realmente merecen morir, ya que no hacen mas que generar un mal en el ambiente y a si mismos. Pero supongo que la vida es así, injusta, o muy justa si se cree que vivimos solo para prepararnos a la vida eterna, es tan complejo ese tema, que prefiero siquiera tocarlo, tenia tanta rabia contenida y a la vez...no se, solo espero que este donde este, este bien.

Jonatha volvía mañana a Italia por lo que había pasado toda la mañana armando su maleta, hoy sería el entierro de Michelle, y debíamos de estar ahí.

Hace dos días de su muerte, hace dos días que no se nada de Luke, pareció desaparecer, supongo que estará con sus familiares encargándose de todo.

Ya sabia los resultados de mis análisis, pienso que no es el momento, aunque realmente es miedo, tengo mucho miedo de  como Luke lo vaya a tomar, no se si es el momento adecuado, no se si nuestra relación ya esta para afrontar ese nivel, cuando aun ni siquiera me había dicho te amo.

Una hora después, Camila me tomaba de la mano mientras entrabamos al cementerio, todos estaban ahí, de negro, familiares, amigos e incluso personas que en la vida fueron cercanos a Michelle, sin embargo eso es lo típico, en tu funeral aparece todo aquel que te trato como mierda en tu vida solo para sentirse menos culpables de tu perdida, hipócritas.

Jonatha me tomaba de los hombros y caminaba a nuestra espalda en busca de nuestros amigos, fue un poco difícil encontrarlos, por alguna razón había mucha gente, bueno claro, Michelle siempre fue de conocer a muchas persona, siempre fue la mas sociable de todas.

Me detuve viendo frente a mi el hoyo que habían creado para dejar el cuerpo de mi amiga y no pude evitar llorar, no pude evitar el que me doliera, simplemente no pude, unos brazos me rodearon y deje caer mi peso sobre su cuerpo, dicha persona me arrastro hacia atrás y me hizo darme la vuelta para abrazarme y derramar mis lágrimas sobre su camisa.

Era muy duro, demasiado duro, y difícil de creer, aun no podía creerlo, no quería creerlo.

—No llores mas, Michelle es una campeona, se que este donde este esta bien y lo que menos quiere es vernos mal —mi corazón se acelero y me aparte para asegurarme que esa voz fuese de quien pensaba que era.

—Santiago... —sonrió y asintió aunque no tan alegremente.

—No entiendo porque tanta sorpresa Mckenzie —le mire a los ojos y no pude creer que realmente era él, era la primera vez que lo volvía a ver después de que le deje, todo esto era tan extraño.

—Disculpa, es solo que... es muy extraño todo esto —trate de regular mi respiración y sorber mis mocos.

—Lo se... Nunca pensé que algo así pudiera pasar, son muy pocas las veces que te detienes a pensar que la muerte puede llegar en cualquier momento y llevarse a quienes amas. —Le mire a los ojos y por unos segundos ninguno de los dos dijo palabra.

—Kiara vamos, ya va a empezar, Hola Santiago —Cami llego tomando de mi hombro y empezó a jalarme para que la siguiera.

—Me da gusto volver a verte, aunque no haya sido en el mejor de los momento. —Le dije sincera, sin moverme de mi lugar.

—Espero de corazón que estés bien, y que te estén cuidando como yo no fui capaz de hacerlo. —Hizo el amago de acercarse pero Camila interrumpió su paso e interrumpió también mi replica, tampoco quería que pensara así, después de todo, estuve enamorada de él, y aunque no hayan sido muchos los momentos bonitos, hoy día los rescato.

—Santiago lamento ser tan... rompe reencuentros históricos, pero debo llevarme a mi amiga. —El asintió y estiro su brazo para dar a entender de que podíamos irnos.

—No era necesario ser tan...así con él —Le reclame limpiando mis ojos húmedos.

—Pobre, luego le mando una paleta de disculpa, vamos —Me gire por ultima vez y lo vi ahí, el también me miró hasta que Cassandra llego junto a su hijo y él llevo toda su atención al pequeño.

A pesar de todo lo que paso, lo que menos le deseaba era el mal, y espero de corazón que de ahora en mas pueda ser él mismo, y cumplir sus metas.

La verdad fue peor de lo que pensé, decir adiós, ¿como se puede decir adiós a la persona que se quiere? ¿Como se le dice adiós a una amiga que fue siempre tan buena y unida? A alguien tan joven y llena de vida, ¿Como se le puede decir adiós cuando ves a su esposo llorar con una hija en brazos? ¿Como se hace para dejarla ir? ¿como se hace para aceptar su perdida? Me destrozaba, nunca pensé que esto pudiera pasar, no podía aceptar su perdida, nadie podía, era demasiado duro.

Ahora me encontraba en el auto de Camila, había visto a Luke, pero él no pareció verme a mi, intente alcanzarle pero de alguna forma desapareció, necesitaba hablar con él, sabia que no era el mejor momento, pero era importante que él lo supiera, necesitaba que supiera que estoy embarazada, y que vamos a tener un bebe.

—¿Estas segura de que quieres subir sola? Te puedo acompañar si quieres, o esperar aquí abajo yo...

—No hace falta Cami, vuelve a la casa, yo puedo con esto —respire profundo y mire hacia la ventanilla el edificio donde vive Luke, ¿estaba segura de hacer esto? Vamos, es ahora o nunca.

Abrí la puerta y me despedí de mi amiga antes de cerrarla, me quedé de pie ahí insegura de dar un paso, pero debía hacerlo, apreté las mangas de mi suéter y tome el valor para entrar a la residencia, tenia las llaves, Luke me las había dado, así que no tuve inconvenientes para subir y mucho menos para entrar a su apartamento.

Las luces estaban encendidas así que estaba en casa, era un desorden en comparación a la primera vez que subí, y habían varias cajas regadas por el suelo.

—Amor... ¿estas? —Grite pero nadie me contesto, fui hacia el pasillo hasta llegar a su habitación, la puerta estaba entreabierta así que me acerque, pero me detuve antes de llegar cuando Luke apareció frente a mi en la puerta con dos maletas en la mano.

—Kiara... —lo mire a los ojos y lo que vi en ellos no me gusto, fue un golpe directo al pecho.

—¿que haces con esas maletas?...

¡PERRAS! Nuevo comienzo. (P#2) (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora