Marc.
Estos últimos dos días han sido una mierda para ambos, mas para Michelle, ahora mismo no sabia como ayudarla y ser su soporte, me costaba y me desgarraba por dentro verla así.
Hace dos días que no se levanta de su cama, que no come nada a menos de que la obligue, me ha pedido que le de un espacio por lo que me he ido a dormir a otra habitación, sin embargo por las noches puedo oírla llorar.
Me dolía como nadie lo que estaba sucediendo, me dolía como nadie verla así, y tenia miedo de perderla, tenía miedo de perder a la única mujer que me ha hecho amar con locura.
Quería meterme en su mente y así saber en que pensaba, tenia miedo de las ideas que podrían rodar por su cabeza, temía de su estabilidad, y no sabia que mas hacer por ella y para que se recuperara definitivamente.
Me encontraba en la cocina preparando un poco de sopa de algas, sabía que era su sopa favorita y haría lo que fuera por volver a verla aunque sea probar bocado.
Saque un plato hondo y un cucharón para poder llenar el plato de sopa, lo deje sobre el budare y saque el jugo natural de naranja que había preparado temprano para verterlo en un vaso y dejarlo justo al lado de la sopa.
Me acerque al cajon donde guardaba las cosas dulces y saque un paquete de galletas de chocolate y un par de gomitas para esparcirlas sobre un plato y listo todo tome una flor del jarrón y me encargue de subir todo a la habitación.
—¿Se puede?
Pregunté antes de entrar aunque sabia que no obtendrías respuesta alguna.
Al entrar me encontré con Michelle acostada de espalda en la misma posición que llevaba acostada desde ayer, sabia que no estaba dormida por lo que no pude evitar sentir un gran dolor en mi corazón, y mis ojos quemaban por las ganas de llorar, pero debía ser fuerte, por los dos, o mejor dicho por los tres.
Me senté al otro lado de la cama y lleve mi mano a su brazo para acariciarlo, amaba tocar su piel y la tranquilidad de saber que estaba me traía.
—Amor, te traje comida, por favor, tienes que comer.
No habló, y no esperé que lo hiciera, solo me dejé caer a su lado y la abracé fuertemente tratando de brindarle todo mi apoyo.
—No tengo hambre.
Habló, mi amor habló...aunque su voz salio un poco ronca no me importo, la alegría que sentía al escucharle hablar era mas fuerte.
—¡¡Mi amor!! Hablaste, ¡¡al fin!!
—Te puedes llevar la comida, de verdad no tengo hambre.
—Amor tienes que comer por favor, no puedes pasar días así, no le hace bien ni a ti ni al bebe.
—¿De que vale? Estoy enferma Marc, no estoy bien de todas formas.
—Amor no digas eso.
La obligue a darse la vuelta para mirar esos ojos caídos y llenos de lágrimas.
—Amor te prometo que pasaremos de esto juntos.
Bese cada uno de sus ojos tratando de borrar sus lágrimas por completo y la abracé, la abracé lo más fuerte que podía.
—No me quiero morir.
—¡Amor no! ¡¡No te vas a morir!! No digas eso.
Acaricié su pelo y trate de tranquilizarla, verla y sentirla llorar era lo peor que podía pasarme, simplemente no podía soportarlo.
—No quiero que perdamos a nuestro bebé Marc, no quiero.
—Amor trata de calmarte, ya hablamos con el doctor, hay tratamientos que te van a mantener estable y con vida amor.
—No Marc ¡¡No!!
Se apartó de mi bruscamente y me quede perplejo ante su acción, odiaba no poder saber que rondaba por esa cabeza, odiaba no saber como hacer para ayudarla.
—No me voy a someter a esa quimioterapia ni a los tratamientos.
—¡Amor no! Detente, no sabes lo que dices, tienes que hacerlo amor, amor ¡¡yo no te puedo perder!!
Sentía la opresión en mi pecho, y no podía controlar las ganas de llorar, es que no podía ni pensar en una vida sin ella, me negaba, no permitiría algo así.
—Tampoco puedo dejar que nuestro hijo muera, no puedo Marc, no quiero.
—Amor te lo pido por favor, ¡escuchame! No puedes hacer esto.
—Escuchame tu a mi, es mi decisión, no voy a arriesgar la vida de nuestro bebe, el único que tendremos, si comienzo los tratamientos viviré esclava de eso, y eso no es vida amor, no te puedo obligar a que tengas que pasar por todo eso conmigo.
—Estamos casados Michelle, ¿te lo recuerdo? Y es mi decisión estar contigo y juntos en las buenas y en las malas, yo no te voy a dejar y tampoco voy a permitir que des tu vida así.
—Es nuestro bebe Marc, y ya lo pensé, no me pueden hacer decidir entre el o yo, no puedo.
Sus lágrimas corrían una tras otra y eso me desgarraba el alma, no podía verla así, no podía estar de acuerdo con su decisión, me negaba a perderla, no podía vivir una vida sin ella, no podía, esto estaba mal y era una mierda total.
¿Por que Dios? Si hemos hecho las cosas bien, ¿por que tenías qué hacernos esto? ¿¿¿Por que???
¿¿Por que a ella y no a mi?? ¿¿Por que no te la agarras conmigo??? No puedo soportar verla así, muero con ella, no puedo.
No puedo dejar que pase, tengo que hacer algo.
MARATÓN 4/10
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¡PERRAS! Nuevo comienzo. (P#2) (BORRADOR)
RomanceCorazones que se mantenían unidos a pesar de la distancia por el recuerdo, volverán a encontrarse, pero no todo volverá a ser como una vez lo fue, el tiempo ha pasado, con ello la madurez toca la puerta, aunque se aferren al pasado, hay un presente...