Necesito que vengas.

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Kiara.

Me desperté a la mañana con todo el  cuerpo contracturado, era una injusticia que anoche haya perdido la apuesta y haya tenido que pasar la noche en el sofá, siento que Jonatha y Jason hicieron un complot contra mi solo porqué Camila los sedujo con su encanto y así ella conseguir quedarse con la cama, porque es que sino no entiendo.

Yo soy la mejor jugando al kimi.

Trate de estirar mis brazos y piernas para bajar la tensión de ellos y por poco me llevo un susto por el sonido que hicieron las diferentes partes a la vez.

La próxima vez no la dejaría ganar tan fácil.

Me levanté por completo para ir al baño y lavar mi cara y dientes.

Mi estomago rugía del hambre, no veía la hora de pedir comida a la habitación.

Vi hacia la cama y solo Camila dormía en el, ¿y los chicos donde estaban? ¿Habrán ido a la habitación de Jason?

De repente la puerta se abrió para encontrarme a un sudoroso Jonatha que se despojaba de su camiseta mojada y me dejaba ver su espectacular tabla de chocolates, por Dios ¿en que momento dejo de ser el flacuchento para estas así? Vaya pena que sea gay.

—Ey Kiara ¡hasta que por fin despiertas!

—¿Dormí mucho?

—Toda la mañana, ¿tienes hambre?

—Un poco, si...¿y Jason?.

—Ehm ni idea, salio mucho mas temprano que yo porque no le vi.

—¿Y en su habitación?

—No, ya pase por allá y tampoco estaba.

—Que raro.

—No te preocupes, ¿pido de comer o bajamos al cafetín?

Lo dude por unos segundos, si era sincera, solo quería volver cuanto antes a casa, estaba hecha un asco, con la misma ropa de ayer y con olor a alcohol en mi cuerpo.

—¿Que te parece si despertamos a Camila y comemos en su casa?

—¿Y que sucederá con Jason?.

—Llamalo mientras yo me ocupo de Camila.

Estuvo de acuerdo por lo que salio a la terraza para obtener mejor señal y privacidad, por mi parte me prepare para la dura tarea de despertar a Camila, en realidad no lo había hecho nunca ya que ella siempre parecía estar despierta antes que yo, por lo que resultaba algo extraño tener que levantarla.

—¡¡Ey!! ¡¡Cami!! Vamos es hora de irnos.

Me senté a su lado y la mené un poco para ver si con eso reaccionaba, pero poco parecía reaccionar.

—Vamos Cami ¿que onda? ¿Desde cuando duermes tanto?

Le di un par de palmadas en su espalda pero Camila levantó agresivamente su mano y me apartó.

—Vaya cariño.

Definitivamente no seguiría intentando, aprecio mi vida.

Me tumbe a su lado soltando todo el aire y me quedé viendo hacia un punto nulo.

De repente me cogió una sensación súper extraña en el hueco del estómago, no sabia exactamente como definirlo, pero era una sensación fea, como si me sintiera desencajada alrededor de estas cuatro paredes, estaba incómoda, y quería irme, no sabía porque pero tenia incluso ganas de llorar, ¿seria por el ultimo día de mi menstruación? ¿o era otra cosa?

¡PERRAS! Nuevo comienzo. (P#2) (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora