Capítulo 8.

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Quinto día en el infierno

Esta mañana, desperté antes que Collings. No sé cómo, la foto que tengo con Natalie está pegada en el techo. Desde el respaldo de mi cama puedo ver la impresionante sonrisa de Natalie. La extraño.

Estoy en uno de esos momentos en que ni yo mismo me entiendo.

Quiero ir al paraíso para reencontrarme con Taylor pero siento más amor y cariño por Natalie. Juré nunca matar a alguien pase lo que pase y ayer, maté a varias personas solo para poder encontrar la felicidad que hasta hoy, aún es desconocida. Quiero volver a la Tierra por un momento, quiero vivir en el paraíso pero tengo que conformarme con un infierno que me está comenzando a gustar solo porque se parece a mi mente. ¿Debo continuar con esto?

Darlo todo por alguien que no sé si quiera estar conmigo cuando en realidad, yo quiero estar con otra persona. A estas alturas, rendirse no es una opción.

Collings entra azotando la puerta.

-¿Por qué no te quitaste esa ropa?-

-Porqué...-Hago una pausa para ver lo que traigo puesto. -Porque estaba demasiado cansado que solo qui...-

-¡Esos no son pretextos!- No entiendo la actitud de Collings. Un día me quiere y al otro me odia, no sé dónde había visto esto antes.

-No debería hablarle así a quién le ayudó a conseguir alimento por al menos un año más.-

-Yo puedo hablarle como se me dé la gana a quien yo quera.-

-Está bien.-Asiento.

-¿No tienes ganas de pelear conmigo?-

-No estoy de humor.-

-¿Qué te pasa?-

-No lo sé. No sé qué siento, cómo me siento, no sé ni siquiera qué es lo que espero hacer.-

-¿Estas confundido?-

-Bastante.-

-¿Ya no quieres ir al paraíso?-

-Quisiera ir pero, con exactitud, no sé a qué quiero ir.-

-¿Qué es lo que te impide pensar claro?- Me paro encima de la cama, cuando intento agarrar la foto del techo, Karl la lanza en dirección a Collings quien se queda observando fijamente la imagen por unos segundos e interroga:

-¿Ella es Taylor?-

-No, ella es Natalie.- Observo el piso, evitando llorar.

-¿Vas a llorar?-

-No.- Fijo la mirada en los ojos de Collings.- ¿Puedo saber cómo están Natalie y Taylor?-

-Natalie si puedes saberlo. Saliendo de la ciudad se encuentra la "Montaña Infraterrenal", tiene una especie de comunicación entre el infierno y la tierra. Desde la cúspide se puede establecer una conexión entre seres de dos mundos distintos. Básicamente, podrás ver a Natalie, tus amigos y familiares durante un tiempo determinado y así saber cómo se encuentran. Ahora, ver a Taylor, eso es imposible, desde el paraíso se puede obtener la vista de todos los mundos, pero desde aquí solo se puede ver la Tierra.

¿Quieres ir a la montaña?-

-Supongo que saber cómo está Natalie me hará sentir mejor, así que sí.-

-Bien, saldremos mañana temprano, no te duermas tarde.-

-Sí, lo intentaré.-

Collings al parecer tiene un lado amable. Su manera de calmar un poco mis emociones y de apoyarme en esto, es algo inexplicable. Ella se preocupa por mí pero le gusta hacerme sufrir. Desea con todo su corazón petrificado que me vaya mal y que su persona sea el motivo por el cual quiero rendirme pero, se preocupa cuando alguien más causa sufrimiento en mí.

Las ansias por escribir y desahogarme aunque sea con una simple hoja se apoderan de mí. Aún conservo el lápiz con el que escribí el escrito anterior. Busco algo en dónde pueda anotar, encuentro una servilleta y...

"Tener el corazón dividido duele más que tener uno asimétrico. La distancia y falta de tiempo suelen diluir los sentimientos. En un abrir y cerrar de sentimientos, se puede acabar el amor. Preferiría terminar una relación por una infidelidad que por un distanciamiento, porque en una infidelidad empiezas llorando, sufriendo, pero terminas guardando rencor, odio, coraje, ganas de ver morir a la que será quizá, tu próxima víctima y en un par de meses, todo tu dolor puede sanar. En cambio, en un distanciamiento, sufres por querer continuar con algo imposible, sufres porque te están olvidando, tu amor se empieza a contaminar de impotencia y lo único que queda es dejar que la herida sane pero la cicatriz, ahí queda para siempre. Es un dolor constante dónde la única medicina, está en el ser de cada quien; superarse, combatirse y si es posible, volver a arriesgarse, es difícil de superar."

A veces pienso que desahogarse no funciona, porque engañas a tu mente diciéndole que has dejado ir tus problemas cuando en realidad, siguen en pie y atacándote.

-¿Qué no te dije que te durmieras temprano?- Amenaza Collings.

-¿Qué horas son?-

-Desde hace rato debiste haberte dormido. Has sufrido mucho.-

-¿Ya se acabó el día?-

-Sí, creo que hoy ha sido el día más corto desde que estás aquí, así que intenta relajarte y acuéstate a dormir que mañana tenemos cosas que hacer.-

-Creo que ya dormiré, buenas noches señorita Collings.-

-Buenas noches, estúpido.-

No sé cómo se le pueda llamar a la manera de querer de Collings pero de lo que sí estoy seguro, es que muy en el fondo ella es buena persona.

Acomodo por última vez mi almohada antes de cerrar los ojos y me voy a descansar.

Traición en el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora