Capítulo 19.

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Hola, ¿Me recuerdas?-

-¿Alexander?... ¡Alexander!-

-¡Taylor!-

Ambos corremos en dirección al otro. En cuanto quedamos a unos centímetros, nos damos un abrazo digno de un reencuentro. ¿Para qué describir semejante momento tan hermoso?

Nuestros cuerpos se funden en uno solo. La suavidad y ligereza con que toco la espalda de Taylor hace que derrame una lágrima. Algo extraño sucede.

El cuerpo de ella tiembla, mientras el mío está quieto.

Parece ser que el momento del reencuentro, no fue como me lo imaginé. Sí, mi corazón está acelerado y mi respiración trata de ocultar el llanto que está a punto de salir pero, mis sentimientos siguen igual. No la amo.

Quizás los momentos que pasamos juntos hicieron que los extrañara más a ellos que a la persona con la que los viví. Aunque trato de fingir que realmente la amo, no funciona. Es como cuando quise hacerme creer que sentía algo por Dayana, cuando en realidad lo único que quería era sentir el tipo de amor que te motiva a seguir adelante y te da una motivación extra que necesitas para hacer las cosas. Sigo repitiéndolo, NO amo a Taylor.

Siento en mí una gran decepción. Es de esos momentos en los que esperas mucho y pasa poco. Lo que sentí fue inhumano. Vaya que es difícil pasar catorce días en un lugar donde cada instante luchabas por mantenerte con vida y todo para encontrarte con tu supuesto "amor de tu vida", y lo peor es que cuando por fin la encontré, mis sentimientos se arrepintieron. Mira que hacerse para atrás cuando estás en el momento de disfrutar no es muy agradable.

-¡Alexander! Te extrañé demasiado. Me hacías tanta falta.-

-Sí, tú a mí también.- No es cierto.

-Mírate, que lastimado estás, ¿te sientes bien?-

-Sí, estoy bien.- No, no lo estoy, el problema soy yo.

-¿Quieres un poco de agua?-

-No, gracias.- En realidad quiero desaparecer de aquí.

-Que emoción volverte a ver de nuevo.-

-Estoy tan feliz de verte.- Supongo que tendré que fingir hasta que pase un mes y regrese al infierno, o... puedo matarla. Arrojarla del muelle bastará para que se ahogue y ya no pueda respirar.

Qué cosas digo. Estoy empezando a delirar.

-¿Cómo fue que moriste?-

-Una bala atravesó mi cabeza cuando intentaba detener a Stephanie. Los médicos no pudieron hacer nada para salvarme y morí.-

-¿Stephanie?-

-Sí, mi mejor amiga, la que antes de conocerte, me besó, o la besé, no recuerdo.-

-¿Ella te besó así?-

Con su mano toma mi cabeza por detrás y la acerca a ella, baja mis labios a los de los suyos, chocan, se introducen en su boca, su otra mano la coloca en mi pecho, no tengo idea de lo que pasa, pero me hace recordar bastantes cosas. Pongo mis manos en su cintura y la acerco a mí. Desconozco cuánto duro el beso pero la magia que me hizo sentir, es suficiente para desaparecer mis dudas y reaparecer mis sentimientos. Fue increíble.

-Te amo, Alexander.-

-¿A pesar de todo?-

-Nada ha pasado entre nosotros, seguimos teniendo los mismos sentimientos el uno por el otro porque, desde que me fui, no te has enamorado de alguien más, ¿cierto?-

-¿Yo, enamorarme de alguien más?-

-Sí. Dime que fui la última persona en tu vida, por favor.-

-Si te lo digo, te estaría mintiendo cruelmente. La verdad es que, después de que falleciste me sentí tan vacío...-

-¡Alexander! ¿¡Cómo pudiste!? Creí que estabas aquí por mí.-

-Estoy aquí por ti, porque me hice creer que en verdad te amaba cuando en realidad, solo te extrañé. Me dejaste solo. Sí, sé que tu muerte fue un accidente, pero ¿Qué esperabas?-

-Esperaba que pudieras aguantar a que llegara el momento de volvernos a ver.-

-Y ese momento llegó, pero mi corazón ha decidido tomar un camino diferente y fue por su bien, porque, te lo repito, desde que te fuiste quedé vacío. La única esperanza en mi vida la había perdido y no encontraba una solución y quizá, mi solución más estúpida y cobarde, como le quieras decir, fue la de enamorarme de otra persona, de otras dos personas.-

-¿Dos?-

-Sí. La primera solo fue una fantasía, no estaba verdaderamente enamorado de ella y la segunda, fue lo más sagrado que tuve. Te juro que ella era hermosa y soy débil ¿sabes? Caí ante sus más de mil encantos, caí ante tanta perfección hecha mujer, caí ante una nueva luz que iluminó mi vida, cuando tú la dejaste a oscuras. Ante eso soy débil. Quizá la culpable aquí eres tú, por esperar mucho de alguien quién emocionalmente no se encontraba bien.-

-¿Me estás echando la culpa por algo que tú hiciste?-

-No fue mi problema que te enamoraras así de mí.-

-No fue mi problema que me enamoraras así de ti.- Dijo, mientras su mirada reflejaba tristeza en el agua cristalina del mar.

-Yo sólo traté de ser como pude ser.-

-Y por eso me enamoré de ti, porque eras tú mismo y no te importaba avergonzarte y sentirte lo peor porque sabías que yo estaría para ti.-

-Te arrancaron de mí, ¿esperabas que emocionalmente estuviera siempre bien?-

-Olvídalo.-

-No voy a hacerlo porque para eso estoy aquí, para que hablemos y solucionemos toda esta falsedad que hay.-

-Dije que lo olvidaras ya.-

-No soporté vivir en el infierno solo para que me dijeras que ya no querías hablar de esto.-

-Y yo no te esperé casi un año completamente enamorada de ti para que llegaras y me dijeras que no sientes nada por mí.-

-Escúchame...-

-¡No quiero!-

-¡Debes escucharme!-

-¡No!-

-¿Por qué ya no me quieres escuchar?-

-Alexander, dime cómo te sentirías si te reencontraras con el amor de tu vida sólo para decirte que ya no te ama. Dime que sentirías si el cofre con el tesoro más preciado se aleja de ti solo porque alguien más tiene la llave. Dime Alexander, ¿qué sentirías si te partieran el corazón?-

-Entiendo perfectamente lo que me estás tratando de decir, pero debes de saber que yo tampoco me siento muy bien por hacerte esto y sobre todo, no sé lo que quiero.-

-¡Ese es el problema! ¡Tú maldita inestabilidad!-

-Ahora estoy siendo yo mismo y no te está gustando. Se suponía que te habías enamorado de mí con todo y mi inestabilidad y hasta ahora lo utilizas para reclamarme.-

-Nada de esto estuviera pasando si no fueras así.-

-Yo no elegí ser así.-

-¿Te das cuenta de que si no te hubiera conocido, yo seguiría con vida?-

-¿Tratas de decirme que yo tuve la culpa de que la camioneta te arrollara?-

-No, trato de decir qué, ojalá nunca te hubiera conocido.-

-Es la primer y única pelea que hemos tenido y estamos terminando con todo esto.-

-Tú así lo quieres.-

-No significa que te desee el mal.-Hago una ligera pausa. -O que admita que eres de las mejores personas que pasaron por mi vida.-

Traición en el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora