Capítulo extra.

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¿¡Qué pasa!? ¿¡Qué es esto!?

¿¡Por qué estoy regresando en el tiempo!?

¡No entiendo! En vez de que todo avance, retrocede. ¿¡Por qué todo va para atrás!? ¡Ayuda!

No puedo hacer nada para mover mi cuerpo. Todo sigue en reversa. A como vamos retrocediendo la aceleración va aumentando. De nueva cuenta estoy en el túnel que me trajo hacia el exagnorio, solo que ahora, el agujero para ir, está tapado, ¿Ahora qué hago?

Busco una salida, hacia atrás se ve una luz demasiado cegadora. ¿Qué más da? Voy hacia ella y...

-¡Está despertando!, ¡Está despertando!- Se escuchan unos médicos gritando desesperadamente hacia afuera. ¿Dónde estoy? Esto parece un cuarto de hospital. A mi izquierda hay unas máquinas a las que estoy conectado.

-¡Alexander despertó del coma!- Mamá grita emocionada antes de correr a abrazarme.

-Alexander, ¡Estas vivo!-

Mis labios están tan pegados que no puedo ni abrirlos. Una enfermera comienza a observar mi circulación y respiración.

-Está estable.- Notifica al doctor.

Es la misma habitación dónde creí haber fallecido después del impacto de bala que recibí. Son los mismos doctores, mismas enfermeras, quiere decir que, ¿en realidad no morí y todo lo que pasó era parte de un sueño? No puede ser.

Ahora entiendo por qué no podía hablar, tenía prácticamente toda la cabeza vendada para hacer presión en la herida. No siento dolor, parece ser que estoy sano, estoy vivo y también muy confundido.

Habla un doctor con mi madre.

-Sabemos que después de que alguien que despierta del coma puede tener ligeras secuelas como pérdida de la memoria, confusión, limitación para hablar, vista irritada, su aparato locomotor quizá no funcione del todo bien. Nosotros le ayudaremos a recuperar eso. Por el momento le pediremos que abandone el cuarto.-

Una enfermera se me acerca.

-Hola Alexander, ¿Te encuentras bien?- Asiento con la cabeza. -¿Sabes por qué estás aquí?- Sólo niego.

-Verás, hace un par de meses, recibiste un balazo en la parte trasera del cráneo, gracias a los excelentes doctores con los que cuenta este hospital pudieron salvarte la vida, pero de repente te pusiste mal y caíste en estado de coma. Te traje una galleta y un jugo para que te lo tomes y recuperes un poco de energía que la necesitarás para poder saludar de nuevo a tu familia, ¿sí?- Esta vez no contesto nada. Con mis manos señalo a mi boca tratando de dar a entender que quiero que me quiten el vendaje. La enfermera entiende y lo retira.

-¿Puedes hablar?-

-Sí.- Me costó trabajo pronunciar eso.

-Pasarán tus papás a saludarte.- A eso ya no puedo contestar. Entran papá y mamá a abrazarme, hacen una serie de preguntas que no puedo contestar porque mi capacidad del habla está limitada. Mi voz no me deja preguntar por Natalie, así que busco el pantalón que traía puesto, saco la billetera y de ella, obtengo la foto de Natalie y la muestro a mis padres.

-¿Natalie? Le acabamos de avisar que ya habías despertado y ya viene en camino.-

Se me sale una sonrisa tonta al saber que se preocupa así por mí. Me como la galleta que me dio la enfermera y poco a poco empiezo a volver a hablar. Al querer caminar sin sostenerme de nada, caigo. Aún no puedo caminar.

Mi hermano, como era de esperarse, no está aquí, no quiso venir. Mi mamá le acaba de hablar a mi hermana para avisarle que ya estaba bien y sería cuestión de tiempo para volver a la normalidad.

Uno de los doctores, Josh, se acerca a preguntarme:

-¿Tuviste algún sueño cuando estabas en coma?-

-Recuerdo que pasé por un conjunto de lugares, todos tan diferentes, eran tres mundos diferentes; el paraíso, el infierno y un mundo más pequeño llamado exagnorio. Por culpa del amor fui mandado al infierno, sobreviví varios días y me enviaron al paraíso, ahí viví una serie de altibajos que terminaron en una boda con Natalie, después empecé a sentir que todo iba de reversa, salí por una luz blanca y desperté aquí de nuevo.-

-¿A quién viste en esos lugares?-

-A Taylor, a Natalie y al abuelo.-

-¿Miraste a Natalie?-

-Sí, estábamos en el paraíso.-

-¿Cómo fue que la miraste si está viva?-

-Se suicidó por mí.-

-Entiendo. Pero olvida todo eso campeón. Nada de eso pasó y todo está bien, como cuando estabas en coma, no dejes que ese sueño altere tu vida de ahora en adelante porque si no, tendrás consecuencias graves en tu salud mental y no queremos que pase eso, ¿cierto?-

-Sí, estaré bien.-

-Ya llegó Natalie, ¿puede pasar?- Habla mamá a través de la puerta.

-Sí, adelante.-

-Supongo que quieren que los dejemos a solas, así que iremos por un café.- Salen los doctores.

No recordaba que fuera tan hermosa. Incluso con esas ojeras y su cabello despeinado, luce exageradamente bella. Al entrar, sale corriendo y me abraza fuertemente, me mira a los ojos...

-Hola, amor.-

-Hola, niña.-

-¿Me extrañaste?-

-Te extrañé como no tienes una idea.-

-Yo también te extrañé. Extrañé tener a mi hombre en casa viendo películas acostados.-

-Y yo extrañé a mi mujer celosa compulsiva.-

-Yo no soy así.-

-Sí, sí lo eres.-

-Mejor cállate ¿sí?-

-Deberías intentar callarme.-

-¿Cómo?-

-Con tus labios.-

FIN

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FIN. TRAICIÓN EN EL INFIERNO (ENTRE MI PROPIO HURACÁN, PARTE III)

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2016 ⏰

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