Capítulo 9: "La amistad perdura, las palabras no siempre"

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Quizás al principio no entendáis muy bien qué quiere decir este capítulo, pero bueno...en realidad es que muchas veces decimos cosas que después no cumplimos, mientras que un amigo siempre estará ahí. Idk, quizás es rebuscado, pero creo que este capítulo va de eso, un poco xx

Espero que os guste :)

CAPÍTULO 9.

Salí de la habitación corriendo, con lágrimas en los ojos y no esperé a que mi madre me alcanzase, mientras gritaba mi nombre, antes de salir de casa.

Recorrí varias calles, con mis pies repiqueteando en el suelo empapado por la repentina lluvia de aquella tarde. Acabé frente a la casa de Shelley, llorando mientras la llamaba al móvil.

No tardó en contestar, y me sentí infinitamente una mala amiga. Yo no había contestado tan rápid...¡Qué cojones! Yo ni si quiera había contestado.

—Dev...—susurró antes de echarme los brazos alrededor del cuello y abrazarme mientras me acariciaba el pelo y dejaba que llorase en su pecho.

—Lo siento, Shell, lo siento tanto...

Pasamos minutos allí abrazadas en medio de la calle antes de que la lluvia comenzase a hacer acto de presencia una vez más aquella tarde.

Nos cobijamos en su casa, y nos dirigimos a su habitación. Debía contarle todo.

Obvié los detalles, cosa que ella agradeció, no quería saber el exquisito placer que me proporcionaba los movimientos de Liam dentro de mí, ni sus besos, ni como me acariciaba, supongo que eran cosas que ni yo misma querría saber si estuviese en su lugar...

—¿Y lleváis casi tres semanas así?

Asentí dejando escapar un largo suspiro.

—Y ahora ya tenemos fecha de boda. Diciembre. 15 de Diciembre.

Mi amiga tosió.

—¿Tan rápido? Pero tu madre...¿no...?

—Sí—asentí de nuevo, pasándome la mano por el pelo.— Estaba dudosa, pero supongo que mis palabras la tranquilizaron e hicieron que tomase la decisión correcta.

—¿TUS PALABRAS? ¿QUÉ...?

Me encogí de hombros.

—No puedo ser egoísta, Shell. Es mi madre y es su novio, ahora prometido, y...joder, no solo mi felicidad es la que cuenta.

—¡Pero también es importante, Dev! ¿Debo enfadarme contigo por esto ahora?

Le dediqué una sonrisa de disculpa, la misma que había utilizado con Liam esa misma tarde.

Auch. Recordarlo no era ningún bien.

Mi móvil comenzó a sonar. Los primeros acordes de "you found me" comenzaron, mientras que vibraba.

En la pantalla rezaba un nombre. Liam. ¿Qué...?

—¿Quién es? ¿No piensas cogerlo? Vamos, trae para acá.

Antes de que pudiese gritarle, Shell ya había descolgado y hablaba con Liam.

—Sí, se queda esta noche en mi casa. ¡Ya sé que viene Sab! Es mi mejor amiga y me lo cuenta todo, Liam, TODO.— hizo énfasis en aquella palabra y me puse colorada. Ahora tendría que hablar con él, aunque solo fuese por esa nimiedad...—Bien, sí, la acompañaré a casa...está bien. Adiós, abuelete.

Me reí. Shell tenía ese don.

—Vamos, te acompaño a casa, Liam insiste en que vayas y tu madre está preocupada. ¿A quién se le ocurre salir corriendo mientras llora a lágrima viva? Eres tan peliculera, Dev...

Me eché a reír de nuevo.

—Oh, tus clases de teatro fueron de gran ayuda, Shell. Gracias.— Ella me dio un codazo amistoso y nos pusimos en marcha, camino de mi casa.

Diez minutos después estábamos delante de la puerta. Sab salió corriendo y me abrazó, besuqueándome la cara y sonriendo. Luego abrazó a Shell.

—¿Cómo es que has venido un domingo, Sab?—fruncí el ceño.

—¿No lo sabías ya? Liam dijo que...

Puse los ojos en blanco a la vez que Shell.

—Todos conocemos la habilidad de Dev, Sab, y tú deberías mejor que nadie, es tu jodida hermana...

Sab se echó a reír conmigo. Liam llegó al instante y me echó una mirada acusativa. Hizo un gesto y sentí como todo mi cuerpo se volvía puré.

Oh no...quiere hablar. Seguro que es por lo que ha dicho Shell...¡esta bocazas! Debería mantener esa boca suya cerrada de vez en cuando y ahorrarse esos comentarios...¡en la que me he metido por su culpa! Seguro que...ay Dios...¿qué me va a decir Liam?

Mi mente divagaba en pensamientos y me aturdían la mente, tanto que me quedé unos segundos en shock antes de ver como Shell se alejaba de casa gritando mi nombre mientras reía y como mi hermana, Sab, se metía en casa y yo quedaba bajo la oscura, lasciva y seductora mirada de Liam. Mi hermanastro en 30 días.

Me libré de la charla, y todo porque mi madre tenía preparada una mucho más larga y aburrida sobre cómo la preocupaba con mis ataques depresivos, y de cómo era capaz de ignorarla cuando me llamaba.

Dos semanas de castigo. ¿En serio, mamá?

Me tumbé en la cama, enfurruñada y mi hermana vino corriendo después.

—Descansa, enana. Mañana hay una sorpresa para ti.— Me dio un beso en la frente y subió a la cama superior.

Liam llegó unos minutos más tarde y yo me hice la dormida para evitar el contacto, al menos, visual.

Su mano, inesperadamente acarició mi cara, bajando hasta mi cuello y mi clavícula, visible debido a la camiseta ancha de los Celtics que, por cierto, era de Liam.

—Me encanta cuando te haces la dormida, Dev...me entran más ganas de follarte de las habituales... El saber que eres consciente aunque quieras hacerme creer que no, me pone muchísimo.— Sus labios casi rozaban los míos y no pude evitar abrir los ojos. Sonrió y se pasó la lengua por los labios, lenta y dolorosamente.— Descansa, nena.

Y la frase "aléjate de mí" en ese instante perdió todo su significado.

Si os ha gustado, votad y comentad, me haría mucha ilusión :) 

GRACIAS xx

@haroldftlou 

Aléjate de mí {ljp -smut}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora