Capítulo 21: "Todo cambió"

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El título del capítulo tiene que ver con una cosa que quiero que hagáis.

Poned "Todo cambió" de Camila cuando os indique, ¿sí? Es una canción muy bonita (NO ES CAMELA) y creo que tiene que ver mucho con esta historia de Luke y Ali aka Lukali AJAJA.

Srsly, ponedla cuando os indique :)

CAPÍTULO 21.

Tras salir de la discoteca, Luke, conmigo en brazos, me llevó hasta el coche, besándome el cuello, las clavículas...

Hacía frío fuera, y cuando subimos al coche no tardó en poner el aire caliente en marcha. Condujo a una velocidad demasiado alta, pero no dije nada, estaba igual de impaciente que él, quizás más.

Una vez frente a su casa, subimos las escaleras del porche.

—Mi abuela está dormida—dijo entre beso y beso—subiremos a mi habitación, pero no puedes hacer ruido. Se despierta en seguida.

Asentí. El corazón me martilleaba en el pecho.

Me cogió la mano, entrelazando sus dedos con los míos y me llevó hasta su cuarto.

Comenzó a quitarse la americana y la camisa, y luego se deshizo de mi collar y mi camiseta de encaje.

No iba a echarla de menos.

|Ponedla ahora :)|

Unos minutos después nos encontrábamos sobre su cama, yo sobre él, besándole, aún con las braguitas y el sujetador puesto, y él en bóxers. Cogió impulso y me giró de manera rápida y sorprendente, quedando ahora abajo. Comenzó a quitarme las bragas, paseando su lengua por mi barriga, rodeando mi ombligo y parándose entre mis muslos, deshaciéndose de la ropa interior, y sustituyendo la seda por su lengua. Comenzó a besarme los muslos, y a pasear su lengua entre ellos, haciendo que arquease la espalda cada dos segundos, y tuviese que ahogar un gemido cada vez mayor. Agarré su pelo con mis manos y lo empujé más cerca de mí, y él rió, entre mis piernas, y era todo sexo, y sus manos lo eran también, acariciándome, recorriendo mis piernas, y adentrándose en mí, que ya estaba completamente húmeda.

 —Oh, Luke...

Él siguió y siguió, hasta que estallé en un exquisito orgasmo mientras me llenaba de besos.

—Te quiero—susurré entre lágrimas. Él no respondió, solo se deshizo de sus bóxers y entró en mí.

Comenzó a moverse con agilidad, tapándome la boca con la suya, cada vez que iba a soltar un gemido, y luego se separaba y él jadeaba, pero en silencio, y me miraba, y no dejaba de moverse, y sentí como antes de eyacular dentro de mí, salió y lo hizo sobre mi barriga. Y luego se dejó caer.

Nos quedamos un rato parados. Él me indicó donde estaba el baño y salí para darme una ducha rápida. Me sequé con su toalla, y volví desnuda a la habitación. Cogí unos calzoncillos suyos, y una camiseta larga.

Él me miraba desde la cama y sonrió.

Era una pena que no fuese a acordarse de nada al día siguiente.

—Quiero dormir, Ali. Si quieres puedes tumbarte aquí conmigo, o puedes irte a la otra habitación, a la de mi hermano, y dormir allí.

Asentí. Sabía que despertarme a su lado no iba a hacerme bien, y más cuando él se diese cuenta de todo.

—Buenas noches—susurré antes de irme.

—Buenas noches, Ali.

El sol me pegaba en la cara. La noche anterior me había ido a dormir sin bajar la persiana. Abrí los ojos y no sabía bien donde me encontraba.

Miré a mi alrededor. Paredes azules, fotos de familia...Mark. Estaba en la habitación de Mark.

Sentía un dolor intenso en la cabeza. Las copas de anoche no me habían sentado bien.

Salí de la habitación, pasándome la mano por el pelo y me vio.

Una mujer mayor que salía de la tercera habitación de la casa me miraba desde la puerta con una expresión amable.

—Buenos días, Ali—era la abuela de ambos hermanos.

—Hola—dije algo cortada. Sabía mi nombre.

—¿Quieres desayunar? Luke me dijo que anoche estabas mareada y te trajo a casa a dormir—sonrió inocente. ¿De verdad no se había enterado? ¿O se estaba haciendo la tonta? Creí que lo segundo era más acertado, aunque deseé realmente que fuese lo primero.

Asentí.

—Gracias.

La acompañé hasta la cocina, y me senté en una de las sillas mientras ella me preparaba unas tostadas de mantequilla y un cola cao.

—Espero que te guste.

—Seguro—dije sonriendo.

Tras el tercer bocado, dejé la tostada en el plato y alcé la vista.

Luke estaba allí mirándome con expresión seria. Se sentó a mi lado y la abuela se fue.

—Has estado llorando, ¿verdad?

Toda la noche, quise decir, pero no.

Asentí.

—¿Por qué?

Me encogí de hombros, pero en realidad sabía por qué. Era por él, por miedo a que siguiese siendo indiferente. Era la segunda vez que lo hacíamos, y él...siempre volvía a ser el Luke de siempre. Nunca se acordaba porque siempre estaba borracho.

—¿Era por mí?

Negué. Asentí.

Él siguió serio.

—Lo siento, Ali—y me temí lo peor.— Siento lo de anoche.

Los ojos se me habían comenzado a inundar de lágrimas.

—No, no...no llores Ali, no me has entendido...bueno, no me he explicado. Me refería a que siento no estar del todo sobrio. Siento tener que hacer eso, emborracharme para acercarme a ti—alzó la mano y me enjugó una lágrima que resbalaba por mi mejilla.— Es difícil para mí estar delante de ti y no decirte la verdad, por miedo, porque soy estúpido, y sé que sientes algo por mí, pero aún así sigo haciéndote sufrir, como aquella primera vez, hace unos meses. Te quité la virginidad y me hice el tonto solo porque no sabía cómo decirte que me acordaba de todo, y que no me arrepentía. Pero tenía miedo de que tú sí lo estuvieses...

Le di un golpe en el brazo.

—Eres imbécil.

—Yo también—dijo.

¿Él también? ¿Él también qué?

—¿Qué? ¿Tú también...?

—Yo también te quiero.

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Aléjate de mí {ljp -smut}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora