Capítulo 16: "Las verdades duelen".

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CAPÍTULO 16.

Me senté de nuevo en el coche, y dejé que mis amigos entrasen antes de cerrarlo con el botón automático.

—Está bien, dispara.

Shell se limpiaba el resto de lágrimas y Ali le ayudaba a quitarse el maquillaje que se le había corrido, mientras Jake me miraba atentamente.

—Liam...solo me ha utilizado. Ali habló con él, y...—se me escapó un sollozo—lo siento...de verdad...

Subí los pies al asiento del coche y me abracé las rodillas, agachando la cabeza y llorando de nuevo.

Había sido solo un títere...sexual.

Shell me acarició el pelo y me besó la coronilla, luego miró a Ali quien salió del coche enseguida y comenzó a contarle la historia.

Jake se quedó dentro del coche.

—Puedes ir a escucharla si quieres—dije entre sollozos cada vez más fuertes, recordando lo que Ali me había dicho hacía apenas una hora.

—No. Estás mal, Dev, y no voy a dejarte sola. Nunca abandono a mis amigos cuando están solos.

Me mordí el labio. Con el rímel corrido y en aquella posición parecía más la niña del grito que cualquier otra cosa, pero Jake estaba allí, dándome pañuelos e intentando calmarme mientras yo veía como Shell cada vez estaba más nerviosa y roja.

Está a punto de echar a correr tras Liam y arrancarle la cabeza, me dije. Suspiré intentando calmarme. Me miré en el espejo del coche y me limpié los restos de rímel.

Le quería. Era un hecho, pero no podía estar así, él había dejado lo que significaba para él, y yo no podía hacer otra cosa que admitir la verdad.

En una semana íbamos a ser hermanastros, y los hermanastros no pueden estar juntos. No se enamoran, a no ser que una de las partes sea tan estúpida como para hacerlo.

Salí del coche con Jake y detuve a Shell antes de que esta saliese corriendo en búsqueda de Liam.

—Shell, por favor...

Minutos después habíamos vuelto al coche, y nos dirigíamos a mi casa. Jake prefirió quedarse en el instituto y me deseó suerte.

—Tienes que contarle la verdad a tu madre. Todo.

Shell aparcó delante de la puerta de casa. Me bajé despacio, intentando retrasar el momento.

Mi madre iba a odiarme. Lo sabía. La conocía. La había juzgado yo cuando ella decidió casarse con un hombre con el que salía en secreto, con el cual mantuvo una relación de tres meses, y yo, me había acostado con el que iba a ser mi hermanastro. No una, sino muchas veces, perdí la cuenta la tercera noche.

—Vamos, Dev. Sé lo que intentas hacer, pero no voy a dejarte. Esto no puede ir a más. Díselo a tu madre. Dile que tipo de hijo tiene el hombre con el que se va a casar.

Miré a Ali que asentía algo dudosa. Me paré y me solté del agarre de Shell.

—Ali...

Ella suspiró.

—Dev. Es tu vida, pero creo que harías bien en decírselo. Tu madre lo entenderá. Has estado enamorada de Liam mucho tiempo y que esto haya sucedido era porque ha tenido que suceder, pero eso no impide que tu madre pueda casarse con Bob. Es un buen hombre y aunque Liam haya sido un gilipollas integral...eso no implica que...bueno, ya sabes, que Bob sea igual.

Suspiré. Tenía que hacerlo. ¿Tenía? Eso daba igual. Debía hacerlo. Por mí, por Sab, y por mamá.

Asentí y empecé a caminar hasta casa. Llamé al timbre y mi madre no tardó en abrir. Fue a quejarse pero nos vio allí plantadas y cerró la boca.

—Pasad. ¿Qué ocurre? Cariño tienes los ojos rojos, ¿ha pasado algo? No me asustes.—Mi madre conformó un monólogo ella sola. Lo peor es que no daba risa.

—Mamá...—susurré—tenemos que hablar. Debo decirte algo.

Las chicas asintieron y nos acompañaron hasta el salón.

—Sé que después de esto me vas a odiar, y no vas a querer mirarme a la cara. Sé que después de que te diga esto no vas a verme como tu pequeña, como tu niña...

—Dev, no me asustes. ¿Qué has hecho? ¿Qué ha pasado?

Cogí todo el aire que pude y lo solté de una exhalación.

Ahí va.

—Me he acostado con Liam. Y no una vez, sino varias veces, muchas en realidad. Cuando me dijiste que te ibas a casar con Bob creí que el mundo se me caía encima y te odié, y solo porque el hijo de Bob era el chico del que me había pasado enamorada toda mi adolescencia. Lloré días en mi habitación, a escondidas, y Sab me regañó miles de veces, porque era tu felicidad, mamá, no la mía. Y fui egoísta. Quise ser feliz yo también, aunque lo fui a tu costa, y a la de Bob—mi madre aún no había cerrado la boca desde que había empezado a hablar. Tenía los ojos inundados en lágrimas, la cara roja, y le temblaba la mandíbula—. Lo siento, mamá. Estaba tan enamorada y desesperada por estar con él que me dejé llevar, y lo peor es que al final me he dado cuenta de que solo me ha utilizado, mamá. Solo...Oh Dios...mamá, Liam no me quiere.

Mi madre alzó la mano y estampó su palma contra mi mejilla y luego enterró su cara entre ambas manos comenzando a llorar.

Sentía el calor y la quemazón del golpe y el dolor que continuó recorriendo mi cara.

Los ojos se me inundaron en lágrimas.

—Vete de casa, Devonne. Vete y no vuelvas.

Y esas fueron las últimas palabras que mi madre me dijo antes de que saliese del salón y se alejase de mí. 

Y lloré. Lloré como nunca lo había hecho, porque había perdido lo que más me importaba:

A Liam.

Y a mi familia.

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@haroldftlou <3

Aléjate de mí {ljp -smut}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora