CAPÍTULO 5

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01 de junio del 2015

Eran las 8 de la mañana y mi alarma sonaba como loca, hoy se hacían 5 meses de salir con Harry, pero él no estaría esta semana en la cuidad así que no lo podríamos festejar.
Me alisté para ir a trabajar y a las 8:40 tocaron mi puerta.
La abrí y había un arreglo de rosas rojas enorme en el suelo, tomé la tarjeta y decía:
"¿Ya son 5 meses? Yo los sentí como 5 días.
H.S"

La mañana era preciosa y ya que no teníamos nada que hacer, Lexie y yo fuimos al restaurante "Lucrex" donde fue mi primera cita con Harry.
Entramos y nos sentamos en un lugar que en vez de paredes tenía cristales opacos separando las mesas.
Nos traían el menú, todo era bastante agradable, Lexie me daba los detalles de cómo le habían pedido matrimonio la semana pasada y yo le contaba como me iba con Harry.
Pero de pronto del otro lado del cristal estaban hablando más fuerte de lo debido, se estaban gritando y era una voz conocida, era... BLAKE.

— Tienes que decidir esto ya, tenía que entregárselo hace meses. — Sonaba molesta
El mesero trajo nuestros cafés pero no podía dejar de escuchar lo que decían del otro lado de la pared, era imposible ella no dejaba de subir la voz.
— Blake, no estoy seguro de querer ese negocio.
Esa voz... Era... Harry. 
Me paré y rodeé el cristal que nos separaba. Blake podía verme pero Harry estaba de espaldas. Ella se acercó hacia mi contenta.
— Samantha ¡Qué gusto verte! 
Pude ver cómo la espalda de Harry se ponía rígida y volteaba lentamente. — Al fin podré presentarte a mi esposo, Harry Styles.
Mi corazón se paró unos segundos, mi cabeza quería explotar él me veía nervioso y disculpándose con la mirada.
— No seas grosero Harry, saluda.
Se levantó de la silla y con una mirada de disculpa me extendió su mano.
Yo no podía verlo más tiempo sin fingir que no me dolía.

— Fue un gusto verlos.

Ignoré su saludo y salí del restaurante, todo me daba vueltas, esto no me podía estar pasando. Él no podía estar casado, él y yo estábamos muy bien, él me decía que era muy feliz conmigo y que no quería estar con nadie más ¿cómo es posible que me mintiera de esa manera?
Pero ahora muchas cosas que no entendía se aclaraban.
Nunca se quedó a dormir conmigo, siempre se iba más tardar las 11, nunca me llevó a su departamento.
Siempre terminaba las llamadas cuando me acercaba a él y supongo que cuando le llamaba y me respondía serio y nervioso era porque estaba con... su esposa.
Creo que por dentro siempre supe que había algo mal en esto, pero él amor que le tengo me cegaba completamente. Aún que nunca me imaginé que fuera algo tan grande, tan doloroso.
Mi celular vibro en mi bolsa, lo saqué y era un mensaje de Harry:

"Necesito que me dejes explicarte todo, no quiero perderte hermosa. Te esperaré mañana a las 10:00 am aquí mismo, entenderé si decides no venir.
H.S"

Volví a guardar mi celular en la bolsa y podía sentir las lágrimas correr por mis mejillas. Las borraba de mi rostro bruscamente.

— ¡SAMANTHA!
Escuchaba la voz de Lexie acercándose. Qué vergüenza, yo presumiéndole mi relación y él del otro lado del cristal con su esposa ¿Cómo le explicaría esto a mi mejor amiga?
Me di la vuelta y la vi a los ojos, no tenía que decirme nada, su mirada me lo decía todo, lágrimas inundaban mis ojos y ella solo me abrazó, me abrazó fuerte y me dejó llorar, sin juzgarme.
Nos subimos a un taxi y me llevó a mi departamento. Entramos y me recosté en la cama, ella estaba en la cocina sacando el paquete de cervezas que tenía en el refrigerador. Me conocía bastante bien.
La vi que se acercaba al cuarto con el paquete de cervezas en una mano y con la otra sostenía un control con el que pondría música.
La música sonaba fuerte por todo mi departamento, escuché como salía disparada la tapa de mi cerveza, me tome un largo sorbo y luego cantaba.

I'M SO SICK OF THAT SAME OLD LOVE, THAT SHIT IT TEARS ME UP, IM SO SICK OF THAT SAME OLD LOVE, MY BODY HAD ENOUGH OOOOOOOOOH!

No sé cuántas cervezas llevábamos, solo escuche que Lexie le pedía al portero que mandara a alguien por más. Yo preparaba cócteles diferentes y los ponía en la barra. Canciones de amores prohibidos, de amores imposibles, de corazones rotos sonaban en la bocina. 
Empezaron las canciones tristes, yo estaba sumamente ebria.

— Mal Nacido ¿qué se supone que me va a explicar? Si ya lo sé todo, maldito cobarde.
— ¿Vas a ir mañana?
— No lo sé ¿debería ir a ver a ese bastardo?
— Si de verdad lo quieres, deberías ir a escuchar lo que tiene que decir.
— Pero sólo estaría echándole sal a la herida, no creo que esté dispuesto a dejar a su esposa.
— Si no lo hace sería un estupido... Bueno más de lo que ya es.
— Supongo que podría ir a ver cuáles son sus planes.
— ¿Quieres que te acompañe?
— No, no es necesario, no creo quedarme mucho tiempo.

La noche era larga, la música en mi departamento seguía sonando, el alcohol seguía pasando por mi garganta.

You know how the time flies
Only yesterday was the time of our lives
We were born and raised in a summer haze
Bound by the surprise of our glory days
Never mind, I'll find someone like you
I wish nothing but the best for you two
Don't forget me, I beg, I remember you said
Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead, yeah.

Podía sentir cada palabra de esa canción, mis labios la cantaban en susurros hasta que me quede dormida.

De pronto desperté en mi oficina, todo era normal, la gente trabajaba y podía ver a Harry entrando y me daba un beso como saludo.
Todo se volvía alegre de nuevo, todo recobraba sentido. En mi mano tenía una sortija de compromiso y en mi escritorio había una foto de Harry y yo besándonos en un atardecer, demasiado romántico para mi gusto.
Salíamos a caminar a una plaza y nos separábamos unos minutos para ver cosas diferentes, él se había ido a una tienda de relojes y yo me acercaba a una boutique, pero desde afuera podía ver a Blake sentada junto a sus amigas llorando desconsoladamente, sus amigas intentaban apoyarla pero ella no podía parar.
Yo estaba realmente preocupada así que abría la puerta para poder entrar y escuchaba las pocas palabras que Blake podía pronunciar.
— ¿Por qué me tuvo que pasar a mi? Yo pensé que todo iba bien, él decía que me amaba — Blake sorbía sus mocos y limpiaba sus lágrimas.

— ¿En qué te puedo ayudar? — Me decía una chica, al parecer me había visto espiando la conversación.
— No, nada, disculpa, ya me voy.

Me di la vuelta y tope con un maniquí, lo sostuve pero el ruido había sido escuchado en todo el lugar. Blake y sus amigas me veían.

— ¿Quieres burlarte de cómo me veo en este momento? ¿A eso viniste maldita? — Me decía Blake, se había levantado y sus amigas trataban de entender la situación.
— No Blake, no sabía que estabas aquí, pero ya me voy no quiero causar inconvenientes
— ¿Causar inconvenientes? ¡DESTRUISTE MI MATRIMONIO! ¡YA NO PUEDES HACER ALGO PEOR!

Sus amigas me miraban con odio y desprecio, mis ojos se cristalizaban por sus palabras, me di la vuelta y caminaba a la salida.
— ¡MALDITA PERRA ROMPE MATRIMONIOS! — me gritaba Blake desde su lugar.

Salí de la tienda y me topé con Harry, yo estaba llorando sin poder hablar para explicarle, él me decía mi nombre para que reaccionara, una y otra vez
— ¡SAM! ¡Samantha! ¡Saaaaam!
Podía sentir como me sacudía los hombros

— ¡SAMANTHA!
Desperté asustada, era Lexie la que me llamaba y sacudía. Mi cabeza estaba apunto de explotar, lo podía sentir, sentía mis ojos pesados y cansados, no podía mover mi cuerpo, todo me dolía.
— Son las 8:00, si quieres ver a Harry tienes que levantarte ya.

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