CAPÍTULO 29

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Narra Harry

En realidad no sé cómo terminamos así, estábamos en guerra total, yo intentaba huir a San Francisco para escapar de ella y ahora estoy aquí sentado frente a su camilla de hospital, viendo como descansa, como sana sus heridas.
Samantha ha estado lo más que puede aquí, todavía tiene que entrenar a Lexie para irnos a SF.
Tener aquí al tal George tiene mi mente confundida, de donde salió él, en que viaje se conocieron, desde cuando son novios, todas las preguntas que se me ocurren giran y giran por mi cabeza y tal vez se detengan al aclararlas, aún que todavía no es un buen momento para hacerlas.
En el despacho me dieron una semana libre con paga por el accidente, pero no estoy seguro de si ella necesita mi ayuda ahora que está aquí su novio.

— Voy a llevar a Samantha a comer, vuelvo en unas horas.

Mis palabras fueron ignoradas brutalmente, así que solo salí mientras ellos estaban acurrucándose.
Es gracioso que tengo esposa pero los dos tenemos otra pareja, mucha matrimonios serían felices si esto fuera lo normal.

Es tan hermosa pensé al ver a Samantha saliendo del edificio.

Quien diría que terminaríamos así.

Narra Blake

Desperté al sentir la respiración de George en mi cabello, esto es hermoso, me gustaría estar así el resto de mi vida.
Aún que ese término ahora no sería muy largo.
Sus ojos se abrieron y sentí que era el momento perfecto para hablar con él sobre mi situación.

— No quiero que te asustes, ni que te alarmes pero puede ser que esté muriendo. Tal vez ya no salga de este hospital, cada cosa que veo me recuerda que tengo pocos momentos para disfrutar. Perdón por no decírtelo antes, pero en realidad no sé que tengo.

Me miró confundido y sin palabras, técnicamente le estoy diciendo que yo creo que moriré, pero que los doctores no me han dicho nada... Y si, suena realmente estupido una vez que lo digo en voz alta.

— Llamaré al doctor.

Me miró una última vez con esos ojos de ternura, ahora cree que soy tierna con mis pensamientos moribundos.
Se fue unos minutos y volvió con mi doctor.

— Los resultados tardarán una o dos horas más, por eso no te hemos dado ninguna noticia nueva, pero en cuanto la tengamos le informamos.

Me sonrió a mí y a George y luego salió del cuarto.

— Lo siento.

Lo mire sincera, no debería preocuparlo por una corazonada.

— No, perdóname tú por no haber estado ahí para evitarlo.

Se me hizo un nudo en la garganta al escuchar el dolor en sus palabras.

— Sabes que esto no....

Me interrumpió el sonido de la puerta y el sonido de unos fuertes pasos entrando.

Era mi padre.

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