CAPÍTULO 12

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03 de septiembre del 2015

Estaba en el despacho de Harry, esperando que volviera con la demanda. Se suponía que lo leería para mí y me presentaría el caso.

— Aquí está.

Dijo pasando por un lado de mi, se sentó en su silla y me miró.

— Esta familia es peligrosa Samantha, este contrato no asegura nada.
— ¿De qué hablas?
— No nada en específico, tal vez nos amenacen, tal vez te visiten, no lo sé.
— No te preocupes, la seguridad de mi edificio es buena, estaré bien.
— Bueno, la demanda dice que yo no estaba legalmente estable al firmar el contrato, estaba en estado de ebriedad nivel dos, ya que estaba en mi luna de miel. Ese hombre no tiene pruebas para desmentirme ya que me hizo fírmalo en el hotel y no en un juzgado frente a un juez o abogado como debería hacerse. Acerca de mi trabajo, voy apelar por protección a testigos por las continuas amenazas con quitarme mi trabajo, además mostraré mi contrato laboral donde específicamente dice quién puede despedirme y las razones.
— Dios, esto es horrible.
— Le diré que no me importa separar los bienes, yo solo quiero terminar con esto.
— ¿Cuándo vuelve?
— El 5 de septiembre y tal vez estemos en juicio el 15 de septiembre.
— ¿y si esto no funciona? ¿Tienes un plan B?
— Si... Fugarme.
— ¿fugarte? ¿Estás loco?
— No voy a estar aquí en contra de mi voluntad Samantha y me gustaría que fueras conmigo...
— ¿Qué? Pero espera, tengo una empresa aquí en NY, tengo toda mi vida aquí, ni si quiera sabes a dónde irías ¿y tu trabajo? Trabajas en uno de los 10 despachos más importantes de NY ¿vas a dejar eso atrás?
— Entiendo si no me quieres seguir, pero si esta demanda no funciona, no tendré trabajo, si pierdo eso y te pierdo a ti... No sé que me pasaría.
— Espera, ya, esto es sólo un plan B por ahora hay que dedicarnos a tener éxito en el plan original.
— Prométeme que lo pensaras.
— Lo prometo, pero ahora hay que concentrarnos en otras cosas.

Él no me está entendiendo, lo amo con cuerpo y alma pero esa empresa es lo único que me queda de mi padre y estoy triunfando, soy exitosa, no puedo dejarlo así, Blake no puede ganar.

— ¿Se puede?

Volteamos a ver la puerta que se abría lentamente, era su mamá, no nos pudo encontrar en peor momento.

NARRA HARRY A PARTIR DE AQUÍ

Podía ver a mi madre asomándose en la puerta, no quería atenderla ahora, no estaba de humor... Pero no estaba molesto, sino decepcionado de la respuesta de Samantha, no esperaba que me dijera que sí en cuanto se lo planteará, pero me dio un "NO" completamente.

— Pasa mamá
Me rascaba la nuca por los nervios, no quería que mi madre hiciera esto más incomodo.
— Buenos días chicos, vine a saludar pero veo que estás ocupado.

Nos analizaba con la mirada, no detente...

— ¿Pasa algo? ¿Estaban discutiendo?

Aquí viene...

— ¿Están peleados? ¿Quieren contarme algo?
— No señora, estamos bien solo hablábamos de las diferentes opciones que tenemos para terminar su matrimonio. — los labios de Samantha se movían y formaban una sonrisa, yo estaba hipnotizado, ella me encanta, no puedo estar molesto con ella, no puedo obligarla a algo que no quiere, necesito que sea feliz, aún que yo no lo sea.

— ¿Seguros? porque si necesitan hablar puedo irme y volver después.

— Mamá, estamos bien, de verdad.

Samantha volteo sus ojos a mi, le sonreí y ella me devolvió la sonrisa, y así terminamos el momento incomodo, la amaba tanto que no duraba ni cinco minutos enojado.

04 de septiembre del 2015

Mañana vuelve Blake, el papeleo, los consejos, los planes, los datos, todo me tenía estresado. Samantha había estado aquí todo el tiempo, ayudándome, sin importarle que esta semana teníamos libertad amorosa. La mire, sostenía un teléfono en su mano, estaba hablando con Lexie acerca del contrato de uno de sus clientes. Me calentaba cuando se ponía seria, en su papel de empresaria. Terminó su llamada y me vio con una sonrisa.

— ¿Qué pasa?
Se rió nerviosa.
— Hay que disfrutar nuestro último día.
— ¿De qué hablas?
Me recargue en el marco de la puerta y le sonreí.
— Vamos a comer.

La tomé de su mano y la llevé abajo, nos subimos a un taxi y nos llevaron al mismo restaurante de hace unas semanas.

— ¿En serio? ¿Aquí?
— Ven

Bajamos del taxi y nos acercamos a la recepción

— ¿Mesa para dos?
— ¿Puede ponernos en la zona romántica?
— Claro que si, adelante. — la señora nos llevó con una sonrisa

Samantha tenía una sonrisa enorme, me encantaba verla así.
Nos sentamos, eran mesas separadas con una luz tenue y colores más rojos y vinos.
Pedimos la comida y platicamos, no nos importaba nada, la gente nos miraba mal por lo alto que salían nuestras risas.

— Te amo

Me soltó, no lo pensó, le salió de la nada. La mire sonriendo, no aguantare más tiempo, necesitamos ir a su departamento.

— Yo también te amo y te quiero coger como nunca lo e hecho antes ¿vienes?
— Pues si no voy a quien te cogerias
Me dijo coqueta.
Nos levantamos, ella salió a pedir un taxi mientras yo pagaba la cuenta.
Caminaba por el pasillo hacia la salida cuando una chica se paró frente a mí y me miraba molesta.

— ¿Pasa algo señorita?
— Cuidado con lo que haces Harry, Blake te las hará pagar caro.

Se fue, era una de las amigas de Blake, aún que realmente a estas alturas no me interesaba mucho lo que me dijera.
Salí y Samantha tenía un taxi, le abrí la puerta y fuimos a su departamento donde tuvimos una serie de besos candentes que terminó en sexo.
Ella se había quedado dormida en mis brazos, me gustaba verla cuando dormía porque tenía una cara de niña inocente, pero cuando abre los ojos es una fiera que no deja que la domes.
La luz del sol iba bajando cada vez más por la ventana de su habitación, hacerle el amor podría ser mi pasatiempo favorito, esta mujer siempre sabe lo que hace.
La manera en la que mueve sus caderas, cuando respira junto a mi oído, cuando se sienta en mis caderas, cuando grita mi nombre al venirse ufff. Esta mujer me tiene loco.
El solo pensar que alguien la lastime me hace encabronar.

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