CAPÍTULO 27

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Narra Blake desde aquí.

¿Qué todo va muy rápido? ¿Qué no estoy pensando bien? Ese es el problema, ya no quiero pensar, toda mi vida he pensando lo que tengo que hacer, pero ahora la idea de mudarme con George me gusta y claro que si lo analizo terminare diciendo que no, pero quiero un cambio en mi vida, quiero salir a la calle y hacer lo primero que me venga a la mente, sin cuestionarme o analizar las consecuencias.

Aún que ahora despierto y tengo la mano de Harry en la mía, está dormido, no entiendo que hace aquí pero lo dejo, luce tan tranquilo.

Quisiera tener a George, pero sinceramente creo que nunca lo volveré a ver, tengo esa corazonada que me dice que mi vida termina aquí.
Mis planes eran estar con George, perder el contacto con mi padre y con Harry, deshacerme de la vida que tengo y ser feliz con él, trabajar y tener una vida común, con alguien común, con alguien que me ame tanto como yo a él.
Pero al parecer alguien destruía mis planes frente a mi.

Cada doctor que entra, sale con cara de "pobre chica, es tan joven" piensan que no puedo percibir su lastima.
Estoy harta de las condolencias de la gente y para terminar las llamadas de mi padre, por cierto ninguna para saber cómo estoy, todas tratan del dinero y del divorcio.
Quisiera morir, terminar con esta patética vida que solo trata de dinero y contratos, nada es sobre amor, pasión, emociones o sentimientos.
Tengo que hablar con George, no puedo morir y dejarlo esperando mi mudanza, me duele tanto dejarlo, abandonar lo primero en la vida que de verdad me apasiona y me hace feliz. Él saca las cualidades que no puedo sacar a relucir con mi familia, puedo ser yo misma con él y siempre ha sido así. Por eso estaba enamorada de él cuando se supone que solo éramos amigos.

Narra Harry desde aquí.

Desperté con la mano de Blake en la mía, recordé que había llegado en la noche. Supongo que me quede dormido.
Ella está despierta, está viendo hacia la ventana, sumergida en pensamientos.

— Buenos días.

Giró su cabeza para mirarme.

— Buenos días.

— ¿Cómo te sientes? ¿Sigues sintiendo lo de ayer?

— Si, pero ningún doctor me ha dado resultados... ¿Qué haces aqui?

Dudó al hacerme la pregunta, pero tenía razón, llevamos semanas en guerra y de repente despierta conmigo sujetándole la mano.

— En la salud y en la enfermedad, solo cumplo mis votos antes de terminar con ellos.

— Ésta sería una oportunidad increíble para que huyeras.

— No puedo, no puedo dejarte aquí.

— Somos el colmo.

Me dijo con una sonrisa.

— ¿A qué te refieres?

La mire extrañado.

— Primero nos odiamos a muerte, nos amenazamos y nos engañamos, y ahora estamos aquí, deseando lo mejor para el otro.

— Así somos, era una ventaja de nuestro matrimonio.

— ¿Y Samantha?

— Está trabajando, se siente culpable por lo que te pasó, me contó sobre su discusión.

— Si...

Bajo su mirada y dudo al hablar.

— Lo lamento, todo esto ha sido idea de mi padre, todo lo ha hecho para conservar el dinero. Necesito que me perdones, no quiero morir con la culpa.

— No vas a morir Blake, quítate eso de la cabeza. Y no eres la única que necesita pedir perdón, me porte horrible contigo y te mentí en la cara, todo este matrimonio fue un fiasco.

— ¿Todo bien entonces?

— Todo bien.

Le bese la mano en signo de paz y su expresión cambio, me miró y con temor me pidió:

— Necesito que le hables a alguien y le informes de mi condición.

La mire extrañado, no tengo idea de a quién más podría querer aquí.

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