LADRONA

CAPÍTULO 9

27 de agosto del 2016

— Voy para allá

Colgué el teléfono, tome mi bolsa y me dirigí al despacho de Harry. Me llamó tres horas después de la comida. Me dijo que tenía una sorpresa para mi.

Llegué unos 20 minutos después de su llamada, tomé el ascensor hacia el piso 5 donde estaba su despacho. Pasé por el vacío escritorio de Olivia. ¿Será su hora de comida? No lo sé, pero aproveche para entrar sin una mirada de desaprobación.

Di unos toquidos a la puerta y luego la abrí, tenía su cara en los apuntes, ni si quiera había notado mi presencia.

— ¿Abogado Styles? — le dije coqueta — Tengo una cita con usted ¿llegué muy tarde?

Sonrió y se levantó, cerré la puerta y me acerqué a besarlo. Lo bese como si llevara años sin hacerlo, mis dedos se enrollaban en su cabello y nuestras lenguas luchaban por el control.
Nos separamos para tomar aire, sus labios estaban rojizos.

— ¿Y eso que fue?
Me dijo sonriendo.

— No sabes cuántas ganas tuve de hacer eso frente a Blake, de quitarte sus manos de encima.

— Hablando de Blake ¿recuerdas que tenía una sorpresa?
Mi sonrisa desapareció.
— ¿Es una buena o una mala sorpresa?
— Una buena
El alivio recorrió mi cuerpo, tomó unos papeles de su escritorio y volvió conmigo.
— ¿Sabes qué es esto?
— ¿Tengo cara de adivina o algo por el estilo? — le dije burlona.
— Son mi escape, mi libertad... estos papeles son nuestro futuro.
— ¿Son los papeles del... Divorcio?

La alegría recorrió mi cuerpo al ver como asentía con la cabeza, de verdad lo haría, de verdad me ama, una parte de mi había estado segura de que lo haría y la otra había tenido miedo de perder el tiempo y amarlo en vano.
Comencé a empujarlo lentamente con mis manos, hasta que lo senté en la silla de su escritorio, me senté sobre sus piernas y lo bese de nuevo, pero ahora era un beso más lento y sensual.
Bajé mis manos hasta su pantalón y rozaba su miembro con mis dedos, podía oír gemidos ahogados por parte de él. Comencé a desabrochar su cinturón y continúe bajándole los pantalones.
— ¿Qué haces hermosa?
Le puse mi dedo en sus labios
— Te lo has ganado.

Me bajé de sus piernas y me hinque frente a él, terminé de bajarle los pantalones y sus bóxers lucían apretados.
Podía sentir como se retorcía cuando pasaba mis manos. Lentamente saqué sus bóxers, dejando salir su miembro, el cual estaba erecto y listo para mí.
Lo tomé con delicadeza y vi cómo Harry hacia su cabeza para atrás con solo sentir mí tacto. Me gustaba tenerlo en mi poder.
Comencé a mover mi mano de arriba a bajo, le daba uno que otro estrujón lo cual hacía que Harry gimiera un poco.
Pasé mi lengua por la punta de su miembro, en círculos, parecía gustarle. Luego pasé la punta de mi lengua por toda el área, podía ver como Harry apretaba los puños y peleaba consigo mismo sobre dejarme seguir o tomar el control.
Introduje su miembro en mi boca,  escuchar sus gemidos era mi premio, saber que tenía el control sobre lo que él sentía era lo mejor de todo.
Podía sentir la mano de Harry tomando de mi cabello y apretando mi cabeza hacia su miembro, le obedecí y metí más mi boca, todo lo que podía, subía y bajaba entre la boca y la mano, podía sentir como se ponía más duro, estaba a punto de correrse cuando se abrió la puerta.

— Señor Styles, tengo unos papeles que necesita firmar.

Podía ver a Olivia escogiendo los papeles de un folder, aproveché que no me había visto y me moví en gatadas hacia abajo del escritorio y me escondí. Harry se tapó las piernas con un saco y podía ver su cara de dolor, estaba a punto de correrse y lo interrumpió, creí que tenía reglas estrictas.

— Olivia ¿recuerdas las reglas? — dijo con una voz leve, nunca lo había escuchado hablar así. Le pase una mano por su pierna, quería torturarlo.

— Lo lamento señor pero esto es importante y como está solo no vi porque no.
— ¿Ni tocar la puerta se te ocurrió?
— ¿Ocurre algo señor? Suena nervioso.
— ¡No Olivia no pasa nada deja los papeles en la mesa que está junto a la puerta y vete por favor! — decía frustrado.
— Claro señor.
— Y no se te ocurra romper las reglas de nuevo.

Olivia lo obedeció y cerró la puerta. Rápidamente se quitó el saco de las piernas y entendí el mensaje. Me acerqué e introduje rápidamente mi boca, hacia movimientos rápidos y duros. Me excitaba estar escondida en el escritorio, ser la mujer prohibida, la que no debería tocarlo.

— Estoy a punto de correrme

Sentí como un líquido salado llenaba mi boca y no podía librarme ya que Harry tenía mi cabeza sujetada.
Me lo pasé, que más da, es solo semen. No era un sabor agradable pero pasaría rápido.

— Dios mío Samantha, eres buena en esto.

Decía sacudiendo su cabello.

— Y esto fue solo por los papeles del divorcio... Imagínate cuando los firmen. — le guiñe el ojo coqueta.