CAPÍTULO 25

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Narra Blake

Apenas mi avión aterrizó, desactive el modo avión en mi celular, esperando encontrar mensajes de Georgie, en cambio, encontré llamadas de mi padre, mensajes donde notaba lo furioso que está conmigo. Comencé con reproducir mis mensajes de voz.

"Blake estoy hablando en serio, sino vienes y rescatas ese matrimonio te voy a desheredar"

"Suficiente tengo con mi vida y mi matrimonio como para tener que resolver lo tuyo también"

"Blake si de verdad esto no te interesa solo dímelo e intentaré hablar con tu padre, está muy estresado por ese asunto de la herencia, llámame en cuanto escuches esto. Te amo hija"

Ese último mensaje de mi mamá me dio la fuerza para llamarlos. Marqué el número de mi mamá.

— ¿Blake? ¿Dónde has estado?

Suena más preocupada de lo que pensé.

— Estuve unos días en Miami con mis amigas, pero papá ya me tenía fastidiada.

— Tienes que hablar con él, tienes que escucharlo, solo hace lo que cree mejor para ti y tus futuros hijos con Harry.

— Espera, mamá espera, yo no quiero seguir con Harry, él tiene a alguien más y yo también, quiero terminar con esto de una manera en la que a los dos nos funcione. Pero no se cómo explicarle eso a mi papá.

— Háblale, escucha su propuesta y si no te gusta le dices tu plan. Aún que no sé nada de ese muchacho tuyo.

— Tendré que contarte luego mamá.

Terminé la llamada y marqué el número de mi padre, tengo mil ideas de cómo decírselo y todas sus posibles respuestas son no.

— Habla Franco Lively

— Mamá dijo que tenías una buena propuesta para mí.

— ¿Blake? ¿Dónde demonios has estado? ¿Sabes todo lo que he tenido que pasar estos días con los abogados? puras vergüenzas y complicaciones contigo.

— ¿Ya terminaste? ¿Esa es tu propuesta?

— Tengo registros de que tu esposo y su novia se han estado reuniendo de nuevo y algo planean, no puedes dejar que se vaya de la ciudad. Esta es mi propuesta, los detienes, los separas, te quedas con Harry mínimo seis meses más y cuando tengamos tu acuerdo de herencia, puedes divorciarte.

— Yo tengo otra propuesta papá, le doy el divorcio con la condición de que firme un contrato de bienes no mancomunados y ambos podemos vivir nuestras vidas.

— ¡Tienes que estar casada para recibirla! No hay otra manera de hacer esto. Ve a su oficina y amenázalo.

Tomé mi bolso y salí, es imposible querer hablar con él, hacerlo entender, pido un taxi que me lleva a la oficina de Harry, subo y saludo a Olivia, me informa que Harry está con el jefe. Camino hacia su oficina y leo los papeles que tiene en su escritorio, nada interesante, abro cajones y todo parece normal, vuelvo a la puerta y me dispongo a salir cuando un timbre me detiene, es un celular, viene del perchero que está junto a la puerta, suelto la perilla y revisó los bolsillos del saco de mi esposo hasta encontrar un pequeño celular gris, en la pantalla brilla un mensaje de Samantha.

"Harry, tengo que contarte todo lo que va a tener el edificio de San Francisco cuando nos mudemos, es de verdad hermoso, llámame cuando veas esto, te amo. ¡No aguanto la emoción! - Samantha"

Ésto le servirá a mi papá para dejarme en paz de una vez, no me queda más que tomar un taxi hacia Stevens Publicity, la verdad odio estar con Samantha, su culpabilidad la huelo a kilómetros y lo odio. En realidad me gusta que Harry tenga a alguien más, así el que yo me acueste con otros hombres no es tan malo. No entiendo cómo llegamos a esto, este matrimonio esta acabado y ni si quiera estoy segura de que alguna vez haya empezado.

Me baje del taxi y quede frente a las puertas del edificio, no estoy segura de lo que le diré, supongo que improvisaré.
Por los pasillos todos lucen con montonales de trabajo pero aun así se ven contentos, quisiera verme así.
Entre al ascensor y pique el número diez, se cerraron las puertas y empecé a subir, se detuvo de nuevo en el número cinco y subieron dos hombres con material de exposición, lo único que alcance a leer fue "Stevens Publicity ahora en San Francisco". Tendré que usar esto en su contra al llegar. Bajaron en el piso siete y yo seguí con mi camino, cada segundo me preparada para acabar con esto.
Se abrieron las puertas en el piso 10 y pude ver a Samantha con una chica en su oficina, di pasos fuertes y con una actitud determinada llegué y saqué a su amiga de la oficina la cual le informa antes de salir que llamará a seguridad si lo necesita.

— ¿Tienes un romance con mi esposo?

Directamente al punto, no tengo tiempo para rodeos.
Me senté en la silla frente a su escritorio y se puso nerviosa, empieza a caminar y abrió la ventana.

— ¿Quieres café?

Está de verdad nerviosa y no tengo tiempo para eso.

— Pensé que tendrías el valor de aceptarlo frente a mí.

Cerró sus ojos y tomó aire, creí que sería más valiente.

— ¿Sabes qué? Si, así es, lo tuve y lo siento mucho, mi intención no era lastimarte.

— Ahórrate las disculpas que sé que no son sinceras.

Comencé a buscar en mi bolsa el celular de Harry y lo aventé al escritorio.

— ¿Lo reconoces?

— No

— Desbloquealo...

Me veía desconcertada, no tiene idea de lo que es. Lo desbloqueó y su rostro se tensó, ya sabia de lo que hablaba.

"Harry, tengo que contarte todo lo que va a tener el edificio de San Francisco cuando nos mudemos, es de verdad hermoso, llámame cuando veas esto, te amo. ¡No aguanto la emoción! - Samantha"

Cerró sus ojos y dudó un poco al hablar.

— ¿Harry sabe que tienes esto?

— No y no le incumbe, Samantha, sé que sabes todo acerca del contrato y de las múltiples amenazas que se le han hecho a Harry para que no termine con nuestro matrimonio, se que sabes lo poderosa y rica que es mi familia, así que no necesito explicarte más ¿estoy en lo correcto?

— Si Blake, lo sé todo.

— Perfecto, entonces, será fácil de entender lo que te diré.

Me levante de la silla y la mire a los ojos

— Vuelves a tener contacto con mi esposo, de la manera que sea y yo termino con todo esto que tienes aquí y en San Francisco, porque créeme, tengo contactos por todo el mundo, puedo poner una queja y te clausuran ¿entendiste?

— ¿Por qué? ¿Qué ganas haciendo esto? Déjalo ir, no es feliz, él no te quiere ¿por qué estás ten aferrada a algo que ya terminó hace mucho?

— Porque es mi esposo Samantha, lo quieras o no es mío, tenemos un contrato donde claramente dice que él no me puede dejar.

— Eres una maldita, todo este tiempo fingiendo, haciéndome sentir mal por ti cuando en realidad siempre fuiste una perra.

— Los amigos cerca y tus enemigos aún más, además ¿creías que iba a perder a mi esposo tan rápido? ¿Qué te dejaría ganar? ¡Pobre inocente idiota!

El coraje me recorre el cuerpo, quien se cree esta niña para llevarme la contraria, Harry no me interesa pero si ella me reta se lo quito por siempre.

— ¿Sabes algo? Cada vez que Harry me cogia lentamente en su escritorio, en el baño, en mi cama y en los múltiples lugares en los que lo hicimos, yo me sentía mal por ti, pero ahora, cada cogida... Y vaya que fueron muchas, me hace sentir mejor y las siento como pequeñas venganzas en tu contra.

Ahora sí... Cruzó la raya, esta maldita perra conocerá el lado que pocas veces muestro. Nadie se mete conmigo.

— Aléjate de él Samantha, es la última advertencia.

Tomé el celular y lo metí a mi bolsa, salí azotando su puerta de vidrio, esperando que se rompiera pero no fue así, lamentablemente.

LADRONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora