Capítulo 26

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Durante la siguiente semana, y encerrada en casa, intenté aprender a vivir y ser como una de ellos. A parte de no dormir, no soportar demasiado el sol y tener que alimentarme de algo tan repugnante como lo era la sangre, todo era bastante normal...bueno, casi normal.
Nephentes venía muchas veces a cenar con nosotros, era una chica un tanto extraña y sin ninguna duda , con un carácter más grande que el ego de Niko, sin embargo, era bastante simpática y parecía que realmente le amaba. Pero no os equivoquéis, esa chica seguía sin gustarme.

Mi padre había tenido que viajar fuera por motivos de trabajo y Verónica estaba visitando a su tía abuela en la otra punta del país, así que eso hacía que Niko y yo tuviéramos que preocuparnos de que a Beth no le faltara nada.

Esos días en los que parecía que la marea de acontecimientos había cesado un poco, no pude parar de preguntarme acerca de los del grupo. Siempre que me decidía a dar señales de vida, algo me lo impedía, sabía que no lo debía hacer, pero tenía un nudo en el estómago que me repetía que no se iba a deshacer hasta que no hablara con ellos, pero,¿me odiarían por ser un vampiro?¿o por no haber aparecido antes?

-No puedes hacerlo.-dijo una voz desde la puerta de mi habitación que hizo que a mi corazón le diera un pequeño infarto del susto.

-¿Ahora también lees la mente?-dije alucinando y con un tono irónico.

-No.-Se excusó Niko levantando los brazos.-Estabas pensando en voz alta, lo haces a menudo y no te das cuenta.

-Genial, entonces ya sabrás que estoy enamorada de ti.-dije riéndome.

-Eso lo supe nada más verte y no hizo falta que me lo dijeras.-dijo haciendo un gesto con su mano atribuyéndose méritos.

-Nada más verme quisiste matarme.-dije aún con rencor por lo que había hecho. Él abrió los ojos sorprendido. Niko y yo habíamos aprendido a llevarnos bien exclusivamente por Beth..o eso pensaba, pero las pesadillas sobre Niko y Hugo aún me atormentaban, hasta estando despierta a todas horas.

- Eso no es cierto.-dijo cortado.

-Bueno da igual...-dije intentando cambiar de tema.-¿Cuándo voy a poder salir de aquí?

-No puedes, por lo menos, no por ahora.-dijo serio y apoyando su brazo en el marco de la puerta.-nadie puede saber que estás aquí.

-Estoy harta de esconderme.-dije rodando los ojos.

-Paula, ahí fuera Atara y su clan te haría papilla.-dijo riendo mientras pasaba su mano por su pelo.

-Pensaba que también era tu clan...-dije.

-Ya no.-suspiró.-te dije que me fui...por ti.

*Cierto* Negué con la cabeza y cambié de tema, aunque sabía que no le gustaría.

-Respecto a Atara...he estado pensando, hay alguien que puede protegerme de sus garras, alguien que ya lo ha hecho más veces...y estando con ella no podrán usarme para que cambie de opinión, solo tenemos que llegar hasta...

-Ni de coña pienses que voy a llevarte a ver con tu madre.-dijo con cara de pocos amigos, por no decir, ninguno.

-No es tu decisión.-dije cruzándome de brazos y alzando la voz.

-Es muy peligroso, es más que eso, es un suicidio.-dijo avanzando hacia mí.-Además, reside en el palacio que está en otro poblado. Por el camino te encontrarían.

-No puedes decirme qué hacer.-dije mirando esos ojos negros.

-No vas a ir, no salgas.-dijo con la cara roja de rabia. Al señorito no le gustaba que las cosas no se hicieran a su manera.

Full Moon®  #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora