Capítulo 34

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-Hey.-Gritó una voz a lo lejos sobresáltandome.

Me giré y me moví, lentamente por el peso del agua, hacia delante. Retiré algún pelo rebelde que me tapaba los ojos y enfoqué mi vista. Se trataba de Azael. Lo observé mientras se acercaba. Sus andares eran tan extraños y tan característicos, que si le quitaran las piernas, ya no sería Azael.

-Hey.-Contesté levantando la mano.

-Te he estado buscando.-Comentó.-¿Qué haces aquí?

-Nada importante.-Mentí.-He venido para despejarme y simplemente he perdido la noción del tiempo.

-Pues sí que te has despejado.-Dijo señalando el vestido que previamente me había quitado.-Bueno, más bien, despojado.

Ups. Había olvidado que tan solo una enagua empapada quedaba cubriendo la piel de mi cuerpo.

Solté una pequeña risa ante su comentario. Quizá debería haberme hecho sentir nerviosa el estar con poca ropa delante de él, pero de alguna manera, no me afectaba demasiado, y no sabía qué significado tenía aquello.

-¿Por qué me buscabas?-Dije cambiando de tema y saliendo del agua. Me escurrí y después atrapé el vestido que Azael me había lanzado. Ahora éste tenía alguna mota de barro por haber estado en el suelo húmedo. Quizá tendría que haber tenido algo más de cuidado.

-Oye, ¿tengo que tener una razón para buscarte?-Contestó levantando una ceja.

-¿Es una pregunta trampa?-Dije frunciendo el ceño mientras me daba la vuelta para que Azael pudiera atarme los botones del vestido. Era jodidamente odioso tener que llevar eso todos los santos días. Aunque debo admitir que me sentaba muy pero que muy bien.

Un momento. Recapitulemos. ¿Azael atándome los botones del vestido? ¿Qué?

¿Por que no sentía vergüenza si esos botones llegaban hasta al culo?¿Por qué?

-Tú y yo tenemos planes.-Dijo volviéndome hacia él y guiñándome un ojo.

-Ahh, ya entiendo, por fin te has atrevido a pedirme una cita.-Dije burlándome y sacándole la lengua.

-Lo has dicho tú, no yo.-Levantó las manos en forma de defensa.-La verdad es que los planes han sido idea de tu madre, por eso me ha pedido que te busque.

-¿Y no sabes de que se trata?-Pregunté pensativa.

-Noup.-Negó con la cabeza.-¿Lo descubrimos?

Afirmé aceptando la mano que me había ofrecido.

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-¡Oh! Querida me alegro de verte.-Dijo mientras venía a darme un abrazo mi madre.-¿Qué es eso?- Gritó justo cuando se percató del mal estado de mi vestido. Su cara se tornó de un color enrojecido.

-Hola mamá.-Dije mostrando una sonrisa y apretando los dientes.

-No quiero ni imaginarme el motivo de tu desastre.-Dijo negando con la cabeza. Me hizo gracia su gesto.-Susana, por favor, deshaz la locura de mi hija.

-Sí, majestad.-Afirmó ella mientras se acercaba con un trapo conteniéndose la risa hacia mi posición.

Aquel comportamiento llamaba mi atención, no recordaba a mi madre tan exigente y mandona. En mi memoria aparecía siendo divertida y siempre con una sonrisa en la cara. Antaño era humilde y cantarina, constantemente  entonando canciones mientras cocinaba y reía. ¿Que había pasado?

Full Moon®  #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora