Full Moon® #PGP2023

Capítulo 35

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-Lo habéis hecho muy bien.-Dijo mi madre entrando a la que debía reconocer como mi habitación.

Después de haber revelado la "gran" noticia y de haberme sentido horrible por haberle hecho eso a Azael, tuve que ir a acostarme. Había sido extrañamente raro, hacía tanto tiempo que no me había sentido así, estaba cansada...realmente cansada y mareada.

-Bueno...-Contesté. Había odiado hacerlo.-¿Cómo está Azael?

-Ha ido con Susi. Al parecer tenían algo que hacer.-Dijo mi madre pensativa. Dentro de mi cuerpo, la sorpresa se propagó. ¿Quién lo habría dicho?

-Oh.-Dije sin palabras. Mi boca liberó un bostezo.

-¿Qué haces en la cama?-Dijo preocupada pasándome su mano por mi cálida mejilla.

¿Cálida mejilla?

-Estoy cansada.-Dije sin darme cuenta de que aquello podía no ser buena señal. Un escalofrío ascendió por mi columna vertebral.

-Oh.-Esbozó ella con preocupación. Después su rostro adquirió una faceta sería que hacía tiempo que no apreciaba.

-¿Qué pasa?-Pregunté. La cabeza me daba vueltas. Cientos de rayos recorrían con fuerza los cielos de mi cuerpo. Era simplemente insoportable.

-Es hora de que hablemos.-Dijo mi madre.-Creo que ambas necesitamos ponernos al día.

Asentí pensando en lo incómoda que iba convertirse esa conversación. Había demasiadas cosas que quería saber. Miles de millones de preguntas sin respuesta habitaban en mi mente esperando a ser, por fin, destapadas. Solo quería aclarar las cosas de una vez por todas.

-Sí.-Dije.

-Bien, vaya, no sé cómo empezar ni por dónde.-Dijo mi madre instaurándose en su cuerpo el nerviosismo.

-¿Que tal si empiezas por el principio?-Dije para ayudarla. Deseaba más que nada en el mundo conocer, descubrir la verdad.

-Haremos una cosa.-Dijo.- Esto va a ser difícil para las dos, así que nos turnaremos para hacer preguntas.-Exclamó sonriendo. Ahí estaba de nuevo mi madre. Su rostro se iluminó al dejar asomar una sonrisa de sus labios.

-Vale.-Dije asintiendo. Supo contagiarme la sonrisa.

-¿Qué te ha pasado todo este tiempo?¿Has estado bien?-Dijo ella mirándome directamente a los ojos con preocupación.

-Sí...en cuanto a salud, sí, pero siempre me habéis faltado vosotros.-Dije recordando la soledad de mis días en el internado.-Me toca.-¿Por qué nunca viniste a buscarme?-Pregunté.

-No podía. Era demasiado arriesgado para ambas. Mis padres vigilaban cada uno de mis movimientos y el internado es una construcción contra vampiros, era imposible.-Dijo negando con la cabeza.-Confiaba en que estarías bien con...

-¿Con quién?-Pregunté elevando el tono de voz e interrumpiendo. ¿Con quien se suponía que tenía que estar bien?

-Esa es otra pregunta.-Dijo rápidamente.-Ahora me toca a mí.