Capítulo 10

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-Mierda, vienen....vienen ya, era un aviso.-Dijo cogiéndose las manos por la ansiedad.

-Per...-Traté de decir.

-De alguna manera ha entrado en ti, ha establecido un vínculo, ¿pero cómo?.- Amanda me interrumpió y no pude hablar. En lugar de explicarme qué pasaba, comenzó a dar vueltas por la habitación y a hacerse preguntas que ella misma contestaba, respuestas que solo hacían que me pusiera más nerviosa y asustada de lo que inicialmente estaba.

-Amanda para.-Le dije estrictamente. Ella se giró mirándome extrañada, quizá me había pasado un poco.-¿Qué vínculo?.-Pregunté más calmada.

-Es una habilidad que poseen los vampiros, pueden adentrarse en mentes ajenas y hacerles ver lo que a ellos les plazca....pero no es una conexión fácil de hacer, se necesitan elementos de unión, elementos que te pertenezcan o que te hayan pertenecido por mucho tiempo, ¿entiendes? Cosas importantes. Tuyas....-Paró de hablar por un corto periodo de tiempo. Pero pronto pareció caer en la cuenta.- Tu sangre.

*¿Un vínculo? Dios, como si no tuviera suficientes problemas, ahora estoy atada a un vampiro psicópata asesino que quiere acabar conmigo*

-¿Cómo lo deshacemos?.-Pregunté intentando buscar una solución y no alertarme.

-No tengo ni idea.- *Genial, ya puedo alertarme*.- Pero mientras ese hilo de conexión exista, tu localización para ellos no será desconocida, y podrán manipularte como quieran accediendo a tu mente.

-Hijo de puta. De esta no sale vivo.-Dije llenándome de rabia y sin pensar lo que acababa de decir. Había dos razones que hacían que mis palabras no fueran ciertas. La primera, Niko era un vampiro experimentado y yo...yo era una cazadora incapaz de pelear. Y la segunda, si él era un vampiro, se supone que vivo no estaba...

-Tranquila, llamaremos al grupo...De todas formas, ahora mismo lo que menos importa es la conexión. Debemos prepararnos y acelerar el proceso, porque vienen, y no tardarán en llegar.


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Mi habitación parecía una sala de reuniones importantes de empresa. Los integrantes del grupo de cazadores, o por lo menos, los que cabían, estaban sentados donde podían.
En la cama de Amanda, en las sillas de los escritorios, en los escritorios, en el suelo, incluso había uno sentado en la papelera.

Muchas caras me resultaban desconocidas, pero sabía que habían venido por mi, y lo agradecía.
Una discusión ruidosa estaba presente en esos momentos.

-No sabemos cuánto tardarán.-Gritó un cazador pelirrojo alzando la mano.

-Ni cuántos vendrán.-Dijo otro que tenía la barriga un poco más grande de lo normal. Algo que le dificultaría bastante la pelea.

-Tranquilos.-Dijo Sarai poniendo orden.- Sabemos que por lo menos tenemos un día para prepararnos, ya que deben de cruzar la pradera. Y también contamos con la ventaja de su desconocimiento sobre nosotros. Ellos piensan que Paula está sola, que no tiene grupo. Bien, utilicémoslo en su contra. Les sorprenderemos.

-Cierto. Además si piensan que solo van a tener que enfrentarse a Paula, ni se molestaran en enviar a muchos de sus vampiros.-Dijo Abel. Siempre transmitía una sensación de tranquilidad que te calmaba por momentos. Su cara me era familiar, pero era imposible, jamás antes lo había visto.

Full Moon®  #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora