Capítulo 36

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La noticia supo abofetearme la cara de manera que mi aturdimiento abordó por completo la profundidad de mis pensamientos. No sabía qué hacer, cómo reaccionar. No sentía que aquello estuviera pasando, no podía estar pasando.

Segundos fueron los que pasaron hasta que mi cuerpo reaccionó y recuperó el aliento.

-¿Mamá?-Pregunté asustada.

-Necesitamos al grupo.-Dijo firme y decidida.-Necesitamos su ayuda.

Sus ojos parecían irradiar toda la furia existente en el universo. La expresión de su rostro revelaba la sensación angustiosa que yo compartía.

-Mamá...-Susurré asustada ante la expresividad de sus facciones. Era de una guerra de lo que se trataba, no era ninguna de las mierdas en las que había estado metida aquellos meses.

-Es el clan de Atara.-Dijo cerrando los ojos con rabia.-Sabía que algún día pasaría. Esa mujer es...

-Oh dios.-Dije con preocupación.-Ha sido mi culpa.

Solo pude pensar que yo era la causa de aquella guerra. Había generado demasiados problemas. Había sido como un gran grano en el culo para todo ese mundo.

-No lo ha sido, no te preocupes cariño.-Dijo acariciándome la mejilla.

-¿Que no me preocupe?-Exclamé revelando la histeria que me inundaba.

-Hija, este es un asunto externo a ti. El conflicto entre ambas se remonta tiempo atrás. No te culpes por ello.

-Sí lo hago.-Dije maldiciendo todo aquello que estuviera relacionado con la malnacida de Atara.

-Ahora lo importante es mantener la calma.-Expresó mi madre.-Solicitaremos una tregua con el grupo De la Torre ocho, es lo único que podemos hacer para que decidan ayudarnos . El ejército de La Corona es fiel y leal a nuestros principios y los habitantes del reino de Giseda constituyen una gran fuerza unida. Juntos podremos contra el clan de Atara.

-¿Y qué?¿Y si no funciona?¿Y si Atara gana?¿Qué pasará entonces?

-No pienses en ello. No lo hagas Paula.-Dijo.

-No quiero que gente inocente sufra, no quiero que por los estúpidos y egoístas principios de una psicópata tenga que desestabilizarse todo e irse a la mierda.-Grité.-No quiero tener de nuevo el miedo a perder a alguien que quiero, de perder todo lo que tengo.

Quería matar a Atara, quería hacerlo más que nunca.

-Lo sé cielo.-Susurró.-Pero tendremos que luchar. Una guerra es un conflicto inhumano y de irracionales, de gente que no es consciente de dónde está el norte. De gente mala que aspira a cosas peores. Jamás dejaré que aquellos que anhelan lo vil y cruel sean dueños de este palacio, y menos de este reino. Que sean dueños de lo que nuestra familia ha construido con sus propias manos. Y si la batalla es la grotesca manera de proteger lo nuestro, es lo que haremos.

-Entonces quiero ser yo quien luche por lo que es mío. Nadie más sufrirá por mi culpa.-Dije con firmeza.

-Cuando llegue el momento.-Fueron sus últimas palabras.



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Era el flamante color esmeralda el que realzaba la figura de mi persona. Eran las pequeñas plumas negras del corpiño las que elaboraban, conjuntándose entre ellas, una tonalidad oscura en la zona donde algún día dejaría de latir mi corazón. Eran los diamantes, colocados estratégicamente rodeando mi cuello, los que entregaban cierta luminosidad al rostro que, apagado, me acompañaba.

Full Moon®  #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora