Capítulo 28

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Paula

Mis pies, valientes y marcados por el ritmo de los pasos que daba, se clavaban firmes en el duro y adornado suelo de la primavera. La brisa mañanera del bosque era refrescante y, cargada de un fuerte aroma a pino, me ayudaba a alejar mis más profundos instintos de posar los ojos sobre algún indefenso animal.
Gotas de rocío quedaban cubriendo las superficies de las bonitas formas de vida vegetales que florecían manifestando sus más elaboradas tonalidades.
Realmente parecía que el sol y la tierra se hubieran puesto de acuerdo en hacer de ese amanecer, un magnífico y altruista albor que, orgulloso de su esplendor, irradiaba un sentimiento de sosiego y concordia a todo aquel espectador.
No sabía hacia dónde me dirigía, pero mis pies se movían diligentes por temor a que si paraban de avanzar, echarían la vista atrás y se arrepentirían de su dirección.

La noche anterior había resultado peor de lo que había imaginado. Los remordimientos y la angustia que sentía por haber abandonado a mi hermana dos días atrás, aún me recorrían el cuerpo dibujando duros nudos en mi corazón.
¿Por qué tenía que ser todo tan difícil?

-Paula.-Me sorprendió una voz demasiado familiar desde atrás. Casi me muero del susto.

*No puede ser. No puede ser. Estoy alucinando. Sí*

Ni me molesté en girarme y aligeré el paso retirándome. Estaba segura de que era mi imaginación jugándome una mala pasada. Mi corazón deseaba que fuera verdad, pero mi cabeza sabía que sería mejor si tan solo era una cruda broma del destino.

-No estás alucinando.-Volvió a decir ésta. Algo en su tono estaba haciendo que me diera cuenta de a quién pertenecía la voz.

Eso me asustó e hizo que me parara en seco deteniendo cualquier tipo de movimiento que emanara de mí. Volteé mi cuerpo tan rápido como pude y me puse en posición de ataque. Mi sorpresa al no encontrar a nadie fue un tanto decepcionante, aunque no dejó de ser aliviadora. Relajé mis hombros y negué con la cabeza. Estaba loca, eso era.

-No vas a encontrarme por ahí princesa, has avanzado demasiado como para estar contigo.-Dijo de nuevo la voz haciendo que me retorciera en escalofríos. Era Niko.

-¿Niko?-Pregunté confundida y, a pesar de lo que me había dicho, buscando por todas partes.

-Paula. Me ha costado encontrarte.-Dijo intranquilo desde alguna parte. No sabía dónde estaba.

-¿Dónd..?

-Escúchame, no hay tiempo para hablar. Es Atara. Ha sido advertida de que sigues con vida y su clan tiene estrictas ordenes de dar contigo para llevarte de nuevo con ella cueste lo que cueste. Está desatando un ejército entero solo por tenerte, estás en grave peligro. La razón por la cual me puedes oír, no es otra que la conexión. Siento mucho tener que hacerlo de nuevo, pero no he podido, me han alcanzado, saben de mi traición. Tienen a Beth como rehén, y Atara me está torturando para que establezca la jodida conexión contigo y le revele tu posición.

-Dios...-Mi corazón empezaba a acelerarse de manera frenética. Tenía que volver, dar la vuelta, debía sacarlos a de allí lo antes posible.

-Ella no sabe que ya sé dónde estás y me está costando más de lo que imaginas hablar contigo, así que no sé si podré hacerlo de nuevo. Sé lo que estás pensado. De ninguna manera se te ocurra dar la vuelta y venir, ¿me oyes? Ya tienen a Beth, no pueden tenerte a ti también.

Full Moon®  #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora