Full Moon® #PGP2023

Capítulo 8

Una palabra. Vampiros.

Me es imposible expresar con exactitud y claridad la cantidad de dudas que me rondaban aquella noche.
Ese día había sabido demasiadas realidades, y por lo que a mi respectaba, aún me quedaban por descubrir muchas otras. Pero, eso, como había dicho la directora Garl era algo que iría poco a poco.

Pasé toda esa mañana en soledad después de que la directora me soltara el bombazo. Supongo que Amanda no vino para dejarme tiempo a solas y descansar, pero la verdad es que en esos momentos lo único que quería, y aunque suene irónico, era poder hablar con ella y resolver algunas cuestiones.

Por la tarde tuve una corta interrupción, pero no era nada más que una joven muchacha que venía a cambiarme las sábanas y a traerme un poco de comida. Eran verduras asadas. Las odiaba. Pero en ese punto me comería lo que fuera y las acepté con gratitud.
Cuando se marchó me dijo que necesitaba tener algún tiempo de reflexión, pero yo más que reflexión necesitaba aclaración, ya había tenido suficiente tiempo para reflexionar. De hecho, demasiado para mi gusto.

Hice un repaso mental de todo lo que había sido enterada. Solo tenía pocas cosas claras y resueltas, y eso era algo que me inquietaba.

Sabía que yo era una cazadora de vampiros, y no una cualquiera, una invisible, que significaba que era igual que todos los demás con la diferencia de que no lo había sabido hasta el momento. Pero no sabía la causa.

Mis padres eran vampiros. Eran vampiros y se alimentaban de sangre, y yo de no haber tenido esa extraña mutación, también lo habría hecho. Eso era algo que no paraba de repetirme a mí misma y, sin embargo, algo que aún no había conseguido asumir.

Amanda y la directora Garl, las dos personas que menos me habría esperado en la vida, formaban parte de esto. No me habían especificado que Amanda fuera una cazadora, pero supuse que si su madre lo era, ella también lo sería. Aunque ahí se formulaba otra cuestión, no sabía si era genético.

A esas alturas, me parece que estaba más que claro que Niko y Hugo eran vampiros. Atara también. Ella había mencionado un nombre. Sarai. Sarai era Garl. Eso quería decir que ellas dos ya se conocían.

Después de darle mil vueltas a la cabeza aclarando de forma ordenada mis conocimientos, caí rendida y los brazos de Morfeo me abrazaron en un dulce y profundo sueño del que no había disfrutado en mucho tiempo.

***********************************

-Ven hija mía.- Oí de la nada. De repente un mundo de cristal se levantó ante mí. Sobre mí, una cúpula transparente dejaba pasar la luz del día y las traslúcidas paredes dejaban a la vista un gran paisaje cubierto por blanca nieve.

-¿Mamá?-Pregunté algo extrañada y sin saber por qué, esperanzada.

-Ven cariño.-Su voz era tan familiar, tan cercana.

-Mamá.... no puedo verte.

-Eso es porque no estás mirando.

-¿Qué?

-Tienes que abrir los ojos. Ábrelos.

Le hice caso y los abrí.

-¿Mamá?

Me costó algunos segundos darme cuenta de donde estaba y percatarme de que esa realidad que estaba viviendo segundos atrás, no era verdadera. ¿Qué significado había tenido ese sueño?