HERENCIA (VIXX Fanfic Yaoi)

PARTE UNO

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¡¡¡ADVERTENCIA!!!

Si aún no lees mi fanfic "FAMA" por favor te recomiendo abandonar ahora este lugar 😂😂😂😂 estas por leer la segunda parte llena de spoilers (obviamente) 😉

Muchas gracias!!!!

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En cuanto vimos que no respiraba nos alejamos del cuerpo. 

Todos nos quedamos callados mientras el eco del río anunciaba que llovería.

Alcé la vista de Mink quien se encontraba sin vida sobre el piso de madera en la habitación de Hongbin. Gire la cabeza para ver a mi querido amigo y líder sostener el rostro de mi antiguo amor.

Se encontraba desmayado, Hyuk le había puesto alrededor de su antebrazo, una toalla para detener la hemorragia. La cara la tenía pálida y sus venas se marcaban de forma horrible sobre el cuello... Lo tenia merecido, pero nosotros ¿Qué culpa teníamos?

N me miró fijo con los ojos desorbitados, sabía perfectamente en el infierno en el que nos acabábamos de meter, matar a una persona no era lo que moralmente se dice correcto. Nosotros no supimos la porquería en la que nos metíamos, nos cegó el miedo y el enojo al pensar que Mink había apuñalado a Hongbin cuando el culpable fue nuevamente él. Su egoísmo lo llevo a querer suicidarse... ojalá nadie te hubiera detenido...

Sentí la cara caliente y adormecida, tenía demasiado dolor por lo que me concentre en dejar de imaginar las consecuencias de nuestra estupidez y me alejé, entré al baño de donde habían sacado a Hongbin sin signos de consciencia.

La sangre tan carmesí manchaba el piso y el lavabo. Me quedé hipnotizado viendo el desastre, olía a azufre y metal.

Me mire en el espejo y pude ver lo roja que tenía la cara, mi labio inferior estaba hinchándose y la mandíbula la tenía tensa. Mis puños estaban cuarteados y raspados por culpa de la golpista. Había sido difícil darle pelea, pero era un error. Un terrible error.

Me lave la cara para sentir un poco de alivio y despejar la cabeza. Escuche a los chicos murmurar nerviosos. Lo estaban tomando bastante bien a pesar de poder ser encarcelados por matar a un hombre.

Me uní a ellos y los vi aun alrededor del cuerpo sin vida del millonario.

¿Por qué perdí el control de esa manera?

Soy un imbécil.

-Yo no sé, maldita sea. ¡No lo sé!

La chillona voz de Ken se hizo resonar entre el escándalo que estaban provocando. Me acerque a él y lo abracé fuertemente, sus hombros temblaban ligeramente.

-Tranquilo. -Le susurré.  -Tranquilízate.

Su cabeza se movió en señal de aprobación y me separe para verle el rostro. Lo tenia rojo tal vez por el esfuerzo de pelear con alguien de la manera que lo hicimos.

-Leo. -La suave voz del líder me distrajo de los hermosos ojos de Ken que me observaban como un niño pequeño. -Está despertando, ayúdame a subirlo a la cama.

Me moví rápido de donde estaba y me agache para sostener el cuerpo de Hongbin y levantarlo. Se sentía tan ligero y pequeño entre mis manos. 

Le miré la cara blanca y las facciones hermosas, se veía tan indefenso y frágil.

-Les ayudo. -Dijo Ravi y tomó a Hong de las caderas y con cuidado los tres lo depositamos en la cama.

Me quedé sentado junto a él, mirándolo. El corazón se me llenó de dolor, pese a que lo odiaba, aún hacia que mi pecho se contrajera.

-Chicos, calma. Vamos a... pensar, a tranquilizarnos. Hay que... -Se quedó callado, N intentaba acomodar sus ideas, lo conocía. Estaba tan asustado que sus mejillas se volvieron blancas. -... hay que calmarnos, pensar qué haremos.

Levantó la vista del piso y nos miró uno a uno, yo hice lo mismo.

Hyuk estaba de espaldas al cuerpo de Mink viendo hacía el río, perdido en sus pensamientos. Ken se mordía las uñas mientras evitaba verse como un lunático, supe que estaba molesto, estaba comenzando a conocerlo mejor y a descifrar sus estados de ánimo. Ravi miraba a N con la misma atención de siempre, parecía ser el único despreocupado pero era difícil saberlo. 

Entonces regrese la mirada a Hongbin que parecía que sólo dormía. Sus párpados estaban como pintados de púrpura, los labios pequeños y bonitos permanecían cerrados en una mueca casi imperceptible de dolor. Me fije en sus brazos y no pude sentir remordimiento. Me pare y fui hasta el cuarto de N que también era la bodega, ahí estaba un gran botiquín de donde saque unas gazas y alcohol, debíamos hacer algo con sus heridas.

Regresé a la habitación y todos me miraban expectantes. 

-Hay que curarlo, ayúdenme.

Solo N se acercó a mi y quitó la toalla que cubrían su antebrazo. La sangre ya se había secado y para ser sinceros, los cortes eran profundos pero nada de peligro.

Tal vez y la adrenalina me tenía así pero no me sentí diferente, no pude medir la enorme magnitud de lo que pasaba, pero me sentía tranquilo.

Limpiamos la sangre seca y le vendamos los brazos que aún sangraban un poco, le cambiamos la ropa manchada y entre todos limpiamos el baño y nos encargamos de quemar las ropas de Hongbin y las toallas y trapos que tenían su sangre.

Evitamos dejar algún tipo de "evidencia" pero aun faltaba lo más complicado.

Mink, o lo que quedaba de el, seguía en el piso, Hyuk se había encargado de taparlo con una sábana. Nadie quiso tocarlo, nadie dijo nada y nadie tuvo arrepentimiento.

Ravi, Ken y yo habíamos peleado con él. Una batalla fiera que terminó cuando los menores me ayudaron a extragunlarlo. Perdí el control total de la situación, la adrenalina y el coraje me nublaron el buen juicio. Ahora, por mi inmadurez, por un accidente y por un error, estábamos a nada de ser tachados de lo peor...

...divague un minuto más mientras ayudaba a Ravi y a Hyuk a cargar el cuerpo del millonario, decidimos arrojarlo al río y rezar por que nadie lo encontrara.