HERENCIA (VIXX Fanfic Yaoi)

PARTE ONCE

Como un ciclón me dejé arrastrar.

Ken no apareció ante nosotros hasta la siguiente noche, llegó con bolsas de ropa cara y un nuevo anillo adornando sus manos. No quiso hablar con nadie y nadie de nosotros lo molestó.

Se cambió de cuarto junto con N.

Y las noches se volvieron insoportables.

No sabía cuánto lo deseaba hasta que ví su felicidad a través de los ojos de Shin, ese malnacido que se apropió de nuestro departamento y que a cada presentación en vivo iba a vernos. Cada uno de esos días llevaba regalos para todos, pero para Ken siempre le regalaba algún anillo o collar, era como si estuviera marcando su territorio.

Tuve que morder mi lengua para no proferir toda la rabia que me consumía cada vez que los veía besarse. Até mis manos para no abalanzarme a los golpes y echar a perder todo... de nuevo, pero me sentía solo.

Descargue mi rabia en Hong Bin que se volvió tan dócil y cariñoso, que me ví dependiente de él. Me sentía amado cuando más lo necesitaba y sin darnos cuenta, comenzamos a comportarnos como pareja. Los demás miembros agachaban la cabeza y no decían nada, todos estaban sumidos en sus propios problemas, pero yo... yo nadaba contra corriente, porque Hong Bin se convirtió de nueva cuenta en mi perdición y yo sabía que lo usaba para descargar mi rabia por el dolor de perder a Ken por su culpa.

Ken...

... ese maldito.

Revoloteaba a mi alrededor, presumiendo su felicidad, aquella que comenzó a ser demasiado descarada. Sus movimientos se volvieron torpes y su forma de hablar cambió. El estúpido de Ravi decía que era la felicidad lo que mantenía a Ken en un estado de idiotez. Yo quería matar a todos.

***

Cuando nuestra imagen pública se hizo más fuerte en los medios, nuestras agendas se volvieron tan apretadas que tuvimos que comenzar a grabar los programas de entretenimiento en las madrugadas, o desvelarnos todos los días hasta que cada compromiso fuera cumplido. La falta de sueño y un buen descanso nos comenzó a orillar a las peleas. Todos estábamos hartos y cansados y vernos diario trajo muchos problemas que llegamos a resolver a los golpes, pero sobre todo a los insultos.

Ninguno se dio cuenta en ese momento, que estábamos cayendo en picada. Nuestra fama aumentó, inversionistas tocaban a nuestra puerta para obtener un espacio en la empresa mientras nuestros cuerpos reclamaban que se detuvieran.

Yo comencé a tomar más café y un sin fin de vitaminas y tranquilizantes que me mantenían despierto. Dejé de hacer ejercicio y me concentre en aprovechar cada espacio disponible para terminar mis composiciones y poder dormir en cuanto terminara todo. Sin embrago, nuestro CEO no desistió, lucró con cada invitación en la tele y radio y nominación en cada premiación para promocionarnos a costa de nuestra salud.

Ninguno de nosotros soportó estar a lado del otro, comenzamos a aburrirnos de nosotros mismos, pero la empresa nos obligaba a mostrar personalidades que no correspondían a las verdaderas sólo para tapar lo que en verdad ocurría.

Hong Bin siempre procuró alejarse de los reflectores y comenzó a hacer castings para algunas películas o Dramas, fracasando en cada uno. Ravi se concentró en grabar y componer e igual que Hong Bin, se alejó de los reflectores lo más que pudo. N junto con el manager, se organizaron para conseguirnos más espacios en la televisión y comenzar a utilizar nuestra imagen para comerciales, él y yo no volvimos a tener esa amistad que tanto habíamos mantenido. Hyuk se volvió una enorme molestia para mí, siempre andaba alrededor de Bin como un cachorro abandonado. Detestaba saber que había tenido algo que ver con él, que había logrado tocarlo y dejar en él una marca, pero agradecía que Hong Bin estaba tan enamorado de mi que no hacía gran caso a lo que el inútil del pequeño intentaba.

Al final Ken se cambió de departamento viviendo con Shin y dejando de lado al grupo, al que sólo veía cuando debíamos cumplir la agenda. Su forma de ser cambió, se convirtió en un bufón y esa hermosa personalidad tan cálida, fue sustituida por la de un arrogante y cruel hombre.

Me ví rodeado de pequeñas piezas, que éramos nosotros, ser consumidas por la industria. Todo era normal, la carga de trabajo, la cantidad que aumentaba de fans, nuestra cara en anuncios publicitarios, nuestros discos agotándose, el debut en Japón, el comenzar a planear nuestro primer concierto, los siguientes comebacks... todo marchaba según la fama acarrea, a excepción del lado oscuro que nos comenzó a acechar sin darnos cuenta.

El trabajo era extenuante, sí.
Las ganancias eran increíbles, sí.
El éxito del grupo se media por el buen estatus que manteníamos ante el público. Nos pusimos esa máscara que representaba nuestras personalidades, y el público nos amó. Así salimos a flote y los premios comenzaron a llegar, fue entonces que descubrí lo que se oculta detrás de los reflectores.

La última premiación a la que participamos fue una de las más grandes. Una decena de grupos se presentaron al llamado para grabar sus presentaciones y entre ellos nosotros. No era muy tarde, pasaban las 10 pm cuando fuimos convocados en la plataforma principal para que se declarará al ganador de la noche. Todos los grupos conformaban un mar de gente a la que no podías evitar por lo que saludabas a muchas personas si querías ir de un lugar a otro. Así fue que me encontré a un grupo rookie que había hecho su debut esa noche. Los había visto mirarnos mucho y acercarse a nosotros a la par que se veía que se secreteaban. Los ignore al principio, pero fueron el grupo que estaba en la misma fila por lo que en cuanto los vi nuevamente hacer esa estúpida cara mientras claramente se burlaban de nosotros, exploté.

—Si tienen algún problema, diganlo antes de que pierda la paciencia y ocasione un accidente que pueda traernos graves consecuencias.

Mi voz es suave, pero eso hace que sea más temible. Hice uso de mi altura y corpulencia para tratar de intimidar. Recibí una disculpa por parte del líder quién en su defensa dijo que buscaba averiguar si el chico en el vídeo pornográfico era el mismo de VIXX, porque los rumores eran fuertes y apuntaban a nosotros.