PARTE TREINTA Y NUEVE

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A las 2.30 de la tarde, estaba subiendo por el elevador hasta la habitación de Ken.

Toqué a la puerta y sin mucha demora me abrió. Se le veía en el rostro la resaca y el olor a borracho del día anterior.

—Llegaste antes, a penas me iba a bañar —se hizo a un lado para dejarme pasar —. Sirvete algo, salgo en 10 minutos.

—Ok —alcancé a decir antes de verlo correr al baño y cerrarlo.

Me dejó sentado en medio de la estancia. El ruido del agua correr me hicieron sentir intranquilo. Era tonto pensar que todo el daño se arreglaría con una disculpa. Bin me "perdonó", pero no estoy seguro de a qué se refería cuando lo hizo. Quería saber que pasaba por su cabeza o siquiera que me lo dijeran, ambos actúan tan diferente que me hacen creer que están de mi lado, amándome. Podría confiar en mi instinto, podría alejarme y terminar con todo. Ese era mi nuevo plan, decir la verdad y salir de esta mierda.

A mí alrededor se encontraban los vestigios de su vida. La ropa de marca en el suelo, los perfumes y maquillajes regados en el tocador. Botellas vacías, latas y envoltorios de comida eran la basura escondida en los rincones. Esto ahora era nuestra vida. Nos rodeamos de un lujo basado en la porquería que debemos tragar. En ese momento quise regresar el tiempo para decirme a mí mismo que no amara a nadie, que me concentrara exclusivamente en mi música y en mi carrera. Quería que todo fuera como antes, como cuando era aprendiz y no tenía nada en la cabeza mas que las letras de mis canciones.

Me agaché y recogí una botella semi vacía del suelo. Serví un poco en un vaso sucio. La sensación amarga del ardor me relajaron. Terminé por acabarmela, entonces supe que estaba preparado.

Ken salió del baño con la toalla atorada en la cintura. Su cabello chorreaba agua por su pecho.

—Shin me va a comprar un departamento, me dijo que viera la zona donde lo quería —se acercó al tocador y buscó una cajetilla de cigarros dónde sacó uno y lo prendió, el olor me ahogó —. No me quiso decir de que hablaron ayer, pero por su forma de comportarse, estoy seguro de que el ego de ambos los hizo pelearse por mí.

—No, nada de eso. Sólo que pude descubrir la verdad.

—Ok, ahora tienes mi atención. ¿Qué descubriste? ¿Qué sigues siendo el mismo maldito idiota?

Su ligera risa burlona me molestó.

—No, lo que descubrí que eres un mentiroso igual que yo. Qué todo esto los has planeado para vengarte de mi. Para hacerme sufrir por lo que te hice.

Siguió fumando hasta que se lo terminó y prendió otro cigarro.

—Te tardaste mucho en descubrirlo. Yo creí que me cacharias de inmediato. No pensé que todo fuera a llevarse tan bien y eso que el plan fue saliendo dependiendo de lo que se me ocurría. Parece que pude hacerte quedar como pendejo —me dejó paralizado.

Se movió hacia el pequeño mini bar dónde sacó una lata de Coca-Cola para beber.

—Soy consciente del daño que te hice, lo lamento, pero eso no te dio el derecho para habernos puesto en riesgo a todos. ¿Qué hubiera pasado si algo se te salía de control? ¿Si los vídeos llegaban a las televisoras o a la prensa? Todo el grupo y la compañía se hubieran destruido por tus estúpidos celos y sí, ya sé lo que dirás. Lo mío fue una traición y en verdad lo lamento. Fui tan ciego en creer que tenía una leve esperanza con Bin y arruinar toda nuestra relación. Tú fuiste el único que estuvo a mi lado cuando la necesite de alguien. Por eso siempre he estado agradecido contigo, y ahora que ha pasado todo esto y la vida me abofeteó con el dolor y la desesperación, pude saber que a quien en verdad amaba era a ti, porque te amo mucho.

Los ojos de Ken se pusieron rojos. Me miraba como cuando aguantas la respiración.
No dijo nada y regresó al baño. Esta vez no cerró la puerta.
Lo seguí y lo vi sobre el lavabo vomitando. Me acerqué para tocarle la espalda, pero no me lo permitió.

—Si tanto me amas, ¿porqué siempre preferiste sacrificarte y correr a rescatar a Hong Bin? Supiste que yo también estaba en problemas, pero te dedicaste a cogerme siempre que nos veíamos. Porque lo tuyo no es amor. No te creo que me ames cuando no fuiste capaz de ayudarme cuando viste lo mal que estaba —se echó agua en el rostro y juntos salimos del baño. Se acercó a la mesa donde estaba mi vaso y se terminó el contenido. Después, lo ví agacharse debajo de la cama y sacar otra botella de la que bebió directo —. Si veniste hasta acá por perdón, lamento decirte que perdiste tu tiempo. Jamás te voy a perdonar por lo que me hiciste y menos porque después de que supiste que yo fui quién hizo todo, hayas milagrosamente, descubierto que me amas. Parece que a ti te encanta estar detrás de la desgracia, como si con eso pudiera tu sentirte superior. Necesitas a alguien inferior para lograr ser feliz, pero conmigo te equivocas, sino me respetaste y amaste en mis mejores momentos, no te dejaré que me llenes más de mierda de la que ya tengo. Ahora vive con el remordimiento de que fuiste tú el culpable de que Bin este muerto en vida y que yo haya arruinado mi vida por tú traición.

Mi sorpresa debió ser notoria, porque lo vi sonreirme con notoria burla.
No supe que contestarle.

—Ahora, por favor lárgate. Tengo una cita en la noche y debo prepararme —su voz estaba quebrada.

Aunque me dio la espalda, pude notar que las lágrimas se estaban agolpando en sus ojos.
No quise irme. El corazón me dolía.

—No, no me iré. Siempre que me dicen que me vaya lo hago, esta vez no —lo agarré de los hombros y lo tiré a la cama, no puso ninguna resistencia —. Por favor créeme, quiero que me escuches. Necesito que sepas que jamás fue mi intención engañarte. Tú sabías que mi amor por Bin estaba podrido, pero me seguía preocupando su bienestar, porque como bien lo has dicho, yo fui culpable de no haber luchado por él cuando debi. Después estuviste tu conmigo cuando el mundo se destruyó a mí alrededor. Me enamoré de ti, es verdad, debes creerlo. Cuando Bin mostró interés en mi, mi parte irracional y mi hombría me hicieron correr detrás de él, porque me estaba dando la oportunidad de probar de nueva cuenta su carne y fue que no pensé que eso te haría daño. Creí entonces que por fin podría estar con el que pensaba era el amor de mi vida, cuando en sí, siempre fuiste tú —estaba sobre Ken, agarrando sus manos sobre su cabeza. No se le veían ganas de soltarse, aunque sus ojos estuvieran húmedos —. No me importa que hayas logrado que me denigrara, ni que casi me violaran. No me importa que te acuestes con Shin, ni que estés usando drogas como una salida. Quiero que me perdones y regreses a mi lado, yo te ayudaré a ti exclusivamente. Seré el que te haga rehabilitarte, que olvides el dolor. Déjame sanarte, pero por favor no te alejes de mi. Me pongo de rodillas ante ti, pero dime que tú también me amas —me atreví a besarlo y fui correspondido.

La humillación nunca fue una palabra que buscara usar en mis pensamientos. Siempre he sido orgulloso, pero hay veces que tienes que agachar la cabeza para pedir perdón por tus idioteces. Esta vez esperaba que Jaehwan me perdonará por ser un maldito.

Mi castigo ya había sido cobrado.

HERENCIA (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora