PAUSA

112 20 8
                                    

Los rumores corrieron rápido. Los dedos comenzaron a señalarnos y la sombra poderosa de la vergüenza nos  cubrió hasta quedar en las tinieblas.

Fuimos protagonistas de un escándalo que estuvo a punto que cobrarnos la privacidad y el sufrir de ser descubiertos. No queríamos a nadie metiendo sus narices en nuestra vida y nuestros secretos. Fuimos cuidadosos durante días, esperando con paciencia que se olvidara todo.

Yo en cambio, estuve ansioso para poder hablar a solas con Ken, pero parecía que todo se interponía o mejor dicho, Hong Bin me había hecho prometerle que no me metería en sus asuntos, que ya era un adulto y que no debía prestar atención a lo que hacía. Y fue difícil porque cada momento que compartíamos era un dolor de huevos.

Lo extrañaba.

Era una estupidez viniendo de mi, porque siempre soy la causa de mi dolor.

Odiaba verlo con Shin quién no se separaba de su lado, no lo dejaba ni un momento a solas. Era peor que una maldita sombra.

Debía dar vuelta a la página o me volvería loco.

Pero un día tuve suerte y el imbécil de Shin desapareció una vez que recibió una llamada. Nosotros grababamos parte de un episodio de VIXX Tv. por lo que distraje a Hongbin con el manager y aproveché la soledad del set de filmación para acorralar a Ken en los baños.

Lo tomé desprevenido mientras lavaba sus manos. Me miró a través del espejo, sonriendo. Esta vez no huyó.

—Me encanta cómo te ves con ese traje —secó sus manos y se acercó a mí —. Y te maquillaron muy bien.

Se puso tan cerca de mi que colocó sus manos en mi pecho. Su rostro provocador hizo rozar sus labios en mi mejilla. Olía a alcohol, trayendo a mi la sorpresa de ser tratado por él de esta forma.

—Creí que me odiabas —hablé y al mismo tiempo giré mi rostro para evitarlo.

Su molestia fue notoria cuando se alejó y regresó al espejo para arreglarse el cabello.

—Yo no te odio, todo está olvidado. Deja a un lado los rencores. Volvamos a ser amigos y ya. ¿De acuerdo?

Volvió a mirarme y sus ojos brillaron con sinceridad.

—No te entiendo, fui yo quien la cagó. Me ignoraste y con toda razón, yo mismo te dañe y no hice nada por remediarlo, solo te deje ir.

Esta vez fui yo quien acortó la distancia entre ambos. Recargué la frente en su hombro.

—Yo ya sabía que en cualquier momento Hongbin te haría caer. Nunca dejaste de amarlo y temía que no pudiera enamorarte antes de que ese bastardo reclamara su derecho sobre ti. Supuse que tú amor hacia mi era sincero, por lo que creí que podría soportar que te acostaras con él y pude tragarme el coraje, pero no. Hongbin está tan metido en tu piel que te puedo asegurar que ahora eres más que su sirviente.

Me sorprendí, era obvio. Yo tenía muy en claro todo lo que me decía, yo mismo lo averigüé. Ahora sólo hacia que mi cuerpo se rindiera ante su presencia, porque estaba atado a Ken sin que él lo supiera.

¡Maldita sea!

—Solo somos pareja —le contesté —. Ambos tenemos la certeza de que nunca llegaremos a ser novios. Lo que vivimos fue suficiente para hacernos una clase de unión llena de odio y amor. No queda nada más que el recuerdo del cariño de ambos.

—¿Estás seguro de eso? —se volteó y me rodeo el cuello con sus brazos —. Si dices que solo son una pareja "tóxica", "dependiente" y sobre todo arrogante... —dejó la palabra colgada en sus labios, los que acercó peligrosamente a los míos  y con el aliento a alcohol susurró —. Conviértete en mi amante.

HERENCIA (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora