HERENCIA (VIXX Fanfic Yaoi)

PARTE DIECISIETE

Escucharlo hablarme así, era una novedad. Él siempre ha sido educado y tranquilo. Su cariño hacia nosotros siempre ha sido real y por eso muchas veces lo ignoramos, porque en verdad se preocupa y no solo porque estemos bien, sino porque el estar en el grupo siempre ha sido su sueño, sabe que esto lo puede impulsar a dar a conocer sus múltiples talentos y estoy seguro que no dejará que ninguno de nosotros interrumpa su propósito, mucho menos yo, con el que siempre ha tenido una relación más estrecha. Ya sea por la edad o porque yo tampoco estoy jugando a la hora de querer sobresalir con mi talento en esta industria tan abarrotada de chicos lindos, pero carentes de algún buen talento.

—Los demás te están mirando —le susurré en cuanto dejo de gritarme —. Podemos hablar en otro sitio.

Sus encolerizados ojos me perforaron la cabeza y penetró en mi el odio que sentía en este momento; pero así como comenzó su ira, de repente la sutileza amable regreso a su mirada.

—Lo lamento —alcanzó a decir.

Negué con la cabeza.

—Ven, salgamos de aquí.

Lo tome de la mano y caminamos juntos fuera del edificio hacia el local de comida más cercano. Nos sentamos lo más alejado de los demás comensales y pedimos lo primero que había escrito en la carta. Mientras esperábamos en silencio, se limpiaba las uñas con nerviosismo. Un mal hábito que lo ayudaba a concentrarse mejor.

—Bien lo has dicho —comencé a hablar para calmarlo un poco —. Soy un imbécil.

Se rió sin mucho escándalo, él odiaba el escándalo.

—Ya no sé qué hacer, o que pensar. De nueva cuenta has traído el desorden al grupo mi querido amigo —colocó ambas manos sobre la mesa con las palmas abiertas, como sosteniéndose y con su voz suave y lo suficientemente bajito para que solo yo lo escuchara, me atacó — ¿No pudiste mantener tu pene dentro del culo de Ken para evitar todo esto? ¿Por qué regresaste con Bin? ¿Por qué ahora hay un video sexual que nos hará caer en desgracia? ¿Por qué siempre estás tú en medio de todo?

El rojo de sus ojos y su respiración entrecortada me daba a saber que estaba furioso.

—Les traigo sus brochetas y bebidas. El caldo de camarón estará listo en unos minutos. Disfruten la comida por favor.

El mesero evitó que Hakyeon se abalanzara sobre mi para darme la golpiza que merecía.

—Puedo asegurarte que cuando actuó, nunca me preocupo por lo que vaya a pasar. Sigo mi instinto, pero sobre todo a mi corazón. Yo no tengo la...

—Sigues las órdenes de la cabeza que te cuelga entre las piernas. Haces todo sin preocuparte y eso me molesta. Eres tan cínico y engreído. Alégrate que hasta ahora todo te ha salido relativamente bien, porque llegará el momento en que metas la pata y no habrá nada que te salve. Yo ya estoy harto de tener que lidiar con ustedes como si fueran niños pequeños que juegan —hizo una pausa para beber la cerveza que el mesero dejó —. No entiendo porque estás tan empeñado en que no podamos estar tranquilos. El CEO me ha exigido encontrar al protagonista del puto video, que le de señal de todo lo que ustedes hacen, que prepare las coreografías, que mejore en el canto, que les exija a ustedes mayor disciplina, que tenga contento a Shin, que no engorde, que no nos metamos en problemas... voy a volverme loco, creeme. No he podido dormir bien, la comida me entra porque la necesito y si no fuera porque en verdad me importa, ya me hubiera salido del grupo. Ninguno de ustedes agradece todo lo que hago por ustedes, tapo ante el CEO y el manager cada estupidez que hacen y ninguno se da cuenta. Las salidas de Ravi, la locura de Hongbin, la rebeldía de Hyuk, Ken y el psicópata de Shin, tú y tu egoísmo y falta de inteligencia para que nada a tu alrededor se destruya. Al final estoy yo, lidiando con mis propios problemas y cargando los suyos en mi espalda.

Se metió a la boca la brocheta de lo que parecía carne y la masticó con la mirada perdida. Bebí a sorbos largos la cerveza fría e igual me comí las brochetas en mi plato.

—Shin sabe que matamos a Mink.

—Genial, algo más con lo que lidiar. Gracias por avisarme.

—Te lo digo porque estoy seguro que Ken está siendo manipulado por ese tipo para grabarse masturbándose. Con ese tipo de videos se puede obtener mucho dinero.

Lo ví suspirar sin ganas y aún con los ojos mirando la mesa sin interés

—Asi que Jaehwan tiene esos lindos lunares en su entrepierna... tus palabras pueden ser ciertas, pero hay que investigar. Hablaré con él a ver qué me dice, estoy seguro que tú intentaste hacerlo sin éxito, tal vez y terminaste follandolo y no hablaron de nada. Tú también estás loco ¿lo sabías? Si Shin se entera hará arder más el infierno en el que estamos. Ahora ese chico tiene el poder de hacer con nosotros lo que quiera, si sabe lo de Mink y no ha dicho nada, es por qué planea algo. Debemos estar atentos y tú alejado de Jaehwan. Por favor manten cerrada tú bragueta y arriba tus pantalones.

Suspire aliviado, estaba seguro que podría confiar en Hakyeon para poner fin a estos pensamientos que no tienen sentido.

—¿Me escuchaste Jung Taek Won? Estamos en focos rojos. Nuestra vida y carrera dependerán de lo que decidamos a partir de ahora. Ya eres un adulto, comportate como tal.

Asentí con la cabeza y mirándolo fijamente y determinación le contesté.

—De acuerdo.

Terminamos la comida sin decir más, hasta que mi teléfono vibró en la bolsa del pantalón. Lo saqué y en la pantalla había un mensaje de Ken. Mi corazón revoloteó en júbilo.

"Te veo esta noche, en el mismo hotel, misma habitación".

Desbloquie la pantalla y sin demora contesté:

"De acuerdo".

Volví a mirar a mi amigo y le sonreí.

—Esta vez haré las cosas bien, te lo prometo.

Me devolvió la sonrisa.

—Confio en ti.