PARTE VEINTISIETE

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La parte más difícil de esta situación, era estar atrapado en las decisiones y planes de alguien más.
Era terrible saber que no podía hacer algo para detenerlo, porque no era mi opinión la que se buscaba a pesar de que jugarán con mi cuerpo y destrozaran mi alma.

***

Mi querido amigo terminó el beso con un suspiro. Se alejó de mi con los ojos cerrados y la cara realmente roja.

No le dije nada, no me preocupé en reclamarle o siquiera preguntar. Recordé cientos de veces en que me demostró su amor y yo nunca fui capaz de notarlo. Tantas veces que sus palabras significaban algo más y sus acciones denotaban ese cariño.

—Discúlpame, no lo tomes mal. No te enojes conmigo por favor.

Su espalda estába encorvada y ocultaba su boca con la mano. La tierna mirada de esos bellos ojos me hicieron sonreír.

—No te burles de mi —dijo con cierta molestia.

Le sonreí más ampliamente.

—Jamás me burlaria de ti, solo es raro verte tan tímido —confesé —. Te ves lindo.

La cara de sorpresa junto con el color rojo de su rostro me dieron más ternura.

Desvío la mirada hacia la charola con la comida y la señaló.

—Deberías comer esto antes de que se enfríe. Te compré un par de analgésicos para el dolor y una pomada para los golpes. Cuando termines deja los platos en la cocina, los lavaré después. Date una buena ducha y cambiate —camino hacia la puerta y aún sin mirarme agregó —. El CEO vendrá por la noche.

La paz que se había formado, se derrumbó. Regrese al infierno en el que estaba.

Comí despacio, me tomé las pastillas y aplique la pomada. Me cambié con cuidado y llegada la noche, me levante de la cama y salí a la sala para esperar con miedo.

N no volvió a aparecer en ese tiempo. El departamento parecía vacío, pero sabía que eso no era así. Se escuchaba ruido en el cuarto de Hyuk y el pendejo de Won Sik. Hong Bin probablemente estaria jugando en habitación o viendo esos tontos reality shows. Me dieron ganas de recostarme a su lado para que abrazara y me besara. Quería seguir teniendo motivos para amarlo como lo hacía.

Toqué a su puerta y no respondió. El ruido de disparos y voces electrónicas de guerra me hicieron abrir la puerta y entrar. Lo vi sentado con las piernas cruzadas mientras sostenía el control en sus manos. Estaba tan concentrado que ni siquiera me miró cuando entré. Cerré la puerta con seguro y me acomode a su lado.

No me dijo nada, no se movió. Siguió jugando hasta terminar la partida.

—¿Estas bien? —preguntó.

—Si.

—Ayer llegaste muy noche. N estaba muy preocupado.

—Él siempre está preocupado —regresó a mi mente el sabor de la boca de Hakyeon y el olor a sándalo que expedia su piel.

Una nueva partida inició y Bin se concentró en la televisión. Me ignoró otra vez, riendo y hablando a través del micrófono que colgaba de su cabeza.

—¿Puedes apagar eso y acostarte conmigo? Necesito estar junto a ti, necesito que me abraces.

—Es una partida en línea, no puedo pausar nada. Puedes quedarte aquí si quieres.

—¿Es en serio Hong Bin? Te estoy diciendo que te necesito y ¿me dices eso?

—¡Si! Venga, vamos por el camino azul, ahí vi varios depósitos. Recuerden cubrir a Ryan, siempre le disparan por la espalda.

Su risa y la concentración de sus ojos en la pantalla, me dieron coraje. Yo siempre he estado a su lado en los peores momentos. Me rasgue la piel para él no sufriera y siempre me mantuve en vela cuidando su sueño. Nunca le he pedido nada. Nada relacionado a mi. Su egoísmo fue palpable, entonces me descoloque.

Tomé el control de sus manos y lo avente al piso. Se quitó la diadema y se avalanzo al piso para recoger el control.

—¡Leo! ¡ahhh! Maldita seas —se coloco en la misma posición y movió con velocidad sus manos para regresar al juego —. No se preocupen, he regresado. No paso nada. Sigan adelante, los alcanzare en unos segundos. Hwan busca algún repuesto para mi arma.

Me pareció increíble.

Mi coraje se acumuló y tuve que detenerme para no darle un golpe.

Suspire al aire y derrotado, salí de ahí.

Regresé a la sala donde N estaba sentado leyendo. La lámpara lo alumbraba desde arriba, parecia que un halo de luz blanca lo cubría, como si fuera un ángel.

Cuando se dio cuenta que estaba ahí, hizo a un lado el libro y me sonrió. Sus mejillas se colorearon de rojo, pero mantuvo la postura erguida, mostrando sus buenos modales.

—Dice el manager que llegarán en una hora. ¿Cómo te sientes? ¿Te tomaste las pastillas? ¿Necesitas algo?

Me senté a su lado para agarrar su mano. Sus ojos brillaron y su sonrisa iluminó toda la estancia.

No era más guapo que Bin, ni más sexy que Ken, él tenía un aura capaz de traerte paz. Su cuerpo era hermoso y su carácter era el de un ángel. Nadie se daba cuenta de que bajo la belleza de su ser, se escondía un chico muy tímido y lleno de amor.

Recargue la cabeza en su hombro y besé el dorso de su mano.

—Gracias por todo —le dije.

Lo escuché reírse.

—Estoy apenado contigo. Perdí el control y lamento mucho haberte besado.

Si comentario me tomó por sorpresa.

Lo encare.

—No tienes nada de que preocuparte. Nuestra amistad quedará intacta. Te agradezco por cuidarme como lo haces. Esto no afectará que sigamos siendo buenos amigos.

No terminé de hablar cuando percibí como su mano se cerraba con fuerza con la mía. Sus ojos se volvieron rojos y no supe el porqué.

Vi que sonrió con fuerza y su voz se escuchó temblorosa.

—OK. Me alegro por eso.

Me soltó la mano y tomó el libro para regresar a su lectura.

Volví a recostar mi cabeza en su hombro y cerré los ojos para ver si podía dormir un poco más. Su cuello seguía oliendo a sándalo e incienso.

Poco a poco fui quedándome dormido, mientras escuchaba entre sueños a mi amigo sollozar.

HERENCIA (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora