Una diosa Saiyajin(Trunks Y Tu)

35-Verdad revelada (Parte 4)

Capítulo dedicado a GotenxPan

¿Ryusei era mi padre? ¿Murió protegiendome? ¿Significa que Takeshi es mi hermano? Las preguntas seguían brotando en mi cabeza. 

Galatea:- Sé que estás muy sorprendida, yo también lo estuve cuando me di cuenta de lo que sentía por tu padre. Cuando le conté lo que sentía me dijo que él sentía lo mismo, pero a la vez se sentía culpable, aún pensando en lo que no había podido proteger. Yo lo acepté y le dije que no importaba el tiempo que pasara, yo sólo lo amaría a él. Decidimos que el destino decidiría si volvíamos a encontrarnos.

(Tn):- ¿Se separaron?

Galatea:- Sí, él siguió viajando y yo volví a mi planeta. Pasó al menos un año hasta que decidí volver a viajar por los universos, y también curiosa de si el destino volvería a unirme a él.

(Tn):- Obviamente lo hizo...

Galatea:- Déjame terminar -mostré mis manos en señal de 'no me pegues' y seguí escuchando- Me encontraba recogiendo unos frutos extraños de un planeta cuando sentí la presencia de alguien cerca de mí. Al girar me encontré con Ryusei; él me miraba embobado. Solté todo lo que tenía en mis manos y corrí hacia él, que me recibió en un gran abrazo. El destino nos había vuelto a unir, y decidimos no desperdiciar esa oportunidad. Viajamos a mi planeta, donde fuimos recibidos por los dioses antiguos, que nos miraban con curiosidad, o más bien miraban a Ryusei con muchas preguntas en sus ojos. Hicieron muchas preguntas, más de las que soy capaz de recordar, hasta que finalmente dijeron que si yo era feliz nada más importaba.

(Tn):- ¿No les contaste que él tenía sangre de Yokai?

Galatea:- Claro que no, tenía miedo de que lo destruyeran si lo descubrían. Creí que tenía la aceptación de todos, pero me equivoqué. Había un joven dios de mi edad que estaba sumamente disgustado por la situación, ya que hacia tiempo me había confesado sus sentimientos. Lamentablemente, yo no sentía lo mismo y él dijo que esperaría el tiempo necesario, pero conocí a tu padre. Ese dios decidió irse y viajar durante un tiempo.

(Tn):- ¿Ese es Toshiro? -mi madre asintió- ¿Pero cómo es posible? Él no tiene un aura divina.

Galatea:- Cuando finalmente nos unimos como pareja, volvimos a viajar, ésta vez por los distintos universos. -siguió, ignorando completamente mis preguntas- Al pasar dos meses empecé a sentirme mal y decidimos volver a mi planeta, sólo por precaución. Al llegar me sentía tan mal que de inmediato los guardianes del santuario me recostaron en una cama y empezaron a examinarme. Al cabo de unos minutos me dijeron lo que era, y era que una pequeña criatura estaba creciendo en mi vientre, obviamente eras tú. Tu padre estaba muy feliz, más feliz de lo que jamás lo había visto. Decía "Voy a ser padre, voy a ser padre, voy a tener una segunda oportunidad de ser feliz" con mucha alegría, supongo que sentía que al menos podría cumplir con su promesa y poder ser feliz, y fue feliz, al menos hasta que sucedió. -la sonrisa que se había formado en su rostro mientras relataba la historia, desapareció al decir estas últimas, palabras que me hicieron fruncir el ceño ya que estaban cargadas de tristeza.

(Tn):- ¿Qué sucedió? -su súbita tristeza hizo que yo formara esa pregunta, no por nada ella tendría esa expresión, lo asumo ya que no la conozco demasiado como me gustaría.

Galatea:- Durante el embarazo él permaneció junto a mí, consintiendome y dándome todos mis caprichos, cosa que divertía a los dioses del santuario. Al cabo de un tiempo naciste. Eras una cosita realmente pequeña, tu cabello era totalmente blanco y tus ojos amarillos, eras idéntica a tu padre, incluso tenías dos orejitas blancas. Él te tomó entre sus brazos, temeroso seguramente de tirarte. Te miraba de una manera especial, como si fueras lo más importante en su vida. Ambos estábamos realmente felices, y los dioses decidieron celebrarlo reuniendo a todos los dioses destructores, creadores y a sus ángeles. Obviamente llevó tiempo poder concordar una fecha, pero al cabo de un año, en el que habías crecido como una niña muy fuerte, todos pudieron asistir. Fue una gran celebración, todos te saludaban y nos felicitaban por lo hermosa que eras. Todo el santuario rebosaba de felicidad, hasta que Toshiro llegó, él no había sido notificado, y al verme junto a tu padre, estalló. Es mejor verlo que escucharlo: