25
Creo que me he equivocado
El humo que provenía del sello era del mismo color rosa... tan tranquilo y aparentemente indefenso. Con cautela lo observé, tratando de notar algo diferente, algo extraño... algo que no había notado antes... Bingo.
Existía una pequeña parte que no emanaba la misma cantidad de humo que el resto del sello, esa podría ser mi puerta de entrada. Coloqué mi mano sobre el sello que había dibujado en la biblioteca y al igual que mis ojos, construí un camino desde mi pecho, hasta mi mano y con mucho cuidado, llene los caracteres de mi energía, dibujando finamente las líneas ya trazadas. Sentía como la tinta de la pluma cambiaba su comportamiento, ya no era estática e inerte, cobraba vida poco a poco, moviéndose en un ciclo sin fin.
Decidí que era suficiente y corté el vínculo entre el papel y yo. Fue muy curioso observarlo todo, un trozo de papel y un poco de tinta distribuida de una forma específica... puede cobrar vida.
No estaba muy seguro sobre el siguiente paso... pero no me retiraría en este momento. Acomodé el papel sobre el sello, cubriéndolo completamente. Aguardé unos segundos... nada pasaba.
Sostuve un poco de energía en mi mano y toque el sello nuevamente... de ahí en adelante todo fue de mal en peor. Un hilo fino de color rosa me atravesó el pecho, como un finísimo y frio cuchillo, tomando de mí toda la energía posible. Mi cuerpo se estremecía, no de dolor, era una sensación nueva, completamente diferente. Me drenaba la vida lentamente, dando mayor fuerza a mi agresor.
Mi intento de sello se calcinó frente a mis ojos, abrí la boca intentando gritar pero no lograba gesticular ningún sonido. Sin más fuerzas mis ojos regresaron a su estado natural y un umbral negro se me presentaba, sabía que me desmayaría.
- Khaw.
Caí al suelo ya sin el yugo de mi tormento, la visión regresaba lentamente y poco a poco recobré todos mis sentidos.
- Se suponía que ese sello te ayudaría a saber más de ti. No que intentarás quitarlo.
Esa voz, con un tono de preocupación único, esas suaves manos, solo podía tratarse de una persona.
- Lúthien ¿qué haces aquí?
- En pocas palabras, evitando que te hagas daño. ¿En qué estabas pensando? Puede que tengas la habilidad de controlar y manipular la energía, pero eso no significa que hagas locuras.
- Pero... creí que...
- ¡Galdor! Aun no dominas tus ojos y ya quieres hacer otras cosas, eres necio, terco y muy imprudente.
Afortunadamente me encontraba cerca. ¿Acaso no mides las consecuencias de tus actos?
- Ningún libro decía nada.
- ¿Y por qué un libro no dice que si te disparas en la cabeza puedes morir significa que vas a intentarlo?
- No... pero.
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El Credo - Iniciación
FantasyDesde los antiguos tiempos de la magia y la hechicería existieron diversos grupos que se reunían para practicar rituales secretos y así obtener algún beneficio para su gente. Estas agrupaciones eran llamadas de diferentes formas: tribus, hordas, cla...