Capítulo 27 - Depresión

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  • Dedicado a Andrea V. Deloera
                                    

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Depresión

Tantas cosas que pensar y tan poco tiempo. No podía salir de mi habitación, no me apetecía hacer nada ni mucho menos hablar con alguien. Huor seguramente está ocupado y Lúthien no puede verme ni en pintura, Amrod, Finrod, Fëanáro, Merenwen, Nindë y Lólindir deben hacer algo importante... si te pones a comparar el escuchar los problemas de alguien más, cualquier cosa es más importante que eso.

Dos días pasaron lentamente donde solo pude estar recostado en mi cama, pensaba sin pensar, divagaba sobre cualquier tontería y cuando trataba de concentrarme en algo mi cabeza colocaba otro pensamiento inútil. No quería afrontar la situación en ese momento... y creo que ni en ningún otro. Si comenzaba a idear la forma de entender mi papel... ¿Papel? No puedo ser tan importante en eso ¿cuál es la línea que separada la humildad del ego? Debo tomar las cosas como me las dicen, o tratar de enfocarme en lo que realmente quiero.

Pero ahí se encuentra el problema, no sé qué deseo, por primera vez en mi vida me encuentro con algo que me llama la atención y quiero saber más sobre el tema, pero eso representa poner mi vida en riesgo, y si las palabras de Lúthien son acertadas, puedo colocar a otros en riesgo. Huor ha hablado de personas que están cayendo, existe una guerra. Si participo conozco los riesgos... y si decido no participar, renunciar, olvidarme del credo ¿las consecuencias serán las mismas?

Haga o no haga el tiempo sigue su curso y no puedo evitar que algo suceda. Por lo menos si hago algo, tengo la esperanza de tener algo en mi control, que pueda cambiar algo... aunque se trate de una mera ilusión.

Los constantes viajes de mi cama a la ducha consumían mi tiempo con la excusa de permanecer en un estado meditativo. ¿procrastinando? Es lo más obvio, ya que la respuesta se la he dado a Huor. "Utiliza el tiempo como mejor te parezca" ¿se tratará de una prueba? Muy pronto regresaré al mundo real... o no sé cómo más llamarlo, podré olvidarme de esto por un tiempo... ¿debería olvidarme del tema mientras estoy fuera?

¡CARAJO! Solamente soy... soy... Erik... Galdor... mi propio nombre ya no me suena familiar, necesito saber lo que soy. Salí de la habitación por primera vez en dos días, incrédulamente miré la parte superior de mi puerta para asegurarme que no existiera otro sello. La respuesta fue más preocupante de lo que esperé. No había nada, este masoquismo mental es totalmente mío.

Podría ir a la biblioteca, entrenar un poco, pero... no encuentro el sentido. Si, para encontrarme más preparado y poder superar los problemas que tenga en camino. Huor no habló sobre lo que debo hacer y no tengo idea de cómo prepararme. ¿Debo aprender a pelear, a dominar mi habilidad, empaparme de conocimiento, intentar algo nuevo?

Será mejor primero saber a lo que me enfrento. O es la única respuesta que llegó a mi mente. Regresé lentamente a mi habitación y aquel acusador espejo no dejaba de seguirme, exigía que lo mirara, como si me hablara. En mis ojos existía algo nuevo y sabía perfectamente de lo que se trataba... si aprendo a usar correctamente mis ojos podré hacer algo, pero a su vez, ya no podré escapar de esta vida.

La normalidad no podrá regresar... aunque siempre hui de lo normal, ahora, que tengo la oportunidad de hacer algo distinto, me escondo y tiemblo como un niño asustado. Mi inseguridad la tengo a flor de piel y mis temores se apoderan de mí. La respuesta la tengo en la boca y aun así no puedo hacer algo al respecto, es un círculo vicioso.

Ya no puedo seguir con la mente con estos pensamientos que solo me están consumiendo lentamente, si ya he tomado una decisión afrontare todas las consecuencias. Aunque cada vez que pienso eso, llega a mí rostro el ardor de aquel golpe que Lúthien me propicio con lágrimas en los ojos. Tan llena de rabia, tristeza y dolor. Sin decirme lo que piensa ni de lo que siente ¿qué sabe ella que yo estoy desconociendo?

No es una buena idea que empiece a indagar en esos temas con ella, no solamente porque sería descortés, también tengo un poco de miedo por su reacción, y aún más desconociendo su habilidad... o habilidades.

Habilidades... habilidades, entiendo que es posible que una sola persona tenga más de una ¿Existirá algún límite para ello? ¡BASTA! Tengo demasiadas preguntas y carezco de la intención de responderlas. Tengo que parar esto, debo hacer algo, no puedo permanecer así, TENGO QUE HACER ALGO.

Grité en la habitación, levanté la mirada y cerré los ojos mientras lo hacía. DEBO HACER ALGO, NO PUEDO SEGUIR ASÍ. Continuaba gritando, mis brazos ardían, mis piernas punzaban y el rostro lo tensé, desde el estómago hasta el pecho un calor me recorría con mucha fuerza. Abrí los ojos de golpe y lentamente relaje todo mi cuerpo dejando caer mi rostro hasta mirar el suelo. Es tiempo de realmente hacer algo, esas palabras se escabulleron entre mis labios cual gotas de agua, cayendo al suelo e inundando toda la habitación. Temeroso, levanté la mirada al espejo, esperando su brutal crítica.

Quede totalmente boca abierto, caminé lentamente hasta estar a unos escasos centímetros del espejo. Reaccionaba lentamente, llevé mis dedos a mi cara, recorriendo las líneas que rodeaban mis ojos. Estos se volvieron... diferentes. Un color azul obscuro, muy cercano al negro emanaba de ellos. La pupilas totalmente redondas y negras ocupaban un pequeño espacio, como si viera una luz muy intensa.

Que yo recuerde mis ojos son de color café, pero inmediatamente lo entendí, en mí reflejo noté algo que me rodeaba, se comportaba como humo pero no se dispersaba por toda la habitación, parecía emanar de mí, muy liviano y con un color plateado. Sabía que se trataba de mi energía o algo similar, había activado mi habilidad, pero jamás había creído que tendría transformaciones físicas al utilizarlo.

Quedé fascinado y algo dentro de mí me confirmó lo que debía hacer. No hago esto porque sea importante, soy un simple novato, no lo hago por tener una gran habilidad, apenas entiendo de que se trata, no lo hago por Huor o Lúthien... lo hago... porque quiero saber quién soy. Un fuego dentro de mí se encendió. Si, puede ser peligroso y puede que me comporte como un niño, pero esta es mi elección. A mi mente regreso la imagen de Lúthien llorando, pero en esta ocasión, con mis ojos noté algo, su humo rosa era aún más liviano que antes y mucho más suave, sus palabras decían una cosa pero su energía mostraba otra, cuando me golpeó, su manto me cubrió el rostro, como si estuviera arrepentida y al salir de la habitación, un hilo sumamente delgado seguía a Lúthien y el otro extremo se encontraba... atado a mí. Puedo equivocarme, pero si cada persona tiene un color, densidad, textura y forma en el humo que emanan, pienso que se trata en parte de su personalidad, como con Lólindir y su firme, duro y frío humo verde, pero por otra parte, el humo parece tener comportamientos. Cuando intenté romper el sello de Lúthien comenzó como algo muy tenue y se volvió algo tan denso que fue capaz de lanzarme a la madriguera de los dragones, y ese hilo que vi, atado a mí... no entiendo lo que puede significar.

Después de pensar varios minutos, en cómo se comportaba ella y el humo, como la veía... ¿por qué no lo noté antes?

... ¡Esperen! No lo noté antes porque no tenía activada mi habilidad y no podía ver eso, pero ahora que mis ojos tomaron su color azul obscuro puedo verlo, bueno, no es verlo, solo estoy recordando lo que pasó, pero ahora... ¿puedo ver la energía de las personas con solo recordar un momento?

Esto es algo nuevo, creía que necesitaba ver a la persona en ese momento para ver eso. Sin perder un momento más, invadido por la curiosidad y porque posiblemente me de algunas respuestas, comencé a recordar las pláticas que tuve con Huor, pero no había nada, intenté con otras personas y el resultado fue el mismo, solo puedo ver el humo rosa de Lúthien.

Puede que se traté de mi habilidad... o puede ser que sea una habilidad de ella. Aunque el sentido de todo fue simple y liberador hasta cierto punto. Mi decisión no es errada ni correcta, solo es una decisión, una posibilidad. Aunque nunca me quitaré de la cabeza que puedo arrastrar a otras personas al infierno.

Si voy a caminar por aquí, más me vale hacerlo correctamente... la presión un muy grande, pero hasta que entienda que es a lo que me enfrento, lo único que puedo hacer es... hacer algo.

El Credo - IniciaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora