Del Odio Al Amor

Capitulo 1

Me acuesto sobre la fría y suave nieve, los pequeños y esponjosos copos caen sobre mi rostro, el frío viento azota agradablemente mi cara.

—¡Oh por dios! que delicia!— me digo a mi misma.

Escucho a lo lejos que algo suena...

—¡AAAAA! ¡MADICIÓN!— reniego al despertarme por el sonido de mi celular, lo tomo con desgana, miro la pantalla pero veo borroso. Tomo la llamada sin lograr ver quién es —Hola— mi voz es muy ronca.

—Hermana llego dentro de dos horas— la voz de mi hermano hace que despierte por completo.

—¡Alex, por dios que buena noticia! — chillo emocionada.

—¿Puedes venir por mí al aeropuerto? —

—Obviamente hermano, te veo luego—

Termino la llamada y entro como flash al baño para asearme. Al salir, me pongo una blusa de tirantes en gris, con unos jeans en azul, un blazer y tenis en blanco. Sé que mi combinación es algo rara pero me gusta cómo me veo. Me dejo el cabello suelto me maquillo, tomo mi bolso y salgo al aeropuerto. Llego con unos minutos de anticipación, veo a mi hermano salir por la puerta. Con ese pantalón y corbata en azul marino, la camisa azul en rayas, se ve guapísimo y no lo digo porque sea mi hermano.

—¡Alex! — grito emocionada. Corro hacia él, y me le trepo como changuito, me atrapa rodeando mi cintura.

—¡Te extrañe enana! —

—Yo también— comienzo a llorar de la emoción. Me separo de él y me limpio un par de lágrimas.

—Espero que sepas lo ridícula que te ves llorando— sonríe burlándose de mí. Pero al mismo tiempo se le escapa una lágrima traicionera.

—¿Espero que sepas lo ridículo que te ves llorando?— recito sus palabras.

—Lo sé, créeme que lo sé— sonríe.

Toma sus cosas y nos vamos a casa, lo dejo conducir. Enciende la radio y cantamos como locos las canciones que salen.

Suena mi teléfono.

—Hola— Alex baja el volumen de la música.

—Alexa necesito que me hagas un favor— Es John mi antiguo compañero de trabajo.

—Dime—

—Necesito que vengas a la empresa y me ayudes, llego el nuevo jefe despidió a tu reemplazo y si no consigo a alguien en menos de una hora estoy despedido— Está más que nervioso por la situación.

—Lo siento, no puedo mi... —

—¡Te lo suplico! — me interrumpe desesperado.

—John, mi hermano acaba de... —

—Alexa— me interrumpe Alex, tapo el teléfono —ve adonde sea que tengas que ir, así me quedo en casa a descansar—

—¿seguro? — asiente

—¿John? — Me pongo el teléfono en el oído —llego en 20, espérame en la entrada—

—Gracias Alexa, te debo una—

—Esta vale por dos, nos vemos— termino la llamada. Llegamos a casa y ayudo a mi hermano a bajar sus cosas.

—Bien, nos vemos luego— me despido

—Sí, pero te aviso que a las 9:00 P.M. nos vamos a cenar— asiento.

—Adiós— me despido de beso y abrazo de mi hermano.