Despues de la inesperada muerte de su hermano, Alexa se ve involucrada en un absurdo trato.
Decidida acepta la propuesta de su hermano, se casa con alguien que no ha tratado a fondo en la vida.
Cada quien vive la vida como mejor le plazca.
¿pero pod...
No se porque decidí venirme así de repente con Viktor, sólo le dije a mi hermano que iría a la fiesta de cumpleaños de mi suegra, al principio se rió de mi, pero cuando vino a despedirme en el aeropuerto vio que me iba enserio, no se si sea por un par de días, o un par de semanas, no estuvo muy deacuerdo que digamos.
Tomó un par de cosas de las maletas que están arriconadas, corro llena de felicidad a lo que creo que es el baño, me quito lo que traía puesto y comienzo a vestirme con una pantalón azul, una blusa negro con blanco, un chaleco negro y un gorro, con unas botas peludas. Me arreglo el cabello y salgo a la habitación, pero Viktor no está, salgo al pasillo y está desierto, trato de recordar el camino cuando subimos a la habitación, cuando creo que estoy segura, corro y por suerte si es ya que me encuentro con las escaleras.
Veo a Viktor completamente vestido se ha quitado su traje carisimo, ahora lleva un pantalón café claro, muchos suéter y chalecos, además de un enorme abrigo de color azul, con unas botas café.
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Wow nunca me imaginé verlo así, bajo las escaleras y me le uno, trae una pequeña mochila, pero la ignoro.
-¿saldrás así?- me señala.
-si ¿porque?-
-ponte un abrigo- me ordena y niego.
-ya, no seas gruñón, anda vamos que el día a termina y hay muchas cosas que quiero ver- lo jalo de la mano hacia el gran portón que tienen por puerta.
Me encanta, esta todo blanco, todo está completamente cubierto de nieve, simpre había querido estar en un lugar como este, recuerdo cuando Max me prometió que me llevaría a Alaska, y estaríamos ahí lo un par de semanas, pero eso nunca ocurrió.
-sigueme- ordena.
Lo sigo por un bello bosque cubierto totalmente de nieve, desde la punta de los pinos hasta la tierra, caminamos por rato, no me fijo por donde voy, estoy tan emocionada de estar aquí, que no se ni por donde, ni hacía donde vamos.
-¿falta mucho?- digo casi sin aliento.
-No, solo un par de metros- voltea a verme y sonrie.
Seguimos caminando, ya no puedo más, según mis cálculos hemos caminado alrededor de cinco kilómetros, se que no es mucho, pero con la nieve cubriendome un poco más arriba del pie cansa mucho.
-ya no puedo Viktor- me quejo sin aire
-lo que quiero que vea esta detrás de esa pinera- se regresa y me ayuda a levantarme.
Con su ayuda y un poco esfuerzo logró ponerme de pie, camino lo poco que me falta, al atravesar la valla de pinos me quedo en shock. Esto es simplemente hermoso, un pequeño lago congelado, pinos rodeandolo y una bonita pueta de sol ocultandose en una enorme montaña.
Me dejo caer de rodillas en la nieve, observando lo bello del lugar. No se como me he perdido de esto tantos años.
