Capitulo 30

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Efectivamente, la estancia está total y completamente cubierta por rosas rosas. Debo admitir que esto me está causando pánico, el hecho de que alguien te mande rosas cuando tu no sabes quien es, da miedo. Y al parecer sigue mis pasos, por que si no fuese así, no me enviaría las flores en el estacionamiento de un banco.

Miro a Viktor y al parecer está pensando lo mismo. Sabe que algo no anda bien, pero algo me dice que sabe más y no me lo quiere decir.

-chicos suban a cambiarse, por favor- pide Viktor con el ceño fruncido.

-creo que la empresa estará bien decorada mañana- sonrio tratando de quitarle temcion temcion la situación.

-esto es demasiado-

-si lo se- muerdo mi uña del dedo índice.

-Alexandra- lo miro -tenemos que dar con la persona que está haciendo esto- señala las flores -parece de psicópata- se cruza de brazos -y por lo que puedo ver... creo que te está persiguiendo-

-Viktor- susurro

-aumentare la seguridad, desde mañana tu y mis hijos tendrán más personas para su cuidado- asiento...

Al parecer todo está en orden, los chicos entran hoy al colegio y se ven guapísimo.

-bien, ambos tienen mi número, tienen el número de Alexa, y el nuemro del tío Sergey, además el número de la empresa que conecta directamente con mi secretaria- dice por quinceava vez -por cualquier cosa Contáctenos y por favor portense bien, no den problemas los quiero-

-ya déjalo, no los atosigues- sonrio abrazando Oana -te quiero hermosa, y tu- señaló al joven -portate bien, no causes problemas de adolescentes- río

Entran al colegio, y yo me voy a la Universidad.

-dile a Sergey que primero pase por los chicos y después por mi, y que no se le olvide que tiene que traerme los papeles para inscribir a Oana a las clases de ballet que tanto quiere- digo todo eso mientas tomo mis cosas y salgo del auto -y por favor que lleve todos esos arreglos a la oficina y se los de a cada secretaria porfavor- le dedico un guiño y me voy al campus.

Camino buscando mi teléfono en mi bolso pero no lo encuentro. Volteo y veo a viktor recargado en el auto con los brazos cruzados.

-¿buscas algo mi amor?- sonrie mostrandome mi teléfono.

-si seras- sonrio y camino hacia el, tomo mi teléfono pero no lo suelta.

Me pega hacia el besandome. Estamos a la mitad del estacionamiento del campus y no me importa.

Un falso garraspeo hace que nos separemos.

-buenos dias señores Kozlov- saluda un señor que a me hace bastante familiar.

-Diatlov- susurra Viktor apretandome de la cintura.

-¿como estas Alexandra?- toma mi mano y me da un beso en el dorso, de inmediato Viktor se tensa.

-disculpe señor... ¿lo conozco?- digo sin pensar.

-nos conocimos en la fiesta de tu suegra- asiento sin recordarlo.

-bien, fue un gusto pero tengo que irme- le sonrio -nos vemos- le doy un beso rápido a viktor y salgo corriendo cuando el timbre suena.

Me falta el aire cuando llegó al salón, todos me miran raro y no entiendo porque, me acerco a Helena y Sebastián y ellos me sonríen.

-¡felicidades!- dicen al mismo tiempo.

-¿por?-

-ten- Sebastián me entrega un arreglo de rosas rosas.

Del Odio Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora