❣ Capítulo 21 ❣

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(Narra Franheska)

Los días han pasado y no he sabido nada de Karl ni Sam, intenté contactarlos, pero sus teléfonos no estan encendidos y en la oficina del director no quieren darme su domicilio.

Ya no es tan divertido venir al instituto, me acostumbre a la presencia de ambos y sus raros comportamientos. 

Allí estaba el profesor preguntandome a que hora llegaría Sam porque ya falto a dos clases y necesitamos ensayar. Sam había ganado el papel de Romeo y bueno, yo era la reemplazante de Julieta en caso de que algo sucediera.

Le dije al profesor que no sabía nada de él y que por más que había intentado comunicarme no había tenido exito. Ya estaba resignada a la idea de volver a mi antigua vida donde era invisible ante el mundo, pero al menos aquí nadie sabía de mi adicción a los vampiros y la loca idea de su existencia o eso pensaban ellos, pero yo tenia clarisimo que sí estaban entre nosotros.

— ¡Señorita Franheska!, un joven la busca y trae el permiso para poder retirarla del ensayo de hoy. - gritó mi profesor de una punta a otra

Quedé intrigada de saber quien me había venido a retirar, ya que mi padre se la pasaba trabajando con los padres de Karl y mi madre por las tardes se dedicaba a cocinar y hacer la limpieza de esa tremenda casa.

Me dispuse a salir para ver quien estaba esperándome y allí estaba Alex, el hermano de Karl.

—Hola Franheska, tanto tiempo - dijo  mientras se acercaba a mí y dejaba un pequeño beso en mi mejilla

—Hola Alex, ¿Cómo hiciste que me dejaran ir? 

—Eso no importa, lo que sí importa es que si no te llevo ahora mismo a nuestra casa Sam me cortara las bolas y no podré ser feliz... tu entiendes preciosa -la picardía en su sonrisa me hiso estallar en risas

Alex sin duda era un don juan, pero debía admitir que su aspecto hacía todo el trabajo. Si lo hubiese conocido de otra forma hubiese tenido lindas historias de amor con él, pero claro, esa historia existiría solo en mi mente

—Comencemos a caminar al estacionamiento que allí deje mi moto. -comenzó a jalarme del brazo

Cuando llegamos me entregó uno de los protectores que tenía dibujado sangre por todos lados y subimos para ir a su casa, donde Sam me esperaba o eso me había dicho Alex

(...)

—Franheska sube y busca a Sam, en alguna habitación debe estar esperandote -dijo, dejándome ver una sonrisa de maldad

Aquella casa era igual de grande que donde vivía ahora, pero ésta estaba adornada de forma plana, todo de un solo color, no habían cuadros familiares y en cambio solo habían algunos de hermosos paisajes que eran enormes. Detrás de la primera puerta se encontraba lo que parecía ser la habitacion de Matt, estaba lleno de juguetes por todo el suelo, y en frente de la televisión tenía video juegos. Su cama estaba adornada con dibujos de iron man y cosas así. La segunda habitación era todo lo contrario, pues de inocencia no tenía una pisca. En frente de la cama, en un muro tenía mujeres desnudas, una al lado de otra y en una esquina se dejaban ver juguetes sexuales, algo me decía que aquel cuarto era de Alex. La tercera puerta era mas neutral y solo pude ver una gran cama y pesas en el suelo, si Sam hubiese estado aquí hubiese dicho que es él, pero al parecer era Karl y claramente le estaba haciendo efecto, pude notarlo ese día en el carro. Abrí la penúltima puerta y me quedé con la boca abierta, aquella era la habitación de mis sueños y esto lo digo literalmente. Era enorme y en el centro había una cama de cobertor blanco invierno con rosas adornandolo en su esquinas, la cama estaba sujeta por un marco de madera que tenía tallado "seni seviyorum" y de él se desplegaban cuatro altos soportes del mismo material que sostenían delicadas telas color blanco la que la hacían parecer una cama digna de reyes. A los costados de la cama se encontraban dos grandes muebles llenos de libros y me adentre con curiosidad a observar a través de la ventana para encontrarme con muchos árboles al fondo y la vista de lo que parecía ser el patio, en donde colgaba una tabla atada de cuerdas en el árbol.

Mi vista estaba maravillada con lo que presenciaba, pero dí un salto de susto en mi lugar cuando escuché el agua de lo que supuse era el baño personal del cuarto.

Sangre SalvatiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora