(Narra Karl)
El mar poco a poco me dejaba percibir su olor y los árboles a cada segundo que pasaba quedaban detrás, dejando ver las extensas franjas de arena que se arrimaban a la orilla del mar. Tanto Bech como yo nos encontrabamos exhaustos, pero yo tenía un gran motivo por el cual no detenerme, Franheska.
Jamás había estado en este lugar por lo que analizaba el sector antes de dar un paso más. Pisaba tierra de brujos la cual estaba llena de trampas para evitar el paso de vampiros como yo y si bien teníamos la habilidad de saltar entre árboles sin mayor esfuerzo, los brujos habían puesto verbena en cada árbol y las posibilidades de exito dismunuían considerablemente.
El objetivo era llegar a su lider sin ninguna baja, ni conflictos que pudiesen ser motivo para que el brujo se negara a quitar el sello de Franheska, por lo que decidimos hacer el viaje completamente a pie. En el camino nos abastecimos de sangre animal que si bien no quitaba mi apetito ésta si me saciaba un determinado tiempo.
En la lejanía pude observar humo, ya estabamos cerca. Se hacía de noche y era peligroso continuar por lo que Bech quedó montando unas carpas y salí a cazar antes de perder por completo la luz.
Durante la caza escuché los diminutos gritos de una mujer, parecían de dolor y me acerque un poco para entender que sucedía. Aquella voz provenía de entre los árboles, al lado de un pequeño lago que surgía a raíz de una pequeña cascada.
Una chica de melena dorada y piel blanca se encontraba desnuda bajo un hombre de alta estatura y muy fornido, aquella escena parecía ser de una pareja más intimando, pero la chica comenzó a llorar y rogarle al hombre que se detuviera. Si había algo que odiaba más que a los lobos eran los abusadores.
Use mi habilidad para correr rápido e ir donde la pareja y lancé al hombre por los aires dejando a vista de cualquiera el desnudo cuerpo de la mujer, saque mi chaqueta y la puse sobre ella quien apenada y a su vez asustada me veía impactada. El hombre enfurecido se levantó y arremetió contra mí, pero antes de que pudiese llegar a mi lado noté que poseía la marca de los brujos y éste podría hacerme su titere si lo quisiera. Tomé a la chica en unpestañeo y escapé con ella en mis brazos. Fui donde Bech, esto podría traernos consecuencias con los brujos, pero no podría haber dejado a esa pobre chica allí.
—¿Quién es ella? -dijo Bech
—No tengo tiempo para explicarlo, pero debemos llevarla con los brujos o nos culparán a nosotros de lo que ha sucedido - dije agitado
—Deberíamos matarla y seguir con nuestro plan, nisiquiera sabemos si es bruja y pareciera que no porque no tiene la marca -Bech sin mayor remordimiento y con falta de conciencia me sugería abandonarla y no solo eso, sino que también quería asesinarla
—¡Basta!, he dicho que no dejare aquí a la chica y si no quieres acompañarme iré solo- respondí enfurecido ante lo que Bech me acababa de proponer
—Esta bien, pero si llega a suceder algo por culpa de esta chica me encargare de que tu muerte sea la mas tortuosa desde que los vampiros pisamos esta tierra ¡Me haz entendido! -su enojo se hizo notar en ese grito
Solo asentí y sin perder el tiempo nos acercamos a la aldea, teníamos todo en contra, era de noche y se nos dificultaría evadir las trampas en el camino. No sabíamos que consecuencias tendriamos al inferir que esta chica pertencía a la aldea de brujos y por sobre todo no sabíamos como se tomarían el hecho de que unos vampiros rompieran el tratado de no pisar sus tierras, tratado que tenía siglos de ser respetado.
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Sangre Salvati
VampireMe hacía sentir tantas mariposas en el estomago y luego el calor de sus labios sobre los míos, pero aquella no era yo, aquella no era mi vida. Los recuerdos volvieron y la realidad ante mis ojos apareció. La venganza no había concluido y la destrucc...