❣ Capítulo 30 ❣

44 4 1
                                    

(Narra Sam)

Ha pasado más de una semana y no he sabido nada ni de Karl ni de Franheska. A ella la he ido a buscar a su casa, la he ido a ver a cada clase que sabía que tenía y nada. Ni a los ensayos de la obra se ha presentado y la reemplazaron por otra chica.

Nuevamente voy camino a su casa, pero esta vez aparcaré el carro en la carretera hasta que ella salga y pueda dejarla sin escape.

(Tres horas despúes...)

Su carro estaba posandose sobre la carretera frente a mis ojos y ella se encontraba viendo hacia sus lados para ver si algo mas venía, pero en cambio me vió a mi esperando pacientemente. 

Escuché el carro acelerar repentínamente y entonces comencé una persecución que no sabía como acabaría.

El carro de Franheska me llevaba ventaja, ella siempre fue mejor que yo conduciendo, pero esta vez tendría que superarla o matarme en el intento -eso fue sarcástico-. Aceleré aún mas y pude acortar la distancia quedandome al lado de su carro. Franheska bajo su ventana...

—¡Déjame en paz! -gritó

—¡Déjame explicarte! - y ella comenzó a subir su ventana. —¡Para el puto carro o hare que te estrelles para poder hablarte! - le grité, yo no era un hombre reconocido por mi paciencia, mas bien lo poco y nada que tenía lo había gastado esta semana y creo que ya no tendría por unas buenas decadas más.

Franheska de un solo golpe paró el carro dejando las marcas de los neumaticos que se habían quemado en el acto. Me baje del carro y fuí donde ella.

—Franheska no quise hablarte así -dije. y a cambio recibí una dura bofetada de su parte. Había olvidado lo duro que pegaba cuando la hacía enfurecer.

—¡Quién carajos te crees viniendo aquí y decirme que me haras estrellas si no me detengo! - gritó claramente enojada

—yo quería -ella me interrumpió

— Me vale madres lo que quieras. Cuando quieras hablar conmigo ven como una persona educada y pídelo. La próxima vez que me amenaces sabrás quien soy imbecil.

Okey, debía admitir que había hecho mal, pero jamás la ví tan enojada y si existe un Dios, él sabe cuanto la conocía

La ventaja de esos siglos era que sabía como calmarla asi que me agache y le pedí disculpas. Si había algo que tranquilizara a esa fiera era ver un hombre arrepentido de rodillas.

—Le le ¡levántate! -dijo y se cruzó de brazos evitando mi mirada

—Yo no quise hablarte así, pero no escuchabas y necesito que entiendas lo que te dije antes. Franheska nosotros tenemos más en común que el gusto por los libros o los grandes ventanales en los cuartos que dejan ver un hermoso paisaje. Nosotros somos - ella me interrumpió

—No quiero saber que más nos une, pero creo saberlo. ¿Eres vampiro verdad? -preguntó

—Así es, pero no somos como todos creen. No somos animales que matan por diversión, bueno al menos no todos - dije viendo al suelo

—Te creo, no se porque, pero te creo. -dijo Franheska — ¿Toda tu familia es vampiro?

—Si bueno, menos el perrito de Matt, ese no es vampiro - ella sonrío

—Pero Sam entonces como es que tu y yo -se sonrojó - ya sabes...

No pude evitar reír, Franheska siempre había sido tímida para hablar de sexo y ésta era una de esas ocasiones.

—Despúes preguntame todo lo que quieras sobre eso, pero antes debes saber algo que es sumamente importante y tu eres el factor principal que está implicado - Franheska frunció las cejas y me vió espectante — Nosotros hace un tiempo muy lejano nos hicimos pareja Franheska y en el transcurso tuvimos un bebé -hice una pausa —  ese bebé es Matt.

(Narra Franheska)

Estallé en risas ante lo que Sam acababa de decirme. Okey debía admitir que los vampiros eran mi obsesión, pero que soy pareja de uno y de paso que ¡tuve un bebe con uno! , era demasiado. Debió pasar al menos un minuto en que no pare de reír y cuando al fin vi la cara de Sam ésta era de seriedad y dejaba ver la poca gracia que le hacía.

— No puedes estar hablandome enserio - dije ahora asustada.

—Franheska, sé que no puedes entenderlo ahora, pero cuando quitemos ese sello podrás...-lo interrumpí

—No no, ahora sí que no entiendo nada. ¿el sello? , ¿qué sello? , ¿de cual hojita fumaste esta mañana eh? -dije intentando disminuir el golpe de lo que Sam intetaba explicarme

—Creo que será prudente que por hoy no te diga más cosas y si no te molesta Matt quiere verte. Quizas a él le creas más -dijo Sam viendo a mis ojos y estirando su mano hacia la mía

—Te seguiré en mi carro, vamos. 

Sangre SalvatiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora