❣ Capítulo 37 ❣

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La imagen pertenece a "Hyams Beach" que será nombrada este capítulo

(Narra Sam)

Ibamos camino a la aldea de los brujos, Lui conducía, Lucy iba de copiloto, Alex y yo ibamos atras mientras que Matt estaba durmiendo en mis brazos.

Todo estaba tranquilo, pero no podía sacar de mi mente lo que él me había confirmado, mi Franheska muerta. Tanta lucha para terminar así y lo peor es que Matt jamás había fallado en sus delirios. La última vez que vio una muerte fue la de uno de los brujos quien era en ese entonces la esposa de George, pero en vez de agradecernos haberle avisado a tiempo y prefirieron culparnos de su muerte apelando a que nosotros habíamos sido los responsables.

La unión entre Karl y Lyn no era algo que hubiese pensado nunca, tenía muy claro los sentimientos de mi hermano por mi esposa, pero él siempre había respetado esa unión hasta que los Transgrand le pusieron el sello y ella apareció nuevamente.

Comencé a recordar lo que había sucedido antes de que los originales nos condenaran a vivir sin Franheska y por más vueltas que le daba jamás llegue a la razón principal por la que ellos tomaron esa desición, haciendo uso de las leyes que en ese momento respetabamos por completo.

Antes de que todo sucediera vivíamos en Australia, para ser exacto en Newcastle, tanto a ella como a Matt les encantaba ese lugar porque por las noches siempre iban Hyams Beach y recorrían por completo el lugar mientras ella respondía a cada pregunta que nuestro hijo le hacía. Una noche en medio de la playa apareció Jacob Transgrand con la excusa de que necesitaban las habilidades de Franheska para ir a una futura guerra con los brujos y que era un factor escencial para obtener la victoria ante ellos.

Franheska como era una fiel seguidora de los originales y lo que ellos llamaban un mundo ideal para nosotros, acepto. Esa misma noche fue de la mano de Jacob a algún lugar del mundo que él dijo no me era permitido saberlo por motivos de seguridad.

Así pasaron aproximadamente cuatro meses sin que supieramos algo de Franheska, pero las noticias de la victoria frente a los brujos había sido rápidamente difundida. Aún sin saber nada de Franheska me dispuse a ubicar el lugar donde ahora se encontraban mis padres y mis dos hermanos, teniendo exito al fin, en un prostíbulo de vampiresas donde me hablaron ampliamente de Alex y me dieron su ubicación.

Cuando llegué a casa mis padres sabían que Franheska había participado en la guerra, pero corrían rumores de que había fallecido en el transcurso de ella. Algo en mí sabía que aquello no podía ser cierto, pero no tenía pista alguna de donde podría encontrarse. Había ido a casa de los Transgrand, pero allí no había ni pista de Franheska. Paso alrededor de un año y ya estaba casi resignado a la muerte de mi esposa, cuando Karl una tarde llegó agitado contándome la noticia de que había una chica nueva en el instituto donde él iba para pasar el rato que era la copia viva de Franheska.

No podía creer lo que decía, si bien no era seguro de que fuese ella, era la pista más palpable que habíamos podido conseguir. Habíamos quedado con Karl en ir al día siguiente y esperar a la chica en el estacionamiento, pero esa noche mis padres tenían una cena a la que debíamos asistir y les prometí llegar. Tendría que ser con unos minutos de retraso ya que quería recorrer las calles de Wiltshire en la busca de quien podría haber sido Franheska.

Una vez que recorrí cada calle del pueblo y no encontré nada fuí a la cena que había prometido para regresar a casa pronto, mi cuerpo estaba agotado y solo quería abrazar a mi hijo. Saludé al señor Mario y la señora Isabela, quienes eran los nuevos amigos y socios de mis padres para luego ir en busca de Matt que según me habían dicho estaba con su hija en alguno de los cuartos en el segundo piso, pero jamás pensé encontrarme al abrir la puerta con esos ojos que me endulsaban la vida de tan solo verlos, quizás su color de cabello hubiese sido diferente o su forma de vestir, pero era innegable que aquella piel y labios que amaba besar cada noche no fuesen los de ella, me quede petrificado ante la imágen viva de mi esposa, por unos segundos pensé que el corazón se me saldría del pecho para correr a sus brazos, pero en el momento perfecto Matt uso una de sus habilidades para tranquilizar mi instinto y me dispuse a hablarle, hasta su voz seguía igual de cálida. Cuando salí de aquella habitación mi vida volvió a cobrar sentido, mi corazón había vuelto a latir.

No olviden que pueden dar su voto en cada capítulo y comentar :D

Sangre SalvatiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora