❣ Capítulo 8 ❣

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* El de la foto es Sam *


—Lo siento, solo venía por Matt. Espero no te haya causado molestias - dijo el chico que había entrado al cuarto, se veía algo ¿impresionado?, de seguro pensó que se encontraría con una modelo de ropa interior o algo así y sin embargo estaba yo, una bolsa de patatas.

—No te preocupes, pero ¿quién eres? - pregunte susurrando

—Soy Sam, hermano de Matt -respondió después de unos segundos- Llegue tarde junto a mis hermanos y bueno lamento decirte que te llaman ahí abajo para hacer presentaciones formales - dijo con voz seria, que de la nada había aparecido

Sin mucho más que decir asentí con la cabeza y salí lo más lento que pude para no despertar a Matt, pero al parecer ese tal Sam no entendía lo que es salir para no despertar a los niños porque apenas me comencé a mover este vino y sentó a Matt un  segundo despues. Lógicamente lo despertó.

Aquel no era mi asunto así que solo mordí mi lengua y caminé hacia donde estaban los demás, pero que insensible al interrumpir el sueño de un niño tan de golpe.

Menudo animal de hermano se gano ese pequeño.

Cuando llegué abajo, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo y claramente no era la única que estaba impresionada, pues en frente de mi estaba Karl sentado, conversando feliz de la vida con mis padres, y sí, me refiero al Karl que conocí en la cancha y quien también era mi compañero de clases.

Fue tan evidente nuestra sorpresa que mi madre lo notó de inmediato junto a Lucy y comenzaron a comentar en voz alta que al parecer ya nos conocíamos o era amor a primera vista por lo cual todos comenzaron a reír y junto con él no hicimos más que sonrojarnos.

¿Ventaja de sonrojarme esta vez?, Karl también lo había hecho y se veía hermoso.

—Ya nos conocíamos del instituto con Franheska, jamás pensé encontrarla aquí - se apresuró Karl en responder antes de que sacaran más teorías que nos hicieran quedar aún más rojos.

Conociendo a mi madre seguro inventaría algo como "puede que se casen" y créanme cuando les digo que eso no es para nada gracioso.

Yo solo asentí a lo que Karl había dicho y procedí a saludarle. Tal como la vez anterior éste tenía un perfume que de buenas ganas se lo robaría para empapar mis peluches con él. No porque sintiera algo por él sino porque realmente su olor era de los dioses.

Cuando terminé de examinar a Karl y sus olores a fondo, pude ver a otro chico y estaba más que segura que aquel era el llamado "Alex" y así fue, a los pocos segundos él se presentó y se acercó a mí con la intención que cualquier persona llamaría "coquetear". No fui la única que lo percibió porque su madre lo regaño.

Detrás de todos llego Sam con Matt y solo dijo "Ya nos presentamos arriba", dejando en claro el poco tacto del que hablaba antes su padre y bueno ya tenía más que comprobado que lo que no saco de ternura Sam se lo había robado Karl, quien era un amor de amores.

Matt por alguna divertida razón mientras todos conversaban se vino hasta mí y pidió que lo sentara en mis piernas a lo que accedí con gusto. Sam no paraba de mirarme, seguro porque le molestó que su hermano pequeño estuviese con una extraña.

Matt se entretenía mucho jugando con mi cabello y solo hacía preguntas como ¿Por qué tu cabello es rojo? o ¿Por qué hueles así? y eso me causaba mucha risa. Su voz era tan inocente que cualquier pregunta que hiciera me causaba gracia y las respondía con gusto hasta que hizo una a la que no pude responder

— ¿Por qué te gusta Karl? -el salón se había ahogado en silencio al instante.

¿Como podría responder a eso?, primero no me gusta, bueno si un poco, pero no gustar de gustar, ustedes me entienden.

Segundo, porque Matt es un niño que dentro de un par de años recién entraría a comprender lo que aquello significaba.

Tercero, porque la sala había quedado en silencio después de haber escuchado la pregunta que Matt me había planteado, ¿qué se supone que debía responder?, pero para mí salvación, allí estaba un adorable Karl que sabía cómo salir de las preguntas incomodas

—A ella no le gusto Matt, solo somos amigos y apenas nos conocemos - respondió con tranquilidad, aunque Matt no era un niño normal porque siguió con sus frases incomodas

—Karl a ella le gustas, sino su corazón no haría boom boom tan rápido-decía imitando el latido con sus manos —y su cara esta roja - Matt comenzó a reír mientras señalaba mis mejillas

Ahora sí estaba pidiendo a gritos que apareciera alguien o que alguien tuviera un ataque de pánico que no fuese yo por supuesto. Este niño hablaba más que el normal de los niños de su edad, creo que lo dejan ver muchas historias de amor o que se yo.

Todos notaron la incomodidad que Matt había plantado en aquel salón por lo que Lucy, la madre de Matt, nos dijo que ya era tarde y que debían marcharse a casa. Aquella frase fueron una recarga de aire a mis pulmones y todos comenzaron a despedirse.

Karl se acercó a mí y me susurro que mañana me esperaba en las canchas, ése susurro me había puesto los pelos de gallina, ya me envidiaría cualquiera por tener a ese fortachón susurrándome.

Sangre SalvatiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora