❣ Capítulo 13 ❣

70 8 0
                                    

No podía creer lo que había visto, Sam había golpeando a Karl sin razón aparente, ¿este chico estaba loco? es que no podía golpear a su hermano así. Parecía una bestia sin domador, ¿cómo es posible que hasta a mí me hubiese lanzado al suelo con tal de llegar al rostro de Karl con su puño como una roca?, tanto que al primer golpe Karl comenzó a sangrar y cayó al suelo sin poder sostenerse de pie,  aún asi allí estaba recibiendo patadas en el torax por parte de Sam.

La golpieza estaba siendo tan intensa que no pude evitar lanzarme sobre él para intentar calmarlo, pero claro, irme sobre Sam no fue la mejor idea que pude tener y este con gran facilidad me lanzó sobre el piso nuevamente así que solo quedaba una última opción. Me puse sobre Karl cubriéndole de los golpes y una de las patadas me llego logrando que gritará de dolor y haciendo entrar en razón a Sam, éste me miró atónito cuando me escucho gemir y sus ojos que extrañamente parecían estar rojos ahora expresaban verguenza.

Sam intentó tocarme para pedir disculpas pero expulse su mano lejos de mí y éste no encontro mas remedio que subir a su carro y marcharse.

Cuando éste se fue mire a Karl quien tenía su boca sangrando abundantemente y él me devolvió esa miraba, pero con una sonrisa que no me esperaba

—Eres una Suicida muchacha - dijo en un susurro sin dejar de sonreír

Me limité a sonreír y bese su frente. Mientras ayudaba a Karl a ponerse de pie tomé las llaves del carro y me posicione para comenzar a manejar donde fuese que nos llevara el viento. Estaba segura de que Karl no querría volver a casa donde probablemente se encontraría con Sam así que solo maneje lejos de aquí.

El paisaje para mi sorpresa era cada vez más hermoso.

Después de un rato conduciendo llegamos a una playa donde la luz de la luna se reflejaba en el mar y el ruido de las olas al chocar con las rocas era lo más relajante que había podido escuchar. Durante todo el trayecto Karl no había dicho ni una sola palabra ni yo le había querido preguntar nada respecto a lo que había pasado anteriormente así que nos limitamos a guardar silencio.

Cuando me estacione a la orilla de la calle respire profundo y antes de poder decir algo Karl estaba frente a mi rozando su nariz con la mia, sonriendo dulcemente.

—Deseas ir allí o prefieres quedarte aquí conmigo reanudando lo que antes no pudimos acabar - dijo Karl con esa voz que solo él podría hacer en estos momentos

Pensé mil posibles finales si decidía quedarme en el carro con él, entre los cuales se encontraba un Karl Desnudo conmigo desnuda sobre él. Ante esos pensamientos decidí que lo mejor era bajar del carro y pasear a la orilla del mar

—Vamos pasear - dije apretándole las mejillas como lo haría con un niño pequeño

Karl saboreó sus labios acabando con un pequeño mordisco y se apresuró en salir del carro para abrir mi puerta. Cual fuera la situacion Karl siempre se comportaba de forma caballerosa. Así fue como salimos del carro y comenzamos a caminar tomados de la mano, para mí las sensaciones que tenía en esa caminata eran extrañas, jamás había sentido en tan poco tiempo ese calor del que todas las chicas hablan o del cual se lee en los mejores libros de amor y solo me dedicaba a disfrutarlo porque no sabía a que hora saldría un Sam salvaje para arruinar esa rica sensación.

Durante la caminata Karl me preguntaba sobre mi vieja vida la cual era bastante aburrida, pero por alguna extraña razon  a él le entusiasmaba y hasta me había dicho que envidiaba mi vida.

En un momento dado comencé a tener escalosfríos por el viento que había comenzado a chocar contra mi cuerpo y Karl, puso su chaqueta sobre mis hombros acompañada de uno de sus brazos que ahora me había apretado mas contra su cuerpo. No había notado lo rico que olía el cuello de Karl, era adictivo y hubiese podido permanecer mucho tiempo allí de no ser por el hecho de que ya debíamos regresar a casa

Sangre SalvatiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora