Capitulo 2

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Pasados los 5 minutos de la retirada de Bloom comienzo con mi clase. Mis alumnas son geniales, me hacen acordar a mi y a las chicas.

-Como recuerdan, en dos días tienen el examen escrito.

Anuncio parada en frente de todas.

-Pero como sé que no se siente bien que el primer examen sea escrito lo reemplazaré por una prueba melódica.

Al terminar veo como sus caras se iluminan para pensar en que cantarán o tocarán.

-El examen consistirá en tocar una canción, ya sea inventada o inspirada de algún artista que les guste, pero es obligatorio acompañar la misma con un instrumento, el que sea.

Entre los murmullos que se formaron veo una mano levantada.

-Si- le doy la palabra.

-¿Puedo tocar el piano?- la escucho decir.

-Por supuesto que si, pueden tocar lo que mas deseen chicas- comienzo a caminar por el salón lentamente -Todo lo que tendré en cuenta es la concentración, la pasión que aplican, pero hay algo muy importante- me doy vuelta hacia al frente y regreso en frente de todas -Si quieren aprobar, la canción me tendrá que llegar al corazón- de nuevo le doy la palabra a otra mano alzada.

-¿Como es eso?-

-Como ya les dije, el arte es una manera de expresarse sin palabras, una canción, ya sea balada o de cualquier otro tipo debe llegarle a la persona que lo escucha. Esa persona debe sentir la canción.

De repente veo el reloj en la pared del salón, y como siempre, se me paso la hora.

-Bueno chicas, faltan dos minutos.

Me apresuro a decir caminando hacia el escritorio y cerrando todos los libros que había para luego apilarlos.

-Recuerden, el examen es en dos días y deben practicar mucho.

Observo como algunas se sentían inseguras, otras alegres, y otras...no muy interesadas. De repente suena el timbre y todas se apresuran a salir rápido del salón.

Sonreí al pensar en ellas. Con los libros aferrados a mi pecho salgo del salón y al pasar la puerta automáticamente se cierra gracias a mi magia.

Caminando por los pasillos de Alfea en dirección a mi habitación pienso si yo o alguna de las chicas hizo algo que a Faragonda no le agradó, pero no recuerdo ninguna escena de rebeldía por parte nuestra.

Sin darme cuenta ya llegué a la puerta de nuestro living compartido. Al entrar dejo los libros en la mesa que está en medio de los sillones y me tiro sin cuidado arriba del más grande, pero siento que algo se mueve atrás mio.

-¡Piff!

La tomo al darme cuenta de que la aplasté.

-¿Estás bien?

Me dijo algo que no entendí, pero fue suficiente para saber que estaba enojada.

-Lo siento, no te vi.

Me ignora y se recuesta en mi propia mano.

Al dejar a la pixie dormida en el sillón nuevamente, entran Layla y Bloom. Con una sonrisa las saludo, y no me extraña que hicieran lo mismo que yo al llegar: dejar los libros en la mesa y tirarse en un sillón.

-Hoy casi mato a un hada por no manejar bien la bola de luz.

Nos cuenta Bloom mientras se acuesta de lado en uno de los sillones individuales, lo que le servía como almohada, ya que se acostó de lado ignorando completamente los modales.

-Yo casi me quiebro.

Acotó Layla de la misma manera que Bloom, a diferencia de la pelirroja, ella se acostó en el sillón al lado mío, lo que no me molestaba.

En toda la tranquilidad y poca charla que tuvimos las tres, llega Stella gritando como siempre para asesinar nuestra paz.

-¡Chicas! ¡¿Supieron lo de Faragonda?!- preguntó mientras se recargaba en la parte de atrás del respaldo del sillón donde Bloom descansaba.

-Si Stella, creo que ya todas lo sabemos- le contesté.

-Yo tuve que enterarme por Griselda, y como su gran animo siempre muestra amargura no se lo que hice esta vez.

-Si hubieras hecho algo solo te llamarían a ti- esta vez la que hablo fue Flora, la cual salia de su habitación con Tecna atrás suyo.

-Hablando de eso, ¿que hora es?- pregunto la pelirrosada.

-¡Son y media, ya debemos ir!- gritó corriendo hacia la puerta con las demás Winx.

-¡Paren!- nos grita Stella, por lo que todas nos giramos a verla estando de abrir la puerta para salir corriendo.

-Layla, no puedes ir con esa ropa deportiva- en un giro de dedo anular Layla aparece con la ropa de tipo colegial que todas teníamos -Ahora si-

Al llegar a la puerta todas nos tomamos un segundo para calmarnos y tomar la posición de respeto.

-¿Ya está?- pregunta Bloom con una mano apoyada en la manija de la puerta.

-Si- afirmamos todas.

Al entrar nos encontramos con Faragonda sentada en su escritorio y como siempre, Griselda parada al lado suyo. Luego de un saludo, Flora y Bloom se sientan en las sillas y las demás nos quedamos paradas sin ningún problema.

-Chicas, una gran oportunidad se nos presentó, tanto a ustedes como al mismo colegio- anunció la directora.

-¿Que oportunidad?- preguntó Tecna.

Faragonda miró a Griselda en señal de que ella diría lo siguiente:

-A partir de mañana, todas ustedes darán sus clases en dos colegios distintos, felicidades.

-¡¿Que?!- gritamos todas al unísono.

En realidad creo que no reaccionamos como nuestras directivas esperaban, no sentíamos felicidad, si no confusión, o por lo menos en mi caso.

-Por la mañana enseñaran aquí, al horario de siempre, pero por la tarde en lugar de preparar su clase del día siguiente, viajarán por un portal a planetas donde sus colegios necesitan recordar algunos temas que se han olvidado con el paso del tiempo.

-¿Porque siento que nos están echando?- susurró Stella.

-No las estamos echando de ningún lugar Stella, como verán, es un cambio grande, pero será solo una temporada, le estaran haciendo un favor al colegio, ya que podremos ostentar el potencial de las hadas de Alfea- explicó Faragonda.

-¿A que planeta iremos?- preguntó Bloom.

-Irán por separado, ya que todas enseñan cosas distintas- se detuvo un minuto a ver nuestras expresiones de disgusto, luego suspiro -También tendrán un sueldo durante estos meses.

-¡Si!- grito Stella como si no tuviera todo el dinero del mundo siendo una princesa.

-A continuación les diré a que planeta irá cada una- continuó sacando un libro de un cajón.

Amor vs AmistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora