Amor vs Amistad

Mi Salvación.

 Corro sin saber a donde voy. Quiero un lugar tranquilo donde pueda llorar en paz sin que nadie me moleste. Al llegar a la esquina, me detengo para esperar el semáforo en rojo. Como me encuentro muy agitada respiro fuertemente.

-¿Está todo bien, linda?- me pregunta una señora de unos cuarenta años aproximadamente.

-S-si, solo me agité- le sonrío para que no piense que me van a secuestrar o algo peor, solo soy una persona escapando de su ex, completamente normal.

-¡Musa!- Riven corre a unos metros de mi, yo instantáneamente miro la calle que divide esta cuadra con la otra, al no ver ningún auto sigo corriendo para que me pierda.

 Pienso en unos segundos en la señora que seguro dejé muy confundida, ¿otras personas pensarán lo mismo al verme correr? No quiero que piensen cualquier cosa y se involucre alguien que no debe.

 Me metí en una callejón cerrado de basura, me fijé que nadie más este allí y busco mi teléfono.

-¡Diablos!- maldigo al notar que lo olvidé en la casa de Riven, junto con el bolso. Pienso un poco, no tengo un peso partido por el medio como para llamar por un teléfono público a alguien, olvidé el mio en el infierno, y no tengo a donde ir. Creo que es mejor idea despejarme en un lugar silencioso y tranquilo y no en un lugar como este. -¡Butterflix!-

 Salgo volando de allí, literalmente. Me retiro de la ciudad de Magix para adentrarme en el bosque, el lugar más tranquilo que conozco. Pienso ver a Dalila una vez que me calme, por lo tanto no me alejo mucho de aquella capital.

 Ni bien vuelvo a la normalidad me abrazo las piernas apoyada en un árbol. Quiero reflexionar todo lo que pasó, pensar en como salgo de esta. Les mentí a mis amigas, metí a Dalila en esto y ni siquiera lo sabe, todo para estar con Riven. Encima que hice todo eso para pasar un rato con él, termino aquí, llorando sola en un bosque.

-Hola, linda- levanto rápidamente la cabeza para divisar al dueño de esa voz masculina, definitivamente no era Riven, su voz me da calor y no me causa escalofríos como esta.

-¿Q-quién eres?- rápidamente me pongo de pie al ver a un tipo de brazos bien trabajados, parece ser bastante atractivo, pero siento que no tiene buenas intenciones.

-¿Por qué lloras?- se acerca lentamente a mi.

-Me siento mal- le respondo al tiempo que seco mis lágrimas.

-Tranquila- da una paso más hacia mi, pero no lo conozco, doy un paso hacia atrás por esa misma razón. -¿Que pasa linda? ¿Me tienes miedo?-

-N-no, para nada. Estaré bien gracias- intento irme, pero me tira del brazo hacia él. -¡¿Que te pasa?!- de inmediato todo se descontrola. Me abraza por la espalda, con una mano me tapa la boca y con la otra me retiene ambos brazos.

-No me hagas lastimarte linda-

 En desesperación por lo que me llegue a pasar, cierro los ojos, acumulo con concentración mi energía.

-Ven, vayámonos a un lugar mas cómodo-

  Con fuerza libero todas las energías que retuve dentro. Se ven pequeños destellos saliendo de mi, aparta do fuertemente a ese loco.

-¡Ya verás!- 

 Corro como si no hubiera un mañana, no me va dar el tiempo para transformarme y huir. No logro ni alcanzar los dos metros cuando se me tira encima. 

 Con fuerza me gira hacia él y no se que hará, ya me tiene como quería.

-Ahora si, preciosa- me asegura al oído.