Reencuentro.

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El viaje solo duró una hora acompañada de unos minutos de más.

Al llegar fue todo comunicado a la directora Faragonda, que automáticamente mando a las dos hadas rescatadas a la enfermería.

El misterioso Paul ya se había cambiado gracias a un favor de Stella. Fue tratado como un Dios por su gran atractivo pero aún tenía a alguien comiéndoselo con la mirada.

Si bien no había motivo alguno por el cual sospechar Riven siempre seguía sus instintos. No lo dejaría hasta estar seguro de quien era y de quien no era.

En términos medios acompañó a Musa a la enfermería con doble intención, allí estaba Paul y Dalila.

-¿Seguros que solo se durmió?- Interrogó Ofelia observando cuidadosamente a su paciente rubia.

-Flora no la durmió con magia hasta donde yo se enfermera- aclaró Musa codeando disimuladamente a su novio para que dejará de mirar tan obvio a pelo negro sentado en el sofá del habitación.

-Nex la trajo aquí y luego se fue- respondió Riven.

-Es raro, aún no despierta- con una mano corrió el pelo de la cara para mirarla detalladamente, aún mantenía su transformación y sus heridas -Las veo muy profundas- comentó algo preocupada.

El hada dio su primer movimiento aunque seguía dormída.

-Bueno, creo que no tengo nada que hacer aquí- Paul se puso de pie, agradeció la atención y se retiró.

-Es cierto, no tenía nada que hacer aquí- inquirió el pelo magenta con amargura.

-Riven, no seas así- reprochó el hada consciente.

-Hay que despertarla. No le fue conveniente estar tan descubierta en esos momentos de maltrato- sentenció la doctora.

-Creo que las dejaremos solas, y... Si necesita algo solo digalo- dijo Musa tranquilamente.

-Si, hay algo- con los dedos rosaba una herida del muslo -Contacta a Krystal, la princesa de Linphea y dile que venga-

-Claro enfermera-

...

-Y yo le dije en ese momento que nadie se metía con la princesa Stella de Solaria- contaba el chisme a su novio ya casi durmiendo tras horas de tanto hablar y escuchar.

La noche ya caía y con gracia observaba a la pareja desde el balcón del departamento de las Winx. Como le gustaría mantener una conversación así con la chica que tanto amaba. Pero lamentablemente jamás sucedería, sus acciónes no llevaron a más que al caos de su vida y de las demás, pero no era su culpa. ¿Como probar que no mataste a alguien que nisiquiera nació? ¿Como lograr que te perdone por arruinar su vida?

Miraba a Stella o a Daphne y se acordaba de ella. ¿Cómo la iría a buscar?

-¿Paul?- una mencionada anteriormente lo sacó de sus pensamientos.

-Ah, hola princesa Daphne- la saludó lo más cordial que pudo, pero no sacaba los malos pensamientos de su cabeza.

-Por favor, solo Daphne para ti- espetó por enésima vez -Venía a decirte que mañana en la mañana podemos ir a buscar a tu novia, hoy quedate a dormir aquí-

-Gracias

Si quería aclarar las cosas debía solucionar todo está noche, no había otra.

-La directora Faragonda te da esto- dejó entre sus manos una llave, sonrió al mirar la expresión de confusión -Es la de tu habitación- aclaró.

-Muchas gracias, Daphne-

-Que descanses- se despidió.

...

Amor vs AmistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora