En estos días algo complicados para ella no pudo evitar el recordar todos su problemas anteriores. Cuando aún estaba con Riven y él comenzaba a separarse de ella. Buscaba motivos. ¿Por que se fue? Pudo haberse retirado de los especialistas pero seguir con su relación. No fue su culpa que un duende le quitara la voz. Aunque quisiera no podría evitarlo.
Fijó su vista en el lugar que Riven tomaría en la cama. Pero no estaba. Eso la hizo recordar los malos tiempos mucho mejor de lo que ya lo hacía. Y la vista de la sabana tapándole el cuerpo desnudo provocaba fuertes momentos en ella. Sin notarlo sus lágrimas salían. Pero...¿Cuál era su motivo? ¿Por que lloraba?
El respeto hacia su cuerpo antes que el deseo. Tal vez sin darse cuenta tomaba el despertar junto a él luego de una noche llena de amor como un "No te usé. Siempre estoy aquí" o un "Me importa como amaneces".
Se limpió algunas lágrimas y tomó una posición en la que pudo ver como en la puerta había un sostén azul, en la punta de la cama un bóxer negro de rayas rojas, su falda estaba al lado de este, supuso que en el living estaba el resto de las prendas. Linda manera de despertar un sábado, solo que sin el responsable de todo show a su lado.
Volvió a acostarse, solo que en el lugar de su ausente novio. No le dijo donde iba ni le dejó mensajes. Nada.
...
La guitarra sonaba genial en sus audífonos, si que funcionaba. La tonta pelea con Tecna le pareció muy graciosa. Al anotar algo en su cuaderno vio de reojo su móvil. No. No lo llamaría otra vez. Moría de ganas por contarle todo lo que pasó en el Auditorio Dorado, decirle que ya tenía su Bloomix y como lo había logrado. Pero ya no le prestaba la misma atención que antes. Así que simplemente esperaba alguna señal por parte de él.
Horas más tarde la situación no mejoraba. Ya se había acomodado en su cama para esperar sus señales de humo. Un "¿Cómo te fue?". Nada. Ya ni siquiera la invitaba a ningún lado. Simplemente nada. Respiró unos segundos y decidió ella tomar las riendas del asunto.
Miró el reloj: 12:08. Luego se encargaría de regular el sueño.
Con decisión le escribió al mejor en estos problemas. El que tenía la vida inventada y sacada de cuento de hadas. Si, el mismo.
Hola Helio...Quería saber si Riven sigue ahí...
No pasaron ni dos minutos y la respuesta ya había llegado.
Está en Fontana Roja. Entrena. Si quieres verlo ven, no hay nadie.
Una sonrisa acompañada de duda surcó su rostro.
Con veinte minutos más rodando en la cama planeó todo. Lugar y actividad. Solo faltaba el participante.
...
Con cada paso que daba, más crecía su nerviosismo. Tenía el atuendo de colegiala con sus típicas dos coletas dejando caer su cabello sobre la espalda. Notó la fuerza con la que tiraba su boomerang, algo extraño en él.
Se aclaró la garganta para llamar su atención. Recibió una mirada molesta seguida con una llena de confusión.
-¿Musa?¿Qué haces aquí? Es tarde- se fue acercando a ella hasta quedar parado frente a su novia.
-Perdóname por venir sin avisar pero...Me dijeron que aún estabas entrenando y...no podía dormir-
-Pues si- se giró para volver a tirar el boomerang y recibirlo, una y otra vez -Aún entreno-
-Riven- parece que olvidó completamente la presencia de ella.
-¿Si?- contestó sin mirarla y concentrado en su actividad.
-Oye escúchame- con solo atrapar ella misma el objeto llamó la atención del masculino algo molesto.
-¿Qué quieres?-
Esas simples palabras le dolieron. Ella era un estorbo para él, así se sentía. Sin más ni menos se abalanzó a su cuerpo para besarlo con pasión. La sorpresa de su compañero no fue desapercibida al no corresponder el beso. Luego de unos segundos de procesar todo la pegó más a él con las manos en su cintura y por fin tomó riendas a la situación. Al separarse comprendió todo, su novia pedía a gritos atención. Pegó su frente a la de él.
-Quería que pasaras la noche conmigo. Te ves muy cansado- le susurró Musa.
-Claro- respondió con una sonrisa de doble intención -Pero...no tenemos donde-
-Ya me encargué de eso Riven, solo vamos-
Ho-Boe rentaba un departamento con una habitación en Magix. Y Musa al ser la hija tenía un acceso a tal vivienda. Era un alquiler con muebles incluidos y todo hecho. Con la simple mentirita de acceder al lugar por cuidar a sus amigas de una enfermedad tuvo el permiso para usarlo durante la noche y cuando lo necesitara.
Sin hacer ningún diálogo más del que tuvieron en el camino la ropa fue cayendo poco a poco. Como el uniforme del especialista llevaba pocas partes y muy fáciles de sacar él fue el primero en terminar en ropa interior. Mientras que su Musa se ató a su cintura con las piernas en sostén y falda.
Algo que él admiraba de ella era su cuerpo envidiable. Su cintura era tan estrecha que con un solo brazo ya la rodeaba, dando el placer de hacer lo que quiera con el otro. Era tan liviana que no había problema con que se abrazara a su cuerpo de una sola pieza. Admiraba su forma de ser en esos momentos sexuales. Cuando la miraba a los ojos ella comprendía que era lo que quería. Siempre con una simple caricia, como si ella le leyera la mente, procedía a lo siguiente. Era simplemente como la unión de dos piezas de rompe-cabezas.
Contra la pared de la habitación fue quitando sus medias altas. Ella no paraba de besarlo por un solo camino: del cuello a la boca y de la boca al cuello. De vez en cuando se daba la ternura cual niña pequeña de besar tiernamente el cachete de este. Eso lo volvía totalmente loco.
Caminó a la cama y la acostó suavemente en el medio del colchón frío -que pronto ardería en llamas- para besar desde su cuello hasta su vientre. Los botones de la falda fueron desatándose de una manera muy lenta, tomando con calma y a la vez disfrutando el momento que en tiempos de villanos a punto de mandarse una se daba muy de vez en cuando. Una vez que Musa estaba en ropa interior acarició sus muslos para luego llevar sus manos a la cintura y besar su estómago y vientre de una manera muy lenta. Y la mirada azul fuerte no se quedaba atrás, sus piernas temblaban al sentir el cuello de Riven tan pegado a su intimidad, y sus manos despeinando todo su cabello magenta.
...
¿Qué hacía mal?¿Qué había en ella que le molestara?
Al despertar a la mañana siguiente unas dos horas antes de la reunión en la clase de historia con las Winx lo hizo recibiendo la ausencia de Riven. Ningún mensaje ni aviso. Ni siquiera un papel sobre la almohada. Nada.
Pasó como una hora en la cama llorando de pena. Odiándose a ella misma. Su Riven solo había deseado una noche para relajarse. Ella también lo hizo pero jamás esperaba que se quedara sin su beso de buenos días o por lo menos una conversación sobre su gran cambio repentino.
Se duchó y salió directo a Alfea. Dando su mejor cara para no preocupar a nadie.
...
-Hubieras avisado que ibas a comprar el desayuno- reía sobre las piernas de su Riven.
-Lo sé- estaba acostumbrada a sus respuestas cortantes, pero con todos esos años juntos aprendió que debía alarmarse cuando no recibiera una suave caricia luego de una respuesta así.
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Amor vs Amistad
FanfictionPaso tiempo para que Musa pudiera olvidarse de Riven luego de su partida. Pero luego todo cambia con su regreso. Ahora ella tendrá que encontrar la manera para sobrellevar la situación de tener que cruzarse con él todos los días sin que sus amigas s...