Capitulo 5

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Esto se sentía estar contra la espada y la pared, pero en el buen sentido. Estaba contra una pared y él era mi espada, una espada que me besaba peligrosamente, que me acariciaba la cintura, y que me hacía dejar llevar con una sola caricia. Así era el show, un beso, una caricia y a dormir, así era y así me gustaba.

-Vamos.

Me susurraba impulsándome a seguir en el juego del que ya había caído y no saldría hasta terminarlo.

-Riven.

Era lo único que podía decir entre él y la pared.

-¡Musa!

Y como siempre algo tan bueno jamás sería real. Ahí estaba Tecna sacudiendo ligeramente mi hombro para que saliera de la cama en una mañana calurosa.

Aún no salía de mi trance, todavía no superaba el sueño, ese sueño...

-Levántate Musa, ya está el desayuno.

-En cinco estoy.

  Le contesto con mi cara aún pegada en la almohada.

-De acuerdo.

Con eso escucho la puerta cerrarse, al igual que mis ojos con esa esperanza de volver a soñar lo mismo. Pero cinco minutos después alguien me llama desde mi celular.

Me cuesta no contestar o decirle que no me moleste, así que simplemente contesto intentando no sonar dormida.

-¿Hola?

Ni siquiera había mirado quien era y ya estaba contestando.

-¿Musa?

Abro los ojos rápidamente y me siento en la cama para despejarme.

-Hola papi.

Saludo en voz casi ronca por el sueño.

-¡Musa!

Parece feliz.

-Me enteré que enseñas en Calixto.

Esto se va a convertir en una pelea.

-Si.

La pelea no la empezaré yo.

-Pues, solo te deseo suerte, se que esas personas pueden ser algo difíciles.

¿Él que sabe?

-Y nada más, además se que no te levantas a tiempo así que por eso te llamé en primer lugar.

Y empezamos.

-Papa, puedo levantarme sola sin que me estés llamando.

Me levanto de la cama y camino hacia mi baño.

-Lo sé pero...

-Lo siento papa, no puedo hablar ahora.

Lo interrumpo y le corto el teléfono.

Dejo el aparato en un estante junto a los perfumes y me arreglo como siempre: dos coletas con pelo suelto por detrás, atuendo colegial del que Stella diseño para nosotras.

Al salir veo a mis amigas como todas las mañanas en los sillones ya con nuestro atuendo que nos hace juego a la perfección.

-Hola chicas.

Saludo con una sonrisa, la mejor manera de despertar fue ese sueño, seguía pensando en él.

-La última, Musa.

Me dice Tecna refiriéndose a que soy la última en levantarme, aunque la última en levantarse en realidad es Stella, yo soy la última en llegar.

Amor vs AmistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora