Obsesión.

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-Tómala- le ordenó con una sonrisa amplia entregándole a su amiga un vaso de agua y una pastilla.

-Pero...Me protegí- 

-No importa, es por las dudas- insistió.

 Había pasado. Eran las primeras en levantarse pero se instalaron en la cama de Tecna para hablar de lo sucedido en su primera noche con Timmy.

-Está bien- la tomó con cuidado y dejo el vaso en la mesa de luz.

 Domingo a la mañana. Tecna había viajado a Zenith para visitar a su madre. Contó que no tuvo el coraje de tocar ese tema y que decidió experimentar por su cuenta, con solo los tres consejos de su amiga. Esa misma noche en lugar de volver a Alfea como las demás, se encontró con Timmy para salir a algún lado. La noche había sido mágica. En el departamento de sus amigos en Fontana Roja su cama era muy cómoda. Los especialistas al llegar de visitar a sus madres se prepararon para una misión de 24 horas. Inconscientemente dejaron el departamento solo para esta pareja, ya que Timmy se encargaba de las medidas y coordenadas desde la computadora.

-¿Te trató bien?- preguntó algo emocionada.

-Creo que demasiado- rodó los ojos algo avergonzada.

 Luego de dar el gran paso que por años esperaron, durmieron, lamentablemente pocas horas, ya que Tecna tendría que dar clases y Timmy hacerse cargo de la misión. Eran las seis y media cuando abrió la puerta de la habitación y Musa la escuchó. Obviamente su amiga perdió el sueño completamente para encuestar a Tecna.

-Estoy orgullosa de ambos- respiró luego de todo lo explicado -Cámbiate, creo que las chicas no deben saber que dormiste con Timmy-

-No me gusta ocultar nada, y menos con ellas, pero creo que conservaré mi intimidad-

...

 -¿Que te pasó?-

 Solo faltaba media hora para la siguiente clase, y en la sala de profesores abundaba el olor a café con uno que otro comestible para acompañar.

-Solo diré que a veces hay gente que no sabe manejar la pintura- explicó Dalila.

 Las risas de los profesores presentes llenaron todo el lugar. Una leve sonrisa de diversión escapó de los labios de la rubia colorida.

-Limpiamente y siéntate. Mártin ya se come todas las galletas- bromeó la profesora de Biología Mágica.

-Ok- se resignó. Pero en cuanto movió su mano para desaparecer la pintura con magia, un largo "No" la detuvo.

-Nuestro trato Dalila- 

-¿Que trato?- preguntó Musa curiosa.

-En mi opinión las hadas no saben vivir sin magia- comentó su compañera.

-Pero yo no estoy de acuerdo, y creo que tu tampoco- prosiguió Dalila.

-Por lo tanto hicimos un trato-

-Cinco días sin magia- sentenció la rubia -Y como no confía en mi me incrustó un chip especial en mi collar- mostró el objeto atado a su cuello.

-De esa manera el chip capta si la fuente de calor irradia magia- explicó orgulloso el profesor de Tecnología.

-Y si eso pasa, me llegará una notificación al móvil-

 Musa no paraba de sonreír tratando de no reírse a carcajadas en la cara de su amiga. Los profesores Bruno, experto en Tecnología, y Marta, profesora de Biología Mágica se divertían a su manera, haciendo que el trabajo y misión sea mucho más entretenido y menos serio.

Amor vs AmistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora